Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de la autoestima. Si eres feliz contigo mismo, podrás ser feliz en tus relaciones. Cuando te quieres y te respetas, las personas que te rodean te seguirán.
Además, cuando conoces tu valor, puedes estar contento con tu vida, independientemente de lo que los demás digan o piensen de ti.
No permitirás que nadie te trate mal, ya que tendrás la confianza suficiente para saber que puedes salir adelante por ti mismo, sin necesitar a nadie.
Sin embargo, por desgracia, para la mayoría de las mujeres, darse cuenta de su autoestima parece misión imposible. Muchas luchan con problemas de confianza y dejan que el mundo les diga que no son suficientes.
Entonces, ¿cómo puedes saber que no eres uno de ellos? Aquí tienes 5 señales de que por fin te has dado cuenta de lo que vales.
1. Te mantienes fiel a ti mismo
La primera señal de que por fin ver lo que vales es el hecho de que ya no aceptas cambiar por el bien de otra persona.
No fingirás ser alguien que no eres sólo para gustarle a un chico y no te modificas para agradar a los demás.
Esto no significa que no puedas aceptar las críticas. Sabes que no siempre tienes razón, pero no dejas que los demás te moldeen para adaptarte a sus criterios.
En cambio, te centras en el crecimiento personal. Cambias las cosas usted lo que no te gusta de ti, no lo que los demás quieren que cambies.
Al final del día, siempre te mantienes fiel a ti mismo.. Has dejado de compararte con los demás y te importa un bledo lo que la sociedad piense de ti.
2. No comprometes tus estándares
Algunos dirán que eres demasiado exigente. No me refiero solo a los hombres, sino a todas las relaciones de tu vida.
Sin embargo, eso no podría estar más lejos de la realidad. De hecho, simplemente tener normas - y te niegas a bajarlos.
Cuando conoces tu autoestima, nunca te conformarás con menos. Sabes exactamente qué y cuánto te mereces y nunca aceptarás que alguien te trate de forma diferente.
Quieres respeto, aprecio y que los demás pongan el mismo empeño. Si un chico o un amigo no puede darte estas cosas, que salga de tu vida.
No eres una mujer que mendiga el amor y la atención de alguien. Y lo más importante: no permites que nadie te diga que pides demasiado.
3. No confundes tu sentido de la autoestima con egoísmo
Cuando estás inseguro de tu valía, piensas que amarte a ti mismo es egoísta. Tienes miedo de ser el malo por anteponer tus necesidades y quererte más que a los demás.
Bueno, ahora que por fin te has dado cuenta de lo que vales, sabes que tener una autoestima alta y un sentimiento de valía personal no tiene nada que ver con el egoísmo.
No, no eres egocéntrica. No eres una chica que destruye a los demás en aras de su propia felicidad.
Sin embargo, tu felicidad es lo primero. Te das prioridad a ti mismo y sabes que eres la persona más importante de tu vida.
Una vez que te das cuenta de lo que vales, consigues una cosa: los romances y las amistades son importantes, pero van y vienen.
Sin embargo, la relación que más importa es la que tienes contigo mismo. No puedes esperar que otra persona te quiera si tú no te das amor incondicional, y eso no tiene nada de egoísta.
4. La perfección no es tu objetivo final
Otra señal de que eres una mujer que conoce su autoestima es el hecho de que ya no te esfuerzas por alcanzar la perfección.
No es que no creas en ti mismo y en tus cualidades, es que eres consciente de que nunca podrás llegar a ser impecable y de que la perfección no existe.
Ante todo, amas tus defectos. No sientes la necesidad de convertirte en la mujer más bella del mundo y sabes que tu personalidad dista mucho de ser perfecta.
Simplemente te aceptas como eres. Al fin y al cabo, solo eres un ser humano y puedes tomar malas decisiones.
Así, en lugar de lamentarte por cada decisión equivocada que tomas, asumes tus errores. Aunque no estés orgulloso de ellos, aprovéchalos para aprender.
Lo mismo ocurre con tus relaciones. No buscas un hombre perfecto y entiendes que cada chico que encuentres tendrá sus propios defectos.
Sí, siempre se puede mejorar, pero lo más importante es que no sientas la necesidad de demostrarle nada a nadie.
No eres el tipo de mujer que se esfuerza por mostrar su vida perfecta al resto del mundo.
5. No es necesaria la aprobación
Cuando sabes lo que vales, no necesitas que nadie te lo diga no eres suficiente. Sí, te gusta oír cumplidos como a cualquiera, pero los comentarios de otra persona no pueden cambiar tu autopercepción.
No buscas aprobación. No dependes de las opiniones de los demás y, por tanto, sus críticas no pueden destruir tu autoestima.