En el citas modernas En todo el mundo, uno de los peores comportamientos que se pueden mostrar en una relación sentimental es ser pegajoso.
Lo último que quieres es que tu pareja te perciba como una persona demasiado necesitada y desesperadamente enamorada de ella.
Aunque éstas no son cualidades deseables para una novia, lo cierto es que hoy en día muchas personas confunden el cariño con un comportamiento pegajoso.
Sin embargo, hay algunas diferencias cruciales entre ambos, y he aquí cinco de ellas.
1. Demasiado apego inmediato frente a dejar que las cosas sigan su curso
La primera diferencia entre ser demasiado pegajosa y cuidar a tu hombre radica en la cantidad de tu apego emocional hacia él y, lo que es más importante, en el tiempo que tardas en encariñarte con él.
Aunque creas en cosas románticas como el amor a primera vista, eso no significa que esté bien obsesionarse con ese chico desde el primer día.
Y esta es exactamente una característica básica de una novia necesitada y pegajosa: empieza a actuar como si ella y su nuevo novio tuvieran una relación duradera y comprometida desde el principio, lo que ahuyenta a la mayoría de los hombres.
No es sólo que estas chicas quieran hacer las cosas oficiales de inmediato, sino que insisten en ver a su novio todos los días, en conocer a la familia del otro y en formar parte de su vida desde el principio.
Y lo que es más importante: estas chicas tienden a planificar con demasiada antelación.
Hablan de matrimonio y de su futuro juntas mucho antes de que el chico con el que salen decida si son material para una relación.
Ya sabes de quién hablo: de esas chicas que ya tienen pensado el nombre de sus hijos después de la primera cita. Asusta, ¿verdad?
El apego es mucho más que eso. Muestras un comportamiento pegajoso si dices "te quiero" demasiado pronto y si te comportas como si no pudieras imaginarte la vida sin tu novio aunque llevéis poco tiempo saliendo.
En pocas palabras, no puedes actuar como su esposa si lleváis saliendo unas semanas o incluso unos meses.
Por otro lado, una novia cariñosa dejará que las cosas sigan su propio curso natural, por mucho que le guste un chico.
No le empujarás a algo para lo que no está preparado sólo para curar tus inseguridades y no le obligarás a llevar vuestra relación a un nuevo nivel a menos que él mismo quiera hacerlo.
Tratar así a tu novio y a vuestra relación no significa que él o ella te importen un bledo; en realidad es una señal de que este chico te importa lo suficiente como para respetar sus límites.
2. Tener tu propia vida frente a ser parte de la suya
Cuando formas parte de una pareja, es natural que tu vida y la de tu novio se entrelacen hasta cierto punto.
Sin embargo, esto no significa que debas dejar de existir como persona individual sólo porque ahora seas su novia.
Eso no significa que esté bien que dejes de lado a todos y a todo lo que te rodea, incluida tu carrera y tus hábitos diarios, sólo para adaptarte a él y a sus necesidades.
Este es precisamente uno de los ejemplos de comportamiento apegado-ditching su vida y centrarse plenamente en la de su novio.
Es matar a la persona que eras antes de conocer a tu novio; perder a todos tus amigos y hacer todo lo posible por formar parte de su grupo, olvidarte de todas tus aficiones e intereses y convertirte en un clon femenino del hombre con el que sales.
No, no le gustarás más si empiezas a comportarte así. Al contrario, le molestarás y empezará a verte como un asqueroso que intenta apoderarse de su vida y de su personalidad.
La verdad podría ser que las personas similares son las más compatibles.
Sin embargo, esto no significa que debas cambiar la esencia de lo que eres y fingir ser otra persona sólo para gustarle más a este hombre.
A pesar de la duración y el nivel de compromiso de tu relación, recuerda tener siempre una vida propia fuera de ella.
No tienes que seguir ciegamente a tu novio porque no eres su accesorio, eres un ser humano por ti misma y nunca debes olvidarte de actuar como tal.
Tus amigos y tu familia son todos tuyos y no deberías pensar en dejarlos si, por ejemplo, tu novio no se lleva bien con ellos.
