Si anoche apenas dormiste porque te pasaste toda la noche buscando en tu interior al principal culpable de que te rechazaran... ¡Hola! Encantado de conocerte. He pasado por eso y por favor... únete al club.
Somos muchos, y no pienses ni por un segundo que estás solo. El rechazo te hace eso. Te llena de soledad. Te hace creer que la otra persona te ha rechazado porque no eres lo bastante bueno.
Así que sigues pensando que podrías haber hecho o dicho algo diferente para cambiar el resultado. Que si fueras un poco menos como eres, todo sería diferente ahora.
No te ahogues en tus pensamientos. No has cometido ningún error. Siempre debiste ser fiel a ti mismo.
Es hora de que silencies esa negatividad y veas la verdadera verdad sobre el rechazo... alguien no vio de qué estás hecha y todo tu potencial, y que te dejen es una don absoluto.
La verdad es que la vida te tiene reservadas cosas mejores que la persona que decidió marcharse.
Y si eres totalmente sincera contigo misma, nunca fuiste realmente feliz con ellos. Sólo sentías que estabas cerca de la felicidad y te aferrabas a la idea de que era la persona adecuada para ti.
No es el fin del mundo aunque lo parezca. Tu corazón se rompe y cada grieta duele como el infierno. No puedes hacer las paces con lo ocurrido tan fácilmente.
Eso está más que bien. Nada sucede de la noche a la mañana. Necesitas tiempo, pero te armarás de valor para enfrentarte a todo lo que te asusta y se interpone en tu camino.
Abrirás los ojos y verás que no había nada malo en ti. Lo único malo es la persona en la que invertiste tan desinteresadamente y que no supo corresponderte.
El único equivocado aquí es la persona que te subestimó y te dio por sentado. La persona que demostró claramente que no te respeta y que no merece un lugar en tu vida.
El comportamiento de esa persona hacia ti te cargó con la creencia subconsciente de que no eres digno de amor y respeto. Por eso empezaste a fijarte en tus defectos y a menospreciarte.
Para. No hagas eso. Tu autoestima no tiene nada que ver con ser rechazado, y tiene todo que ver contigo mismo. Valídese porque lo que importa es cómo te ves a ti mismo, no cómo te ven los demás. Créeme, la mitad de las veces no te prestan atención porque lo único que les importa son ellos mismos.
Respeta quién eres y lo que has conseguido hasta ahora en la vida. Quiérete a ti mismo. Date un caprichopara que otra persona sepa cómo tratarte.
Al fin y al cabo, nosotros damos ejemplo. Solo nosotros determinamos lo que nos merecemos, así que sé amable contigo mismo y nunca permitas que nadie te trate mal.
El rechazo no es algo que determine tu valor-es sólo la señal de que mereces más. De que tienes opciones en la vida, de que puedes empezar a escribir una historia mejor de la que estabas en-una historia que nunca termina, sino que empieza y dura en la felicidad.
Verás, aprendes de tu dolor. Todos lo hacemos. Es lo que nos hace crecer y evolucionar. Es lo que nos hace descubrirnos a nosotros mismos y de qué estamos hechos.
Así pues, acepta el rechazo como una parte de la vida que te empujó a salir de tu zona de confort y empezó a formar a la persona más fuerte, más sabia y que se ama a sí misma en la que aún estás por convertirte.
Acéptalo como una oportunidad para el amor verdadero, porque la persona con la que se supone que vas a acabar hará todo lo posible por mantenerte en su vida, y se enamorará de cada pequeña virtud y defecto que hay en ti.