¿Podemos ser realistas por un minuto? Tanto hablar de los hombres. Los buenos, los malos, los que definen nuestro ser. ¿Podemos dejar eso por un segundo? ¿Podemos hablar de quiénes somos sin los hombres? ¿En quién nos convertimos cuando nos miramos al espejo? Porque hablamos de todos estos hombres tóxicosy no sabemos por qué les dejamos entrar. No sabemos cómo dejamos que nos quiten tanto. No sabemos por qué cometemos los mismos errores una y otra vez. Pero yo sí lo sé. Es porque no nos gusta lo que vemos cuando nos miramos en el espejo. Cómo dejamos que la gente nos trate es un reflejo directo de cómo nos sentimos con nosotros mismos. Independientemente de cómo de honestos seamos con nuestra autoestima de mierda, tenemos que superarla. No importa cuántas veces nos hayan amedrentado, intimidado o hecho sentir que no somos lo bastante buenos, tenemos que creer que lo somos.
La televisión, las revistas, el Photoshop y la maldita Internet nos dicen que no estamos a la altura de las expectativas sociales. Que nuestro aspecto no es el adecuado y que tenemos que arreglar esto o mejorar aquello. Que tenemos que tener una determinada cosa y una determinada talla para ser lo suficientemente buenos. Tenemos pastillas, pociones y habitaciones del pánico para salvarnos de nosotros mismos y de los demonios que creamos en nuestra mente. Todas las pruebas apuntan a nuestros fallos. Y nunca podremos estar a la altura de los Jones, por mucho que lo intentemos.
Recurrimos al alcohol, las drogas y los reality shows para escapar de nuestras propias realidades de mierda... y así es como entran. Los sociópatas y los narcisistas y todos los vampiros emocionales tóxicos y destructores de la vida... se filtran por las grietas de nuestra baja autoestima y nos adormecen con su presencia embriagadora. Refuerzan las opiniones negativas que hemos sido condicionados a tener de nosotros mismos y es muy difícil luchar contra nuestro propio discurso negativo.
¿Cuál es la solución? ¿Cómo evitamos a todos los gilipollas cotidianos que nos despojan de nuestra autoestima por deporte? Nos amamos a nosotros mismos. Nos miramos al espejo y nos retamos a AMAR absoluta e incondicionalmente lo que vemos. Aceptamos nuestras imperfecciones y nos negamos a que nos hagan sentir pequeños por ellas. Pasamos tiempo con nosotros mismos, averiguando quiénes somos y qué nos gusta, y hacemos esas cosas. Nosotras hacernos felices porque merecemos ser felices. Nos dedicamos a asegurarnos de que nos tratan como reinas, porque somos reinas. Y cuando lo hagamos... todo lo que no sea eso será una broma. Tienes que ser capaz de decirle a un hombre, "Si quieres estar conmigo, tendrás que tratarme tan bien o mejor de lo que yo me trato a mí misma y me exijo mucho". y lo dices en serio. Porque si tú no te lo crees, ellos tampoco.
por Tia Grace
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