¿Cuántas veces en la vida has pensado en abandonar algo que acabas de empezar a hacer? ¿Cuántas veces en la vida te has arrepentido de no haber luchado por lo que querías?
Olvidamos que incluso las cosas más pequeñas requieren esfuerzo y a veces optamos por darlas por sentadas sólo porque pensamos que no merece la pena luchar por ellas.
Pero no sabemos si estas pequeñas cosas tienen la capacidad de influir en las más grandes.
Nos olvidamos de luchar por nuestros sueños y deseos y por las personas que queremos porque estamos demasiado ocupados con otras cosas triviales o estamos demasiado ocupados pensando que nuestros esfuerzos serán en vano.
Y es entonces cuando nos decepcionamos. Perdemos la oportunidad de arremangarnos y luchar por lo que queremos, lo que nos lleva a llorar por lo que perdimos.
Si no luchas por las personas que amas, no llores cuando las pierdas.
Si no estás preparado para comprometerte con alguien a quien quieres y trabajar en ti mismo, no llores cuando lo pierdas.
El amor consiste en luchar, dar y recibir. Se trata de luchar para alegrarles el día, luchar duro para hacerles sonreír cuando están tristes y luchar por el amor que los dos compartís.
Si sólo esperas que hagan todo el trabajo, los perderás. Si esperas que sonrían aunque no tengan ganas, los perderás. El amor consiste en luchar por las cosas pequeñas para conservar la grande: tu amor.
Si no estás dispuesto a hacer feliz a alguien, no llores cuando otro te sustituya.
Si no estás dispuesto a hacer un esfuerzo y lucha por la felicidad de los demás, no llores cuando otro sea más decidido que tú.
Su felicidad debería ser un reflejo de la tuya y si no estás dispuesto a alegrarles el día y estar con ellos cuando más te necesitan, no los mereces cuando están en su mejor momento.
Si no estás dispuesto a dedicarte al presente, no llores cuando el futuro te decepcione.
Disfruta de las pequeñas cosas que te da la vida y aprecia cada momento que pasas con tus seres queridos, porque si no lo haces tú, lo hará otro.
Si no luchas por tus sueños, no llores si no se hacen realidad.
Si no estás dispuesto a luchar por tus sueños, no llores cuando pierdas todas las oportunidades. Tus sueños forman parte de tu ser y merecen cumplirse. Mereces ser feliz y liberarte de todos tus problemas.
¡Lucha por tus sueños!
Lucha por tus sueños y por todas esas cosas hermosas en las que crees con todo tu corazón.
No dejes que otros influyan en la búsqueda de tu felicidad porque tú y sólo tú puedes decidir luchar por las cosas que quieres, por las cosas que importan.
No dejes que el miedo al fracaso te impida luchar por tus sueños. Recuerda que todo está en tu mente.
Si crees que vas a tener éxito, lo tendrás. Pero si crees que indigno de ello o que eres incapaz de lograrlo, tu mente también pensará eso.
¡Lucha por lo que amas!
Lucha por esas cosas que hacen que tu corazón lata más rápido, que te hacen sentir vivo, lucha por las cosas que te dan esperanza. Lucha por lo que crees que es justo. No tengas miedo de las cicatrices.
Aunque salgas herido, esto no significa que debas dejar de luchar.
El dolor está aquí para recordarte que eres humano. Está aquí para hacerte más fuerte para las batallas que están por venir.
Lucha por lo que amas y el amor luchará por ti.