Han intentado amarla. Los hombres han ido y venido, pero ninguno de ellos ha tenido éxito. Todos han fracasado.
Los que no tengan fuerza suficiente no necesitan ni molestarse en conquistarla. Hará falta mucho tiempo y un amor decidido para abrirse camino hasta su corazón.
Si no lo tienes, ni lo intentes porque fracasarás. Esta mujer que ha pasado por el infierno y ha vuelto te pondrá a prueba. Se asegurará de que tienes lo que hay que tener para ser digno de su amor.
Si no sabes ser su sol después de la tormenta, ella te alejará. Se asegurará de que nunca te acerques lo suficiente a ella.
No te dará la oportunidad de hacerle daño. Es imprevisible. Cuando el dolor y el sufrimiento se apoderan de ella, se convierte en un huracán que arrasa con todo lo que se interpone en su camino.
Pero cuando esté tranquila en el statu quo, será tan suave como la lluvia de verano.
En los momentos en que está tranquila, en paz, pero ligeramente rota y triste, tienes que quererla entonces.
Cuando esté furiosa con una fuerza rabiosa arrasando todo a su alrededor, ámala aún más.
Siempre estará dividida entre su miedo a que la dejes y su miedo a estar atrapada. Ella nunca será capaz de ponerse en algún lugar en el medio.
Su mente aún no ha conectado con su corazón. Nunca te confesará lo que siente. Nunca admitirá que tiene miedo de sí misma.
Porque un día te querrá cerca de ella, dándole todo el amor y la protección que necesita, y al día siguiente querrá su independencia.
Puede que se sienta atrapada en vuestra relación por los fantasmas de su pasado.
Mientras tú duermes, ella está despierta, viendo pasar el tiempo. Mientras tú duermes profundamente, ella está despierta.
Tiene miedo de cerrar los ojos porque no sabe lo que le espera. Todas las criaturas de sus peores pesadillas pueden venir a por ella, todos sus mayores miedos.
Mañana te levantarás fresco y satisfecho, pero ella caminará como un zombi con grandes ojeras. Cuando eso ocurra, déjala en paz.
No la asfixies intentando ayudarla o hacerla sonreír. En esos momentos, lo único que necesita es a sí misma. Necesita estar sola. Necesita enfrentarse a sus miedos.
Cuando te pida atención, ámala. Cuando te rechace, quiérela aún más.
Aunque es independiente, está aterrorizada como una niña pequeña. Puede parecer feroz y valiente desde fuera, pero se está desmoronando por dentro.
Cada nueva situación, cada nueva persona que conozca la pondrá ansiosa y nerviosa. Intentará demostrarse a sí misma que puede resistir todos los retos y todos los miedos que la consumen.
Hará el papel de chica dura. Pero cada vez que falle, necesitará que estés a su lado. A veces tendrás que cogerla de la mano y apretar su cuerpo contra el tuyo.
Y a veces tendrás que leerla como a un libro para saber exactamente lo que quiere, porque no lo sabrá por sí misma.
Cuando intenta luchar sus propias batallas y va a por todas con todo lo que tiene, la adoro.
Cuando tenga miedo de perder pero te rechace, quiérela aún más.
Siempre estará dividida entre no ser lo suficientemente buena o ser demasiado para alguien. Lucha por encontrar la proporción perfecta de ambas cosas.
Tiene miedo de no amarte como se supone que debe hacerlo, y tiene miedo de amarte más de lo que mereces.
Sería perfecto si pudiera quedarse en el medio porque nunca ha encontrado a alguien que la quiera cuando es ambas cosas.
Cuando ame demasiado, ámala. Cuando no ame lo suficiente, ámala aún más.
A veces, le dolerá y todo lo que podrás ver en su cara serán expresiones tristes y un enorme dolor oculto tras su falsa sonrisa.
Pero a veces será la niña más feliz del mundo, riendo a pleno pulmón con la melodía más dulce que jamás hayas oído.
Cuando ríe sinceramente, ámala. Cuando esconde el dolor tras una sonrisa, ámala aún más.
Siempre te querrá con una dosis de precaución. Siempre tendrá una salida de emergencia, por si algo sale mal.
La parte de su corazón más herida la mantendrá oculta. No se arriesgará a que sus cicatrices vuelvan a abrirse.
Sabe que la dejarás. Todos los que la han amado la han dejado. Puedes jurarlo ahora, pero tú también la dejarás y le harás daño.
Como sabe que la dejarás, intentará sabotear su propia relación. Tratará de encontrar la razón para dejarte primero y tratar de evitar lo que probablemente sea un dolor inevitable.
Así se asegurará de que no le vuelvan a hacer daño. Cuando te quiera a su lado, ámala.
Cuando quiera echarte, quiérela aún más. Nunca le quites su libertad. Necesita sentir el viento en su pelo.
Necesita bailar descalza bajo el cielo. Necesita estar segura de que siempre hay una salida, de que controla su situación.
Nunca atrapes a un pájaro en una jaula porque quiera volar. No le hagas esto. La destruirá.
Ámala cuando todo esté bien y ámala, aún más, cuando no lo esté. Ámala y demuéstrale que nunca ha visto un amor como el que tú le ofreces.
Quiérela como si supieras lo que tuvo que arriesgar para entregarte su corazón. Ámala como si supieras la suerte que has tenido de poder amarla.
Una mujer como ella no necesita un hombre. Una mujer como ella quiere un hombre. Y tú eres el que ella eligió para estar porque eres lo suficientemente fuerte como para sobrevivir al huracán que ella es.
Tú, porque en los momentos en que ella te aparta, porque no sabe quererte, tú la quieres aún más.
Maria Parker es también autora del nuevo libro Her Way, "Cómo superar a un narcisista".