Puedes derrumbarte. Nadie espera que mantengas la máscara irrompible.
Podemos andar por ahí con estas máscaras puestas, escondiéndonos del mundo y evitando que nos hagan daño, pero cuando volvemos a casa, todos los disfraces se caen y quedamos al desnudo, solos con nuestros pensamientos y nuestras verdaderas emociones.
Es entonces cuando sabes que puedes derrumbarte. Sabes que nadie está mirando. Sabes que nadie verá tu debilidad.
Puedes cerrar la puerta del dormitorio y llorar con sólo cuatro frías paredes como público. No se lo dirán a nadie. Te aplaudirán en silencio y seguirás adelante.
Se te permite llorar sin motivo. Sientes que tienes que llorar. Necesitas dejar salir esas emociones confusas que te molestan.
Te hacen sentir incómodo. Son las nubes que pintan de negro tu mente soleada.
Puedes llorar por tu pasado. Tienes derecho a no olvidar algunas cosas. Necesitas llorarlas y luego dejarlas ir.
Ese será tu cierre. Tal vez no tuviste la oportunidad de terminar ese capítulo de tu vida. Tal vez ahora sea el momento de terminarlo.
No es vergonzoso no tener a nadie con quien compartir tu dolor. Te tienes a ti mismo. Puedes compartirlo contigo mismo. Tú eres quien mejor te conoce.
Tú eres quien mejor conoce tu corazón y tu mente. Te las arreglarás.
Véase también: Lea ESTO si su mundo se está desmoronando
No hay que avergonzarse de gritar y sollozar contra la almohada para que nadie te oiga. No pasa nada por despertarse con la cabeza apoyada en una almohada empapada de lágrimas. La lavarás como lavaste esos sentimientos con tus lágrimas.
Se te permite mentir diciendo que estás bien. Tienes que mentir porque llevas tu máscara fuerte. Te hace sobrevivir al día entre la gente cuando lo único que quieres hacer es enterrarte en el rincón más oscuro de tu habitación y llorar.
Te permiten quedarte en el baño mirándote al espejo y mirándote los ojos ensangrentados, intentando calmarte porque tienes que entrar en una habitación llena de gente que se dará cuenta de que has estado llorando.
Vas a lavarte la cara e intentar recomponerte hasta que tu rostro recupere su color natural. Y aunque alguien se dé cuenta, vas a mentir diciendo que estás bien. No, estás genial. Nunca has estado mejor.
Puedes derrumbarte delante de alguien. Ese alguien intentará ayudarte. No pasa nada por pedir ayuda. Todos la necesitamos. Todos somos humanos, todos tenemos emociones y todos necesitamos ayuda. Y tú también. Eso no te hace menos mujer.
Se te permite esconderte bajo esta máscara que has creado. Puedes quitártela cuando vuelvas a casa.
Se te permite desmoronarte porque volverás a levantarte.
Es maravilloso que estés en contacto con tu cuerpo, tu corazón, tu alma y tu mente.
Trabajad juntos. Vais a estar bien.