Cada día, pienso, no puede ser peor que esto. He llegado tan bajo como he podido. Pero entonces el suelo se abre de nuevo y me traga aún más.
Tú me pusiste ahí. Cavaste mi tumba, me enterraste vivo. Sigues lanzándome tus mentiras. Más mentiras, más verdades.
Llevo mucho tiempo gritando. Encontré la ira que nunca supe que tenía. Una ira que aprendí de ti.
Sentí que nada podía mejorarlo. No había ninguna explicación, nada que me ayudara a entender cómo y por qué hiciste todo esto.
Tú elegiste esto. Elegiste herirme cada día, con tus palabras, con tus acciones.
Cada día que no me hablaste de tu traición. Dos años de mi vida basados en una ilusión. Me sentí robada.
Como si alguien me hubiera robado mi tiempo y mi energía, robado mi amor. Te di todo lo que tenía cuando ni siquiera era tuyo para conseguirlo. Nunca fuiste míaNi por un momento.
Pero en medio de mi dolor, olvidé que nadie sufrirá tanto como tú ahora. Ahora que por fin has aceptado lo que has sido, y cómo has tratado a todos los que estaban cerca.
Tendrás que vivir contigo mismo, con el vacío y el arrepentimiento. Y eso me entristece, me asusta, me da pena. Tú causaste el daño y ahora intentas recoger los pedazos.
Nunca quise que sufrieras solo. Siempre quise alimentar lo bueno que había en ti. Quería sacar el hombre que siempre quisiste ser.
Y ahora lo he hecho, aunque no estaba allí para hacerlo. Apartarme te dejó solo y te obligó a enfrentarte a ti mismo. Finalmente te hizo querer cambiar.
Mis oraciones han sido escuchadas de una forma que me ha dejado completamente destrozado. Pero si cambia tu vida, si revierte tus años de sufrimiento, entonces valió la pena.
Me alegro de lo bueno que me ha aportado. Me consuela verme a mí mismo como un mártir y saber que mi dolor no es en vano.
El último paso que puedo dar para ayudarte es decirte... Te perdono. Te perdono porque por fin entiendo que la gente herida hace daño a la gente.
Me hiciste daño porque tenías miedo. Porque la felicidad siempre se te ha venido encima.
Así que vas un paso por delante: lo destruyes tú mismo. Te deleitas con ese control porque al menos has tomado una decisión.
Yo fui lo que destruiste, cuando lo único que quería era construir esa felicidad en tu vida. Pero eso es porque estás herido, no es mi culpa. Y aunque eso no mejora nada, me permite seguir adelante.
Sé que es difícil. Pensábamos que éramos almas gemelasque estaríamos juntos por la eternidad.
Pero debemos aceptar que el tiempo que tuvimos fue todo el que estábamos destinados a tener. Ni un momento menos ni más. Supongo que siempre estaremos conectados en nuestro trauma. Hiciste aflorar en mí un dolor que espero no vuelva a aflorar cuando me haya curado.
Toma esto y sigue aprendiendo de ello. No me dejes sufrir en vano. Tendré que reformarme, un yo sin ti.
Hice que mi vida girara en torno a ayudarte, apoyarte, amarte. Ahora, mi trabajo ha terminado. Y debo encontrar quién soy sin eso.
Llevas años en un estado de constricción que te reduce a la nada.
A partir de aquí sólo puede haber expansión. Acéptalo.
por Hidden Treasure