¡Lo admito! Me enamoré como una loca, sin pensar en el mañana. Te lo di todo sin pedirte que me correspondieras. Fui una tonta a la que utilizaste para tus sucios planes. Eras tan buen actor. Nunca había visto a alguien actuar así, con tantas emociones y el poder de hacer que la gente crea en lo que tú quieres. Y tú hiciste lo mismo conmigo, la chica inocente que sólo quería experimentar algo de amor. Sólo quería a alguien que me cuidara, que me besara y me abrazara porque quería y no para conseguir lo que quería.
¡Lo admito! Cometí un terrible error. Me perdí totalmente por un hombre tóxico como tú. Y en el momento en que lo di todo por ti, cometí un error que casi me mata. Vivir contigo, rodeada de tu amor tóxico me costó mis nervios, mi salud y mi energía. Eras como un vampiro que me chupaba toda la energía positiva. Alimentabas tu pobre alma de mi, no dejabas que te dejara. En cada intento de dejarte, me decías que ibas a cambiar, que estabas pasando por una crisis y que me querías. Conocías una gran manera de engañar a una chica que te amaba. Sabías qué decir para hacerme sentir bien. Sabías cuándo tocarme para que me estremeciera de placer. Lo sabías todo de mí porque yo era como un libro abierto para ti. Te conté hasta mis secretos más oscuros mientras no tenía ni idea de ti. Te lo conté todo sobre mi vida mientras tú mantenías la boca cerrada. No querías revelar nada de ti porque no había nada bueno que contar.
¡Lo admito! Me quedé más de lo que debería, sólo por tus mentiras perfectas. Y eso es algo que no me puedo perdonar. Me dijiste que ibas a cambiar pero seguiste con tus mentiras y me engañabas. Siempre que tenías ocasión, me engañabas mientras me decías que yo era la única mujer de tu vida y que estarías perdido sin mí. Contigo nunca me sentí lo suficientemente guapa, digna o inteligente. Siempre eras tú el que llevaba la voz cantante, el que daba sugerencias, el que decidía. Y yo era como una persona al margen, esperando a que terminaras para decirte una vez más que estoy de acuerdo contigo. Nunca nada se ajustaba a mis reglas y, mientras vivía contigo, perdí la confianza en mí misma sobre las cosas que antes se me daban bien.
¡Lo admito! Una relación contigo fue mi mayor error y nunca me perdonaré haber estado contigo tanto tiempo. Fui una tonta por dejar que me trataras así. Te lo di todo mientras tú ni siquiera intentabas luchar por lo que teníamos. Fuiste un cobarde por hacer que me quedara contigo todo este tiempo sin ninguna intención de darme el amor que necesitaba. Y no me dejaste ir a buscar a alguien que me quisiera tal y como soy. Querías tener a alguien con quien curar tu frustración. Y esa era la mujer que te amaba con todo su corazón. Aunque vieras que me hacías daño, no parabas ni un segundo. No sentías ningún remordimiento por lo que me hacías y yo era demasiado débil para reaccionar siquiera ante aquella injusticia.
¡Lo admito! Le di mi amor al hombre que no lo merecía. Se lo di todo a alguien que tomó mi corazón y lo pisoteó. Me enamoré de un hombre que no podía amar a una sola persona, ser fiel a una sola persona. Estaba locamente enamorada de un hombre que ni siquiera podía luchar por mí cuando yo quería que lo hiciera. Y al final, me perdí totalmente por un hombre así. Me perdí completamente por un hombre que significaba el mundo para mí, pero que cerró los ojos a todo el amor que venía de mí. Y ahora, después de todo este tiempo sola, por fin puedo entender que sólo fuiste una lección que tuve que aprender. Solo fuiste alguien que me mostró lo que NO merezco.
Y debo admitir que Aprendí esta lección de una manera dura. Aún siento el sabor de ese amor tóxico y sigo luchando por volver a ser la antigua yo. Pero nunca perdí la esperanza de días mejores. Y sé que llegarán tiempos mejores. Quizá no mañana ni dentro de un mes, pero llegará. Un día, mi corazón sanará por completo y estará listo para un amor de verdad. Un día, volveré a ser la misma de antes. Y nunca dejaré que ningún hombre me trate como tú lo hiciste.
Un día, sentiré el amor que tanto ansiaba con un hombre que no intentará cambiarme. Simplemente me aceptará por completo y le dará las gracias por dejarme ir.