Nadarías el océano por él, pero no estás segura de que él hiciera lo mismo por ti. Te gustaría que se quedara contigo el resto de tu vida, pero es un indeciso. Siempre va con prisas a alguna parte y tú sólo tienes un trocito de su día (si tienes suerte).
"Si realmente la amara, ni siquiera pensaría en estar contigo". Probablemente sean palabras sabias de una 'otra mujer' extremadamente triste, por lo que encontró consuelo en estas palabras. En realidad son tonterías.
Puede que tú seas su deseo temporal, pero la verdad es que él le pertenece a ella. Ella es su primera opción y con ella está casi todas las noches.
Sí, sigue prometiéndote las estrellas y diciendo que todo va a mejorar en el momento en que termine su relación con ella. Dice que no puede sacarte a la luz y que tenéis que disfrutar de vuestro tiempo juntos en la intimidad porque quiere hacer las cosas como es debido.
Como es una criatura sensible que no quiere dejar atrás corazones rotos, está esperando el momento adecuado para estar contigo.
El único problema es que nunca llega el momento adecuado y las mañanas son interminables.
¿Ves lo que hizo ahí? Puede que ni siquiera haya iniciado la aventura contigo. Puede que ni siquiera hayáis salido nunca, pero ahora estáis ahí, capturados por "la espera".
Estás esperando a que lo deje para otro día y ni siquiera estás absolutamente segura de que vaya a acabar contigo, pero sigues esperando.
La esperanza en él te destruirá.
Así funciona el cerebro de las mujeres. Mira, no hace falta que él te prometa estrellas, tú ya has creado este futuro perfecto sólo con vosotros dos juntos y vuestro perro. Lo has planeado hasta el más mínimo detalle. Y te aferras a ese pensamiento con tanta fuerza, esperando a que él venga y haga realidad tus sueños.
Sólo está jugando contigo. Te está haciendo creer que al final llegará. Estamos acostumbrados a esperar tantas cosas en la vida que ni siquiera te preocupa esperarle. Te has hecho creer que va a llamar a tu puerta cada minuto y que, cuando la abras, va a estar ahí delante, de pie, con su maleta.
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Llegará con las palabras: "¡Cariño, estoy en casa!" y toda tu soledad habrá merecido la pena.
Odio tener que decírtelo, pero él no es tu prometido.
Mientras tú estás allí esperándole, él se limita a disfrutar de su tiempo con ella. No le cuesta mostrarla al mundo ni cogerla de la mano en público.
No eres tú. Es ella la que está a su lado ahora, y no importa cuánto te esfuerces, lo encantadora que seas o si eres mejor que ella, nunca serás su primera opción. Con ella lo tiene todo, o al menos con ella tiene la mayoría de las cosas que necesita.
Ella le conviene, y tú estás ahí para llenar los vacíos que él siente que le faltan.
No hay una historia especial. No hay amor épico ni el cierre que buscas.
Chica, estás perdiendo el tiempo. Estás dejando pasar el periodo más increíble de tu vida. Y no podrías estar más equivocada.
Pronto te darás cuenta de que se está inventando cosas.
Se le ocurren las excusas por las que no puede dejarla. Siempre es otra cosa que aparece un minuto antes de que termine con ella.
Lo que tienes que entender es que es sólo un jugador. Está jugando contigo. No te va a servir incluso si la deja por ti porque eventualmente, podría dejarte por alguien más también.
Estás poniendo todos los huevos en la misma cesta en lugar de renunciar a él. El mundo cruza los dedos para que veas a tiempo que te está haciendo perder el tiempo. No pases el resto de tu vida esperando a alguien que quizá nunca llegue. En lugar de eso, dedica tu tiempo y atención a alguien que te corresponda de verdad y que te convierta en su #1.
¡Oh, y dale un beso de despedida a ese gilipollas!
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