Se dice que Dios creó un alma y la dividió en dos mitades, por lo que la gente se pasa la vida buscando esa "otra" mitad de sí misma.
Pero, ya no me creo esa mierda. Hay otra versión de esta historia. ¡Yo la conozco!
Algunas personas fueron creadas como un todo. Personas autosuficientes. Personas que no se pasan la vida esperando encontrar a su alma gemela.
¿Y si no existen las almas gemelas?
¿Y tú? ¿Te creó Dios completo, perfecto tal como eres, o sientes que te falta algo? ¡Echa un vistazo para descubrirlo!
No necesitas la aprobación de nadie
No necesitas la aprobación de nadie. Especialmente de la gente de Internet. Disfruta de tu vida al máximo, pero no hace falta que cuentes a los demás todo lo que has hecho y dónde has estado.
El sentido de tu vida no se encuentra en las opiniones de los demás, sino en cómo te hacen sentir las cosas que haces.
No te conectas cada pocas horas. No publicas fotos diarias para asegurarte de que la gente sabe que te va bien porque no tienes tiempo para eso.
Estás demasiado ocupado disfrutando de tu vida.
Y si decides publicar una foto, es porque quieres conservar recuerdos, no para obtener la aprobación de los demás.
No tiene problemas para viajar solo
Claro que siempre te apetece tener buena compañía, pero no te cuesta nada hacer las maletas y zarpar a alta mar en solitario debido a tu espíritu inquieto.
Eres perfectamente consciente de que hay más gente como tú en este mundo y de que te encontrarás con muchos más en el camino y verás muchos lugares increíbles, y no quieres perderte nada de eso porque no hay nadie tan espontáneo como tú.
No encierras tu espíritu y no buscas excusas. Eres de esas personas que siempre encuentran la manera de hacer que las cosas les salgan bien, y por eso eres perfectamente completo.
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Te parece bien estar soltero
Te gustan las citas, pero, a diferencia de muchos, la soltería no te asusta. No huyes de las relaciones, de los ligues ni de ninguno de esos tipos de amor-relación, pero estás perfectamente bien por tu cuenta.
No sientes que te falte nada cuando no tienes pareja y no dejas que los demás te creen ningún tipo de inseguridad.
No hace falta estar casado a los treinta ni tener un montón de hijos a los 35. Dale tiempo a las cosas de tu vida y muchos matarían por tener tu paciencia y confianza. Le das tiempo suficiente a las cosas de tu vida, y muchos matarían por tener tu paciencia y confianza.
Te sientes cómodo con el silencio
No es necesario hablar para sentirse cómodo con la gente. Aunque estés sentado con completos desconocidos o con gente que conoces de toda la vida, prefieres callarte a perder el tiempo con charlas triviales.
Valoras el silencio y no te cuesta nada sentarte en una cafetería a mirar a los desconocidos que pasan en lugar de mirar el móvil.
No esperas a los demás para actuar
Siempre fuiste el primero en tirarte a la piscina en mitad de la noche, eres el que pide chupitos de tequila y el primero en organizar cualquier tipo de reunión con tus amigos.
No esperas a que otros se diviertan en tu vida: la diversión viene contigo. Eres un espíritu inquieto y la gente te sigue a todas partes.
No te permitiste depender de nadie y decidiste ser dueño de tu propia felicidad. Si alguien llega y resulta ser capaz de seguirte el ritmo, estupendo.
Pero si no, no pones tu vida en espera. La vives al máximo sin esperar a nadie.