La mente de una chica que cree que no es lo bastante buena

Cuando dejes a alguien, cuando cierres la puerta de la vida de alguien desde fuera, cuando digas tu último adiós, presta atención a lo que dices. Cuando salgas de la vida de alguien, elige bien tus palabras.

Porque, una vez que dices lo que tienes que decir en voz alta, no hay vuelta atrás. No hay vuelta atrás en lo que dijiste, y no hay que decirlo de nuevo para hacerlo bien porque la primera vez que lo dijiste, salió mal.

Una vez que pronuncias las palabras de un adiós definitivo, el daño que haces es permanente, pero la forma en que te despides marca la diferencia. La forma en que lo dices determina cuánto daño has hecho.

Mira, hay una chica que parece como cualquier otra chica normal por fuera. Para algunos es guapa, para otros no tanto.

Para algunos es divertida e inteligente, para otros no tanto. Algunos la adoran, otros no tanto.

Ella es lo suficientemente buena para algunos, para otros no tanto. Nada de esto importaría si fuera lo suficientemente buena para sí misma.

Lo fue, una vez. Pero ya no.

Cuando alguien que te importa te demuestra día a día que no eres lo bastante bueno, cuando alguien a quien eliges cada día no se molesta en elegirte, cuando alguien está en lo alto de tu lista de prioridades y te empuja hacia abajo en la suya, por muy fuerte que te creas, habrá palabras de duda susurrándote al oído que no eres lo bastante bueno.

Y si no haces que se callen o si no llega otro que te demuestre que, efectivamente, eres lo bastante bueno, te convencerás de que no lo eres. Esto es exactamente lo que le pasó a ella.

Cuando pones como prioridad a alguien que no es realmente bueno contigo, estás condenado a acabar mal. Cuando acoges en tu vida a alguien que no sabe qué hacer con tu bondad, estás condenado a que esa persona te destroce.

Y aquí es exactamente cuando todo fue cuesta abajo para ella.

Siente que ha perdido el control de su vida. Odia despertarse por las mañanas y dejarse vencer por sus propios pensamientos. Odia a sus propios demonios, pero no tiene ni idea de cómo librarse de ellos.

Como si no le gustara ser normal. Pero, ¿cómo volver a la normalidad cuando todo lo que haces nunca es lo suficientemente bueno?

Ya no tiene fuerzas para luchar contra los obstáculos que encuentra en el camino. De algún modo, haga lo que haga, está mal o no es lo bastante bueno.

Las cosas nunca van a su favor y todo lo que puede salir mal, sale mal seguro.

Cuando la vida te golpea constantemente, llega un momento en que no tienes fuerzas para volver a levantarte y luchar. Decidió quedarse de brazos cruzados y dejar que todo se fuera al infierno porque cree que, de todos modos, es ahí adonde todo se ha dirigido.

Se culpa por cada persona que la abandona. No deja de preguntarse si podría haber hecho algo para evitarlo.

No deja de preguntarse qué fue lo que hizo para que la abandonaran.

¿Estaría mejor hoy si se hubiera reído más o si hubiera hecho todo lo que le pedían? ¿Se habrían quedado entonces?

No recuerda la última vez que alguien le dio prioridad. Ella es la que siempre pone a la gente antes que a sí misma.

Siempre lo daba todo e incluso lo mejor de sí misma, pero de alguna manera a la gente no le importaba lo suficiente como para darse cuenta.

No se han dado cuenta de sus esfuerzos, de sus "renuncias" para complacerles y Dios sabe qué más. A nadie le importaba darse cuenta de que ella era la que se lo merecía todo pero no recibía nada.

Apenas encuentra fuerzas para salir adelante por sí misma. Difícilmente saldrá sola de su oscuro lugar.

Y hay que reconocerlo: todos necesitamos un poco de ayuda de vez en cuando. No hemos nacido para vivir solos.

A veces, necesitamos un pequeño recordatorio amistoso para darnos cuenta de que, de hecho, somos lo suficientemente buenos. Ella necesita un pequeño recordatorio de que lo que piensa está sobre todo en su cabeza.

Necesita que alguien le recuerde que nunca será suficiente para la gente equivocada.

Pero no pasa nada. Necesita que le recuerden que será más que suficiente para las personas adecuadas.

Necesita que le recuerden que en la vida nunca deja de pasar mierda, pero que ella es la que decide cuántas de las cosas malas que pasan pueden afectarle.

Necesita que le recuerden que puede que los días malos no parezcan tener fin, pero que siempre hay una luz al final del túnel, y que todo por lo que está luchando hoy se olvidará mañana. Porque nada de eso importará dentro de 24 horas.

Necesita que alguien le recuerde que no todas las personas que le gustan son necesariamente buenas. Que a una buena persona le guste alguien no significa que ese alguien sea automáticamente bueno.

En la mayoría de los casos, es al contrario. La gente buena atrae a la gente tóxica todo el tiempo. Dile esto. Dile todo esto.

Recuérdale sus lados buenos. Dile lo mucho que significa para ti. Dile que hay más cosas en la vida y más cosas en la gente y más cosas en ella de las que se permite creer ahora mismo.

Sé su roca en la que apoyarse. Sé bueno con ella como ella lo ha sido con todos los demás hasta ahora.

Demuéstrale que es lo suficientemente buena. Ahora sólo necesita un pequeño empujón para volver al buen camino. Te prometo que un día te alegrarás de haberlo hecho.

Porque un día, cuando se recupere del todo, verás su lado asombroso y darás gracias a Dios por haber estado ahí en sus días malos y por haber podido vivir con ella sus días buenos.

Porque será memorable y merecerá la pena luchar.