Te han roto el corazón y estás segura de que nunca serás capaz de abrirte a algo nuevo. ¿Cómo puedes volver a ser tan vulnerable? Ya está. Estás destinada a ser una solterona, sola en una casa con una docena de gatos. Suspiro.
Cuando te rompen el corazón, puedes sentir que nunca volverás a amar. Apenas tienes energía para cumplir con tu horario diario. Lo único que quieres es quedarte en pijama y comer bombones. Pero, no temas, hay una filosofía de vida que te puede salvar la vida.
Si tiene que ser, será.
Esto es tan cierto como sencillo. Aprender a dejar ir el amor, sabiendo que si la relación está destinada a ser, volverá y si no, será para mejor, es clave. Sin embargo, también hay algunos pasos sencillos que debes dar para pasar con éxito al otro lado. Si las sigues, será más fácil pasar a la aceptación y a un lugar mejor mental y emocionalmente. Será más fácil permitirse sanar.
Atraviésalo, no lo rodees. La única forma de sanar de verdad es permitirse comprender plenamente lo que ocurrió para que la relación terminara. Esto significa aceptar lo que podrías haber cambiado y lo que no. Pero no te obsesiones con esas cosas. Son lecciones de aprendizaje. Al cometer errores, comprendemos cómo lo haremos de otra manera la próxima vez. Al reconocer cómo nos hirió otra persona, y que hay ciertas cosas que no podemos controlar, comprendemos mejor qué rasgos no queremos en una relación futura.
Finge hasta que lo consigas. Es un dicho antiguo que tiene mucho peso. Es normal sentirse mal después de terminar una relación. No es algo de lo que debas avergonzarte, es perfectamente natural. Sin embargo, centrarte en pensamientos positivos te ayudará a atraer la positividad. Intenta centrar tus pensamientos en los atributos optimistas de la vida y agradécelos.
Encuentra y disfruta de nuevo de tu independencia. Es estupendo saber que otra persona te quiere. Pero es aún mejor sentir verdadero amor por uno mismo. Si este sentimiento se perdió en la traducción cuando estabas demasiado ocupado entregándote a otra persona, encuéntralo de nuevo. Es importante que reflexiones sobre tus puntos fuertes y las razones por las que mereces el amor verdadero.
Practica el pensamiento y los sentimientos conscientes. Trabaja para permanecer en el presente en lugar de centrarte demasiado en el futuro o de quedarte en el pasado. El presente está aquí, ahora, y no va a esperar. Hay mucha belleza que aprender a apreciar en cada momento que se nos regala. No dejes que el presente se te escape sin reconocerlo. Cualquier pensamiento negativo que se cuele debe dejarse existir sin juzgarlo. Sin embargo, utilizar conceptos cognitivo-conductuales para convertirlos en pensamientos más positivos ayudará al proceso de curación.
Recita afirmaciones positivas. Hablando de positividad, recitar afirmaciones es una forma estupenda de mejorar el amor propio y cambiar indefinidamente nuestra forma de pensar. Haz una lista de todo lo que te gusta de ti mismo y consúltala tantas veces como sea necesario. Amplíala continuamente. Cuando realmente te pares a pensarlo, te darás cuenta de lo mucho que tienes que ofrecer. Y no te apresurarás a desprenderte de todo ello.
Déjese llevar por la corriente y tenga la mente abierta. Intenta no cerrarte al mundo que te rodea. Emite positividad, pero mantente abierto para recibirla. Lo más probable es que estuvieras abierta mental y emocionalmente la primera vez que te enamoraste de otra persona. Permítete seguir abierto y receptivo a los demás. De este modo, cuando llegue el momento, alguien que merezca todo el amor que aún tienes por dar se cruzará en tu camino.
Lo primero que debes recordar es que nadie merece quitarte la felicidad y nadie puede hacerlo a menos que tú se lo permitas. Este es tu viaje. No se trata de nadie más, tienes que centrarte en ti mismo, en curarte desde dentro. Lo superarás. Y, cuando lo hagas, te darás cuenta de que todo sucede por una razón. Aguanta.