Gracias por estar ahí en mis peores momentos
Creo de verdad que no habría sobrevivido a todos esos momentos difíciles de mi vida si no te hubiera tenido a ti para apoyarme.
Sabes todo lo que hay que decir; no tienes miedo de aplicar un amor duro cuando ves que necesito salir de mis delirios.
Me diste algunos de los mejores consejos y motivación para seguir adelante. Me escuchaste. Estuviste ahí. Hoy no sería tan fuerte si no fuera por ti.
Gracias por celebrar mi felicidad como si fuera la tuya propia
Eras el viento bajo mis alas. Creías en mí incluso cuando yo no tenía fe en mí mismo. Celebrabas mis victorias como si fueran tuyas. Sólo un verdadero amigo puede hacer eso.
Mi felicidad crecería más y más porque te tenía a ti para compartirla. Porque te tenía a ti para ser feliz por mí.
Gracias por escuchar mis dramas románticos una y otra vez.
No importa si era un chico que me gustaba o alguien con quien solía salir. Estabas ahí para tumbarte conmigo en mi sofá y analizar sin parar cada uno de sus movimientos.
Sabías que lo necesitaba aunque no siempre fuera divertido o interesante. Aunque probablemente tuvieras algo mejor que hacer. Estabas ahí, y te lo agradezco.
Gracias por crear recuerdos conmigo
Es increíble la cantidad de cosas que dos personas pueden experimentar juntas en un año y todos los años de amistad .
Tantas risas, viajes, vacaciones, nuevos lugares por la ciudad, viejos lugares, nuevos países y nuevas personas.
Realmente ha sido un viaje tan estupendo que no quiero que termine. Espero que nunca dejemos de crear recuerdos y que acabemos en la misma residencia de ancianos.
Gracias por crecer y evolucionar conmigo
No somos las mismas personas que el día que nos conocimos. Hemos cambiado con los años y nos hemos aceptado como somos.
Nos hemos empujado unos a otros fuera de nuestras zonas de confort y nos hemos retado a ser mejores y a alcanzar la luna.
Gracias por aceptar mis disculpas
Gracias por comprender que soy humano y que cometo errores. Sé que hubo momentos en los que, sin querer, te hice daño o te hice sentir mal. Aún lo lamento.
Pero tienes un corazón enorme, y a veces me conoces mejor que yo mismo. Sabes por qué reacciono de cierta manera y qué hay debajo de todo eso.
Gracias por acallar mis inseguridades
Olvido que me debo a mí mismo la misma cantidad de amor que sigo dando a los demás. Olvido que merezco algo mejor, y mi mente se llena de inseguridades.
Gracias por recordarme que tengo que quererme más a mí misma. A veces lo olvido. Por suerte, te tengo a ti para tranquilizarme y llenarme de confianza y esperanza.
Te tengo a ti para que me detengas cuando quiera conformarme con menos.
Gracias por ser una parte importante de mi vida este año y todos los años.
Quiero que sepas que eres mi ángel de la guarda y me siento muy bendecida por tenerte en mi vida.
Enriqueces mi vida y me traes la calma después de todas las tormentas. Eres un amigo para toda la vida y mereces que te lo recuerden todos los días de tu vida y no sólo en un carta de feliz cumpleaños.