Si salvas una vida, eres un héroe. Salva cien vidas, eres una enfermera.
1. Están con nosotros en los momentos más importantes de nuestra vida
No olvidemos nunca que las enfermeras son quienes están más cerca de nosotros en los momentos más vulnerables de nuestra vida.
No hay muchas profesiones que incluyan estar presente en los acontecimientos más significativos de la vida de las personas.
Las enfermeras nos acompañan desde el nacimiento hasta la muerte, desde la enfermedad hasta la recuperación.
En el momento en que respiramos por primera vez, las enfermeras estaban allí.
Cuando temimos por nuestra salud y la de nuestros seres queridos, ellos estuvieron ahí.
Cuando experimentamos dolor, pérdida o felicidad, son ellos quienes nos cogen de la mano, nos cuidan cuando estamos indefensos y celebran cuando nos recuperamos.
Son los héroes silenciosos en el trasfondo de nuestra vida, nos apoyan en los buenos y en los malos momentos y a veces ni siquiera nos damos cuenta de su presencia. ¡Cambiemos eso!
2. Arriesgan sus vidas para salvar las nuestras
Su trabajo nunca es el mismo; cada día es un nuevo reto, cada día es imprevisible.
No sólo eso, sino que el estrés que experimentan es mayor de lo normal, junto con una carga emocional que es casi imposible no experimentar en un trabajo como éste.
Se necesita un ser humano excepcional para hacer un trabajo que conlleva tanta responsabilidad y exige tanta fuerza como empatía.
Fuerza para soportar cualquier cosa, empatía para comprender a cualquiera.
Se ponen en primera línea y arriesgan literalmente sus vidas para salvar las nuestras.
No olvidemos que las enfermeras también tienen sus propias familias.
Son madres, hermanas, hijas y esposas, así como padres, hermanos, hijos y maridos.
Sus familias se preocupan por ellos y por su bienestar cada día.
A pesar de todo, su pasión y su afán por ayudar a la gente es lo que les empuja a hacer su trabajo cada día y a no rendirse nunca.
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3. Cuidan de nosotros de la misma manera que cuidan de sus seres queridos
Las enfermeras no ven las diferencias entre los seres humanos, sólo ven personas necesitadas, personas que necesitan cuidados y ayuda.
Por eso su vocación es una de las más abnegadas del mundo.
Tratar y ayudar a todos por igual es alcanzar el mayor ideal de la humanidad.
Las enfermeras reconocen el valor de cada ser humano y atesoran la vida haciendo del bienestar humano su prioridad.
4. Cambiaron la historia de la humanidad con su bondad
Hay tantos ejemplos en la historia en los que las enfermeras salvaron de una crisis a personas como colectivo, y también a individuos.
Ya en el siglo XIX, las enfermeras fueron quienes introdujeron prácticas sanitarias durante las guerras y salvaron a miles de personas, si no más, de contraer infecciones y morir.
Fueron ellos quienes ayudaron a los pacientes que padecían enfermedades de transmisión desconocida cuando todos los demás tenían miedo de hacerlo.
No les dejaron morir solos.
Las enfermeras inventaron muchas cosas y descubrieron muchas prácticas útiles que salvan vidas hasta el día de hoy, simplemente por estar al lado de sus pacientes, escuchar sus necesidades y cuidar de su salud y sus vidas.
No olvidemos mencionar todas las ocasiones en que los enfermeros reaccionan a tiempo y salvan a personas en lugares públicos al reconocer síntomas de accidentes cerebrovasculares y otros peligros. ¡Verdaderos héroes!
5. Son seres humanos extremadamente valientes
Ser enfermera es ser un ser humano valiente. Anteponer las necesidades de los pacientes es algo extraordinario y digno de elogio después de todo.
Muchas enfermeras a lo largo de la historia fueron voluntarias que arriesgaron su vida en tiempos de guerra y epidemias, vieron cosas inimaginables y, aun así, aguantaron y lucharon por el bien.
Las enfermeras han actuado con valentía y abnegación en casi todas las catástrofes que le han ocurrido a la humanidad y por eso tenemos que darles las gracias de todo corazón.
Da las gracias a las enfermeras de tu vida y en tu comunidad y haz que se sientan reconocidos.
Muéstrales que sus esfuerzos tienen sentido y que cada día cambian el mundo a mejor.
Sin las enfermeras, el mundo no conocería el amor y los cuidados que van más allá de las falsas diferencias y ven siempre el verdadero valor de la vida humana.