Hay un tipo que te importa mucho. El tipo que realmente amas. El tipo por el que harías cualquier cosa.
Pero la verdad es que él no te corresponde. Al menos, no como tú le quieres. Al menos, no de la forma en que quieres ser amado.
Y, lamentablemente, usted lo sabe muy bien.
Desde que os conocéis, te ha estado engañando. Ha estado jugando contigo a juegos mentales fríos y calientes y te ha estado enviando señales contradictorias.
Hay días en los que se muestra frío y en los que actúa como si no te conociera. Y son días en los que no tienes ni idea de lo que hay que hacer.
Otros días, eres consciente de que necesitas alejarte de ese tipo y que no puedes esperar ni un segundo más para hacerlo.
Te das cuenta de que no te quiere lo suficiente, que nunca te quiso y que nunca te querrá. Te das cuenta de que no te aprecia y que no te merece.
Te das cuenta de que no es el hombre que siempre te imaginaste y que dejarlo es la única opción inteligente para ti.
Pero en el momento en que tomas esta decisión, vuelve arrastrándose a tu vida.
Y de repente, se convierte en el chico más dulce. Se convierte en el chico del que te enamoraste. Se vuelve cariñoso y atento.
Y así, sin más, cambias de opinión. Te olvidas de cómo te trataba antes y decides darle otra oportunidad a esta cuasi-relación.
Esperas que esta vez sea diferente y que siga así.
Pero, por supuesto, esto no sucede. Antes de que te des cuenta, este hombre vuelve a las andadas y tú vuelves a tus viejos pensamientos de dejarle.
Y todo esto dura años. Ves que te has arrastrado a un círculo interminable de amor y odio con este hombre y simplemente no sabes qué hacer con tu vida.
No sabes cuál es la decisión correcta para ti.
Si sigues con este tipo, perderás años de tu vida en este tipo de relación. Acabarás siendo desgraciada y te culparás por no haberte alejado de él antes.
Pero, por otro lado, si le dejas, siempre te preguntarás qué podría haber sido de vosotros dos.
¿Qué habría pasado si le hubieras dado otra oportunidad? ¿Habría sido el hombre que querías que fuera? ¿Y si su personalidad amable y cariñosa fuera en realidad su verdadero rostro?
Simplemente no puedes decidirte y no sabes qué pensar de este hombre. ¿Qué debe hacer?
Lo único que quieres es que alguien te ayude a tomar una decisión definitiva. Quieres que alguien te diga lo que tienes que hacer.
Desea que ocurra algo que le ayude a ver las cosas con más claridad. Buscas una señal. Una señal que te diga si debes quedarte con él o irte.
Pues bien, su espera ha llegado a su fin, ¡porque ya está aquí! Este es tu signo.
Este soy yo diciéndote que te alejes de este hombre que claramente no te merece y que claramente no te ama lo suficiente y que nunca mires atrás.
Este soy yo aconsejándote di tu último adiós a este hombre.
Este soy yo diciéndote que dejando a este tipo es la única elección que debes hacer. Este soy yo diciéndote que él no es digno de ti o de todos los años que has pasado con él.
Este soy yo prometiéndote que nunca te arrepentirás de dejar a alguien como él. Que lo superarás y que seguirás adelante con tu vida, como si nunca hubiera existido.
Este soy yo prometiéndote que serás feliz sin él a tu lado.
Prometiéndote que al final te alegrarás de haberlo hecho y que al final te darás cuenta de que ha sido la mejor decisión de tu vida.
Este soy yo dándote una señal. Y este soy yo pidiéndote que lo tomes.
Bueno donde están las señales todo lo que ella está diciendo es que lo deje no las señales de él haciendo