Siempre estaré seguro de una cosa: nos queríamos mucho. Nuestro amor era fuerte y sincero. Sin embargo, éramos demasiado jóvenes y no sabíamos nada sobre crecer, no sabíamos que los cambios son inevitables en la vida de toda persona. La gente nos decía que no duraríamos, pero no les creíamos. Pensábamos que sabíamos más que ellos. Que nuestro amor era más fuerte que el suyo. Pero no lo era. Tenían razón.
Sabía que iba a dejarte meses antes de encontrar el valor para hacerlo. Sólo quería salir de esa relación y no pensaba en ti. Fui tan egoísta. Nunca me perdonaré haberte hecho tanto daño. ¿Cómo es posible que no lo hiciera mejor? ¿Por qué no te llamé? ¿Cómo pude simplemente enviarte un mensaje? Esperabas una llamada que nunca llegó. Nunca te llamé para que pudiéramos hablar, para que pudieras decir lo que querías decir. Podía oírlas, las palabras que dirías.
Sabía que me querías y no podía decirte que no te quería, porque te quería. Todavía te quiero, sólo que de otra manera. No lo entenderías. Así que, necesitaba irme sin una palabra hablada. Sólo un mensaje. Dos años después, me di cuenta. Me di cuenta de lo que te había hecho. Y tú eras mi mejor amigo, mi primer amor. Crecí contigo, eras quien más confiaba en mí y te defraudé. Ahora sé que eres feliz y que la tienes a ella y soy la persona más feliz por eso. Espero que ella sea mejor para ti de lo que yo fui.
No sé cómo he podido seguir viviendo conmigo misma. Probablemente pienses que merezco sufrir como tú sufriste y a veces yo también lo pienso. Mi única excusa es que en aquel momento no lo sabía. Sabía que nuestro amor había llegado a su fin pero no podía decírtelo a ti, a la cara. ¿Cómo podía decírtelo? Eras tan importante para mí que no podía verte herido. Y haciendo eso, evitando ese contacto cara a cara, te perdí para siempre.
Nunca me volviste a decir "Hola". Nunca. Sé que me lo merecía. Siempre esperé que algo te hiciera cambiar de opinión y me dijeras, "Hola". Sólo eso, para saber que me habías perdonado. Que recordabas todas las promesas que hicimos en aquellos días y decidiste ser mejor persona de lo que yo era. Eso nunca sucedió. Ya no vives en nuestra ciudad, ahora estás lejos. No sé si volveré a verte.
Por eso te escribo. Cada vez que recuerdo lo que hice y te pido perdón por haberme ido de esa manera, por romperte el corazón. Me diste todo tu amor incondicionalmente y me comporté horriblemente. Me avergüenzo de mí misma. Si pudiera hablar contigo, te preguntaría por tu trabajo, tu universidad, tus amigos, qué has aprendido sobre la vida en los últimos dos años. ¿Sigues escuchando la misma música (yo sé que sí) y sigues haciendo bromas sobre todo y soñando con viajar por el mundo? ¿Te acuerdas alguna vez de nosotros, de lo felices que éramos? ¿Todas las cosas divertidas que hacíamos juntos? Me acuerdo y siempre pienso en los días buenos. He olvidado todo lo malo. Le digo a todo el mundo que tú me hiciste la persona que soy hoy y siempre te estaré agradecida.
Si pudiera hablar contigo, te contaría todos los cambios que ha habido en mi vida, todo lo que he hecho, los lugares que he visitado. Soy una persona muy feliz, le tengo a él y a mucha gente en mi vida que me quiere.
Eres una gran parte de mí y siempre lo serás. Espero que un día, dentro de diez años, cuando tengamos nuestros propios hijos, te vea y me digas: "Hola". Y entonces sabré que me perdonas porque recordaste cuánto te quise. Entonces creo que podré perdonarme a mí misma.