Las relaciones ya son difíciles de por sí, pero ¿qué pasa cuando estás enamorada de un vampiro emocional? ¿Qué pasa cuando te quita toda la energía que te queda? ¿Cómo vas a sobrevivir a la curación si eres incapaz de levantarte de la cama por la mañana?
Bueno, luchas, trabajas con lo que tienes y sobrevives. Mejoras; te curas. Es como aprender a andar de nuevo. Lleva mucho tiempo y es doloroso, pero al final vuelves a andar y te olvidas de que durante mucho tiempo no pudiste levantarte.
Estos vampiros emocionales tienen el poder de hacerte sentir indigno y unlovable. Siempre encontrarán la manera de hacerte sentir mal contigo mismo. Es su principal arma para controlarte. Pero como hay diferentes tipos de vampiros emocionales, hacen lo mismo pero de diferentes maneras.
Estos son los tipos y lo que debe hacer para defenderse:
1. El narcisista
La más famosa de todas ellas es la Beyoncé del mundo de la canción. Los narcisistas son extremadamente peligrosos. La persona más importante para ellos son ellos mismos. Son personas incapaces de amar a nadie. Pueden querer a alguien, siempre y cuando ese alguien haga todo lo que ellos quieren. Son buscadores de atención y ansían la admiración. Cuando entran en una habitación, quieren que todos los ojos se fijen en ellos y disfrutan mucho con ello. Mentirán, engañarán y te harán daño, sólo para conseguir exactamente lo que quieren. Estos peligrosos manipuladores no sienten remordimientos porque no pueden sentir amor.
Cómo hacerles frente: Mantén tus deseos sensatos. Son personas muy peligrosas. Nunca les confíes tus sentimientos ni dejes que tu autoestima caiga en sus manos. No pienses que pueden cambiar y enamórate sin remedio, porque no pueden y tú no puedes cambiarlos, hagas lo que hagas. Las mujeres suelen caer en esa trampa. No les confíes tus sentimientos y nunca les dejes entrar, porque si lo haces, te encariñarás emocionalmente y al final saldrás terriblemente herido.
2. El divisor
Son campeones absolutos en mantenerte en una montaña rusa emocional. Un día te van a querer más y al otro te van a odiar, depende de lo que hayas hecho para que él se sienta así. Y como él es un vampiro emocional, no hiciste nada malo. Simplemente hiciste algo que él no aprueba o no le gusta, así que te da la espalda en ese instante.
Cómo hacerles frente: Lo harán emocionalmente te atacan cada vez que pueden y lo más importante para ti es estar preparado para defenderte. No hagas ningún contacto visual mientras te están gritando, no les des ninguna razón para ir más allá. Construye un muro a tu alrededor que te proteja de su comportamiento. Y el último consejo, y el más importante: deja a esa persona. Tu vida podría ser mucho mejor de lo que es por su culpa.
3. La víctima
El mundo entero está en su contra. Siempre son los desvalidos en todo lo que hacen. Aunque les ofrezcas una solución, encontrarán una excusa para no llevarla a cabo. La única solución para ellos es hacer lo que ellos quieren que hagas para ser felices. Si tienes una relación con 'La Víctima', tu vida se convertirá en un infierno y si conoces a alguien así, probablemente evitarás sus llamadas y mensajes.
Cómo hacerles frente: Hay una forma de protegerse de este tipo de personas. Hay algunas señales de lenguaje corporal que les harán saber que no quieres hablar de lo que quieran contigo. Puedes cruzarte de brazos y desviar la mirada, haciéndoles saber así que no les invitas a entrar en tu espacio personal. Si estás en una relación con alguien así, no le dejes hablar a menos que decida escuchar tu solución. Si siguen rechazándote, niégate a hablar de ese tema en general.
4. El criticón
Hagas lo que hagas, te encontrarán defectos. Te criticarán todo el tiempo para socavarte y hacerte sentir que no eres lo bastante bueno. Incluso cuando hagas algo bien, te pondrán el listón aún más alto para que nunca lo alcances. Esperarán demasiado de ti y te pondrán unos niveles de exigencia ridículos e imposibles de cumplir.
Cómo hacerles frente: No te tomes ninguna de las palabras que te digan como algo personal. Sólo pretenden hacerte daño y ninguna de ellas es cierta. No debes defenderte porque eso sólo le demostrará que ha conseguido llegar a ti con sus provocaciones. No le des motivos para pensar que estás dolida y, de ese modo, animarle a que te critique un poco más.
5. El hablador constante
Estas personas no tienen ningún interés en lo que tienes que decir. Lo único que quieren es hablar y hablar. Tienen la necesidad de decir todo lo que quieren sobre sí mismos y cuando es tu turno, no te dejan y aunque lo hagan, no te escuchan de verdad, fingen.
Cómo hacerles frente: No saben captar las señales sutiles de que no quieres que sigan hablando, así que tienes que ser vocal e interrumpirles. Intenta hacerlo educadamente con una excusa -eso funciona mejor- o si se trata de alguien cercano, como un familiar, simplemente párale y explícale por qué. Volverte loco y gritarles no tendrá ningún resultado.