Eres cualquier cosa menos una tonta. Eres una mujer inteligente, independiente, lista y autosuficiente. Sabes cuánto te mereces y conoces tu valía.
Entonces, ¿cuál es exactamente el problema? ¿Por qué sigues dejando entrar a las personas equivocadas y dándoles tu corazón? ¿Por qué sigues malgastando tu tiempo y energía en quienes no lo merecen?
¿Por qué permites que los demás te agoten y drenen toda tu energía positiva? ¿Por qué sigues aferrándote a alguien, cuando sabes muy bien que deberías suelta?
Sé que apartar a las personas tóxicas de tu vida no es fácil. Que romper todos los lazos con alguien que lleva años a tu alrededor significa salir de tu zona de confort. Sé que tienes miedo de hacer todo esto, incluso cuando sabes que es la única opción que tienes.
Pero estoy aquí para decirte que es hora de que elígete a ti mismo por encima de los demás. Y, sobre todo, estoy aquí para decirte que eres lo bastante fuerte para hacerlo, aunque no lo creas.
Por favor, entiende que es hora de que deja de preocuparte por los demás más de lo que ellos se preocupan por ti. Recuerda que los esfuerzos de alguien son el único reflejo de su amor por ti.
Si un chico actúa como si le importaras un bledo, probablemente sea la verdad y será mejor que empieces a creerle.
Y esto vale también para todos los demás en tu vida. No eres la madre de todo el mundo y hacer que los demás se sientan bien y reorganizar sus vidas no es tu deber.
En lugar de intentar mejorar a otra persona, céntrate en convertirte en la mejor versión posible de ti mismo. Trabaja en hacerte feliz porque esa es la única responsabilidad que tienes y es algo que te debes a ti mismo.
Deja de amar a los tipos equivocados más de lo que te amas a ti misma. En realidad, dejar de amar a nadie más de lo que amas a ti mismo.
Por último, ponte tú primero y deja de dar prioridad a quienes te tratan como a una segunda opción.
En lugar de eso, empieza a valorar tu propio tiempo y esfuerzo y todos los que te rodean te seguirán. Empieza a respetarte y a darte a ti mismo el amor que esperas de los demás.
Deja de perseguir a los hombres equivocados y deja mendigando su atención o su amor.
En el momento en que veas que un chico está jugando contigo a juegos mentales y en el momento en que veas que está intentando que vayas detrás de él, comprende que no es digno de tus problemas.
Porque el hombre adecuado te dará todo su amor, sin que tengas que pedírselo.
Te prestará toda su atención y nunca te hará sentir indeseada o poco querida. Y si tu chico no es así, pasa de él, por mucho que te duela.
Deja de intentar arreglar a la gente rota que no quieren curarse. Tienes que entender que hay personas que son incapaces de amar y que no es tu trabajo tratar de salvarlas porque nunca lo conseguirás.
En lugar de eso, sólo conseguirás que te arrastren a su oscuridad y acabarán perjudicándote.
Deja de esperar un cambio que nunca llegará. Ya eres mayorcita y sabes que, lamentablemente, a veces tu amor no es suficiente para quienes son incapaces de amar, independientemente de su magnitud o profundidad.
Así que deja de poner excusas y de justificar que alguien te maltrate. No te quiere a su manera especial y no está dañado emocionalmente, es un imbécil que no para de romperte el corazón y ya va siendo hora de que lo aceptes.
Deja de permitir que otros te infecten con su toxicidad y negatividad. Deja de pensar en los problemas de los demás, sobre todo cuando a esa gente le importas un bledo.
No me malinterprete: sé que usted es un empático que no puede permanecer inmune a la desgracia ajena.
Pero tienes que entender que no puedes ser el hombro en el que llorar de todo el mundo y que no tienes la capacidad de reparar todo el daño de este mundo.
Sé que eres fuerte, pero también eres un ser humano. No eres una supermujer que puede arreglar todo de la noche a la mañana.
Así que, por favor, guarda tu energía para ti. Porque una vez que te metes en problemas, elo habrá nadie que te eche una mano. No habrá nadie con quien puedas contar y comprenderás que estás solo.
Y es entonces cuando comprenderás que necesitas toda la fuerza interior que puedas conseguir.
Cuando comprendas que eres tú quien tiene que recoger los pedazos rotos de sí misma y que eres tú quien tiene que recomponerse, sin ayuda de nadie. Es entonces cuando comprenderás que no puedes confiar en nadie más que en ti misma.