1. Tienen una política de no-filtro, y casi cualquier cosa puede ser una broma
Incluso las cosas más serias esconden algo divertido. Los mejores amigos sarcásticos encuentran la diversión y se burlan de casi todo.
El humor negro es su seña de identidad, pero no necesitan contar un chiste para hacerte reír.
Se convierten en situaciones de la vida real y, por lo tanto, te alegran el día. Te ríes hasta que te duele aunque sabes que probablemente no deberías.
2. Tienen su propia forma de expresar cariño
Probablemente nunca oirás a estos mejores amigos llamarte "cariño", "querido", "nena" o similar, pero no dudarán en llamarte "estúpido", "bicho raro" o "zorra".
Saben que hablas sarcasmo con fluidez y que traducirás todo eso en palabras de puro amor crudo (especialmente en feliz cumpleaños a mi mejor amigo letras).
3. Te ayudan a mantener la realidad
Cuando empieces a flipar, serán la bofetada de realidad que necesitas. Te tomarán el pelo hasta que veas que no hay nada que pensar.
A veces un texto no tiene nada escrito entre líneas. Es un simple texto.
A veces no tienes que resolverlo todo en ese momento porque el mundo no se va a acabar.
4. Nunca se andan con rodeos
Dicen lo que piensan, sin importarle si van a ofenderle a usted o a cualquier otra persona. Evitan endulzar las cosas.
Además, no tienen miedo de agitar un poco las cosas y ver cómo reacciona la gente a sus comentarios.
Si lo piensas bien, es bueno que sean así. Al menos sabes que te dirán la verdad por muy hiriente que sea.
5. Ninguno de vosotros se ofende nunca
Os insultáis a diario. No dudáis en burlaros del otro por cualquier cosa.
Lo importante es que sepas que no hay malas intenciones detrás de las palabras que pronunciéis.
Estás con una persona que sólo piensa en lo mejor para ti. Por eso casi nunca os peleáis.
6. Te empujan a salir de tu zona de confort
Puede que no seas tan sarcástico como tu amigo, pero lo estás consiguiendo poco a poco.
Probablemente no tenías intención de convertirte en una persona sarcástica, pero ha ocurrido.
Te sorprendes a ti mismo dando réplicas ingeniosas y haciendo reír a una sala llena de gente con tus comentarios inapropiados.
Te estás volviendo más audaz y tu autoestima crece por momentos porque poco a poco empiezas a darte cuenta de que en realidad no te importa lo que los demás piensen de ti.
7. Te enseñaron que el sarcasmo es la mejor arma contra los gilipollas
Lo que pasa con los gilipollas es que normalmente ni siquiera entienden el sarcasmo, así que puedes reírte de ellos en su cara y ni siquiera lo entenderán, e incluso si lo hacen no te importará.
Tu piel es más gruesa ahora, y sabes que no tienen nada contra ti. Se pudrirán en su propia toxicidad de todos modos.
8. Tus enemigos son sus enemigos
Básicamente, odiáis a la misma gente y eso hace que el vínculo entre vosotros sea aún más estrecho.
Ni siquiera te paras a pensar antes de burlarte descaradamente de ellos. Exagerarlo todo siempre es una ventaja.
Tus ex suelen ser el material maduro para burlarse, así que algo en la línea de: "Míralo, ¿estuviste borracho durante toda la relación?", " No seas tonto.
Por supuesto, no volverás con él. Sería como ducharse y volver a ponerse la ropa interior sucia".
9. Son los amigos más leales
Nunca te cuentan que alguien ha dicho algo malo de ti porque les cortan antes de que tengan la oportunidad de hablar de ti.
Siempre están ahí para defenderte y te cubren las espaldas en todo momento. Nunca te traicionarán, eso seguro.
10. Son capaces de apagar su sarcasmo cuando realmente los necesitas
Puede confiar en ellos. Estarán a tu lado a cualquier hora del día o de la noche. Sin embargo, no van a estar ahí sólo en los momentos divertidos.
También estarán a tu lado cuando todo empiece a ir mal.
Son empáticos aunque no siempre lo demuestren. Te escucharán sin hacer ningún comentario sarcástico cuando las situaciones lo exijan.
11. Todo el mundo necesita un Chandler Bing en su vida
Tienes suerte, porque aunque todo el mundo quiere un amigo como Chandler Bing, tú tienes una versión real de él en tu vida.