Sé que te duele tener un corazón roto una y otra vez. También sé que pasas mucho tiempo pensando en el amor verdadero y en el día en que entrará en tu vida. Y con cada aliento tuyo, quieres que ocurra cuanto antes porque eso es lo que de verdad, pero de verdad, necesitas ahora en tu vida. Cuando la gente te decepciona y te rompe el corazón, necesitas a un hombre que te abrace y te diga que todo irá bien.
Necesitas a alguien que a veces sea fuerte por los dos. Cuando sientas que ya no puedes más, cuando sientas que tu mundo se desmorona, necesitas que él sea el muro en el que puedas apoyarte. El que estará ahí en las buenas y en las malas. El indicado. Ten en cuenta que un hombre así acabará llegando a tu vida. No sé si tardará días, meses o años en hacerlo, pero estoy segura de que pronto estará a tu lado. Y una vez que le abraces, sentirás que puedes conquistar el mundo entero con una mano si él te sostiene la otra.
Con un hombre así olvidarás lo que se siente al tener el corazón roto y sólo te centrarás en las bendiciones que te has ganado y tendrás tiempo para disfrutarlas. No pensarás en toda la gente mala que se aprovechó de ti, pensando que tenían derecho a hacerlo. No pensarás en estar jodido cada vez que querías tener algo real con alguien.
Cuando conozcas a la persona adecuada, todas las cosas que te molestaban antes te resultarán más fáciles de manejar ahora. Te darás cuenta de que después de tantos años de dolor y agonía, consigues vivir una vida perfecta con tu hombre perfecto. Sé que no podías creer que algo así te pasaría alguna vez, pero estabas equivocada. Y estaré feliz de que lo hayas conocido. Ya ves, bueno las chicas acaban siendo felices. Si ahora estás triste, eso no tiene por qué significar que seguirás así para siempre. Las cosas pueden cambiar para mejor cuando menos te lo esperas.
Así que, pase lo que pase y la vida te sorprenda, no te rindas. No importa cuántas veces te rompan el corazón, no te rindas. No renuncies al amor. No renuncies a las buenas personas. No renuncies a tu felicidad. No renuncies a tus sueños. Porque no importa lo lejos que esté algo, si lo quieres de verdad, llegará a ti. Sólo tiene que encontrar el camino correcto, hacia tu cerebro y hacia tu corazón.
Así que, mi querida chica con el corazón roto, tengo un mensaje para ti: ¡No dejes que tu pasado te defina! No dejes que esa zorra te decepcione, diciéndote que no eres digno. Sé que te han pasado cosas malas y sé que te han hecho daño demasiadas veces pero ahora es el momento de levantarse y luchar. No estés triste porque un hombre te dijo hace tiempo que no eras suficiente. Escúchame: ¡Eres más que suficiente! Y nunca dejes que nadie te convenza de lo contrario.
Usted no era el mujer perfecta por el hombre equivocado y eso es todo lo que debes saber. Verás, para la persona equivocada, todo lo mejor de ti no será suficiente, mientras que para la persona adecuada incluso lo peor de ti será más que suficiente. Así que nunca te rindas y sigue luchando por todo lo que te mereces. Y créeme, mereces mucho. Mereces que te quieran. Mereces que te quieran. Mereces que te cuiden. Mereces que te persigan. Y lo más importante, te mereces que todo eso ocurra de forma natural.
Así que, antes de decirte a ti mismo que ya no puedes más, piensa en todo lo que podrías ganar si te esforzaras un poquito más. Si pudieras luchar por tu felicidad y por el amor que mereces, todo sería diferente. Y hagas lo que hagas, no olvides nunca todas tus malas experiencias porque te han convertido en la mujer que eres hoy. Gracias a ellas, eres mucho más fuerte que antes, mucho más inteligente y ahora, no te rendirás así como así. No después de todo lo que te ha pasado.
Por lo tanto, acepta todas las cosas buenas y malas que llegarán a tu vida y agradece todas las bendiciones que el cielo te envíe. Da gracias por las heridas, por las cicatrices y por todos esos novios de mierda con los que tuviste la oportunidad de estar. Si no fuera por ellos, nunca te habrías convertido en la persona que eres ahora. Nunca te habrías convertido en una mujer por la que mereciera la pena luchar. Y así, sin más, nunca habrías tenido la oportunidad de conocer al hombre de tus sueños.
El que no quiere arreglarte, ¡sino el que te sujeta fuerte mientras tú te arreglas!