Mantén tus gustos musicales, cinematográficos y demás y no dejes que esta relación te cambie por completo.
Y lo más importante: ¡sigue siendo tú misma! Créeme, todos los hombres prefieren estar con una mujer que sea fiel a la persona de la que se enamoraron a una chica a la que puedan moldear a su antojo.
Además, si te importa tu novio, le darás suficiente espacio para respirar. No significa que no te quiera lo suficiente sólo porque necesite algo de tiempo libre o porque quiera salir con sus amigos sin que tú estés presente.
3. 3. Acosarle frente a vigilarle
Aunque algunos no lo vean así, hay una gran diferencia entre acosar a tu pareja romántica y controlarla; una diferencia entre seguirla y cuidarla.
Sin embargo, muchas chicas confunden ambas cosas y a menudo ahuyentan a sus novios respirándoles en la nuca todo el tiempo.
Pregúntate por qué realmente llamas y envías mensajes de texto a este hombre la mayor parte del tiempo.
¿Te interesa de verdad saber si está cansado y cómo le va o lo utilizas como pretexto para comprobar con quién pasa el tiempo?
¿Te importa si ha comido o dormido bien o sólo quieres asegurarte de que no ha salido con algunas chicas después del trabajo?
¿Te preocupa el bienestar de tu hombre o intentas estar al tanto de todos sus movimientos sólo para evitar que se aleje demasiado de ti?
No te preocupes: ningún chico maduro te acusará de estar demasiado necesitada si demuestras que te importa de verdad.
No sentirá que le asfixias cuando le demuestres que te preocupas por él y que quieres que esté bien.
Sin embargo, si tus intenciones son otras y te da igual lo que le pase mientras no le engañe, te descubrirá y te considerará una loca posesiva que coarta su libertad.
4. Amarle frente al miedo a perderle
Otra diferencia crucial entre el comportamiento pegajoso y el cariñoso es la diferencia entre querer de verdad a tu pareja y tener miedo a perderla.
A primera vista, podría pensarse que estos dos conceptos son la misma cosa, pero en realidad no lo son.
Sí, cuando amas a alguien con todo tu corazón y toda tu alma, es completamente natural que no quieras vivir sin esa persona.
Sin embargo, cuando se trata del amor verdadero, lo más importante para ti es la felicidad de esa persona.
Por lo tanto, cuando un chico te importa profundamente, lo único que quieres es que esté bien y satisfecho con su vida, aunque eso no te incluya a ti.
Tus emociones son completamente desinteresadas y quieres lo mejor para este hombre, contigo o sin ti.
Por otro lado, cuando pegajosotodos tus esfuerzos están dirigidos a mantenerlo cerca de ti.
Estás dispuesta a hacer lo que sea para que nunca se vaya de tu lado y no te importa si eso es lo que realmente quiere.
Tus inseguridades sacan lo mejor de ti y todo lo que haces por este chico es fruto de tus miedos.
Te aferras a él con tanta fuerza que acabas alejándolo de ti, que es, irónicamente, lo que has estado intentando evitar todo el tiempo.
5. Querer ser amable frente a ganar poder
Cuando te preocupas, sólo quieres ser amable.
Por supuesto, esperas algún tipo de aprecio y respeto por todos tus sacrificios y te sientes ofendido si la otra parte no iguala tus esfuerzos, pero eso es todo.
Sin embargo, las personas pegajosas no hacen nada de corazón. En cambio, exigen gratitud y hacen favores a su pareja solo para ganar poder sobre ella.
Si eres pegajososiempre buscarás la manera de ayudar a tu novio, sólo para ser superior a él.
En este escenario, él es el que tiene que darte las gracias constantemente y el que tiene que devolverte todo lo que le has dado.
Y para ser honesto, eso es exactamente lo que querías lograr todo el tiempo. Querías tener la oportunidad de restregarle tu amabilidad en la cara cada vez que no se comporta como tú quieres.
Además, estás usando todos estos favores como una forma de chantaje emocional. Juegas con la conciencia de este tipo y sabes que no te dejará, debido a todo lo que haces por él.