Se acabaron las clases en verano. ¿Cómo te vas a tomar un tiempo para ti y relajarte?
Aunque todavía tengas un millón de cosas que hacer, lugares a los que ir y gente a la que ver, es importante encontrar un momento de tranquilidad para relajarte y recargar pilas. Aquí tienes algunas formas sencillas de volver a ponerte en situación.
Domina un blaster de preocupaciones. ¿Preocupado por lo que te deparará el día de mañana? Quizá tengas que estudiar para un examen de ingreso, hacer una presentación en el trabajo o ensayar para un recital de danza. Tu mente se acelera con pensamientos ansiosos sobre si lo harás bien, si recordarás lo que tienes que decir o si entrarás en un programa muy reconocido. Independientemente de lo que tengas en mente, tendrás que poner en práctica algunas técnicas para minimizar las preocupaciones en la medida de lo posible. Practica la atención plena, centrando tus pensamientos en el presente, aceptándolos por lo que son, sean buenos o malos, y eligiendo activamente la satisfacción en cada momento. Pon tu música favorita mientras reflexionas o pon un DVD de yoga y empieza a estirarte.
Prueba a escribir un diario. Es una forma excelente de sacar a relucir tu narrador interno. Incluso puedes escribir un plan de tareas pendientes mientras dedicas el tiempo necesario a reconectar contigo mismo. Puedes escribir en tu diario cómo te sientes, qué quieres conseguir o qué esperas superar. La clave está en centrarte en tus pensamientos y no en los puntos de vista y opiniones de los demás, que con demasiada frecuencia nos inculcan a diario. Intenta liberarte de toda negatividad y duda al escribir y cierra el libro cuando termines tu entrada, para dar a entender que lo has sacado todo y que cierras la puerta a tus miedos, decidido a seguir adelante.
Dé un paseo con tiempo cálido. Con la llegada del buen tiempo, aumente su rutina de ejercicios. Vaya al gimnasio o a la cinta de correr, o pruebe a hacer aeróbic, o empiece por algo más pequeño y comprométase a dar un paseo por la mañana temprano o por la noche para despejarse. Caminar durante estas horas más tranquilas es una forma excelente de empezar o repasar el día y recargar las pilas para lo que está por venir.
Crea un club de lectura. Es una forma estupenda de seguir con los estudios -más o menos- cuando acaban las clases o, al menos, de mantener el contacto con amigos íntimos a los que, de otro modo, no verías todos los días. La lectura estimula el pensamiento, mejora la memoria y reduce el estrés. Incluso puedes aprender algo nuevo mientras hojeas las páginas. Luego, compartir lo que has leído estimula de nuevo la mente y abre la puerta a una conversación interesante. Elegir el material que se comparte es aún más divertido. ¿A quién no le apetece sentarse a leer algo interesante al final de un largo día y poder hablar de ello más tarde?
Crea una obra maestra. ¿Te gusta pintar, dibujar, escribir, garabatear o escarbar en la tierra? Prueba a hacer una manualidad, escribir un libro o pasar un rato en el jardín. Trabajar en una obra de arte evitará que tu mente vuelva a la lista de tareas pendientes, aliviando así la tensión y el estrés. Y, al final, tendrás una hermosa obra de arte que exhibir, induciendo sentimientos de confianza y seguridad en ti mismo.
Respira. Perfeccionar las técnicas de respiración profunda puede ayudarle a reducir significativamente los sentimientos de negatividad. Practica inspirando profundamente por la nariz, reteniendo el aire y espirando con fuerza por la boca. Hazlo durante varios minutos tantas veces como puedas a lo largo del día, por la mañana o por la noche. Los ejercicios de respiración profunda han demostrado ser beneficiosos para la salud y harán que sus músculos se sientan más relajados en muy poco tiempo.
La gente mira. Sentarse en el porche y observar el mundo pasar es una de las mejores maneras de reorientar los pensamientos, aliviando los sentimientos de preocupación que inevitablemente afloran cuando nos centramos demasiado en las pruebas y tribulaciones de nuestras propias vidas. Siéntate un rato. Inventa historias en tu mente sobre las personas que pasan o las situaciones que observas. Los escritores suelen obtener su mejor material simplemente siendo observadores y creando a partir del mundo que les rodea. Considera la posibilidad de abrir tu diario y tomar algunas notas. Tampoco estés demasiado ansioso por seguir con tu jornada. Esta quietud es tan importante como cualquier tarea de tu lista.
Comprométete contigo mismo a centrarte en tu salud y bienestar mientras el tiempo sea cálido para que puedas resurgir de los meses de verano. descansado y recargadolisto para enfrentarse a todo.