Cuando amas a una persona que piensa demasiado, amas a alguien que está confundido todo el tiempo.
Amas a alguien que no puede apagar su mente, alguien que lucha contra millones de preguntas cada día. Amas a alguien cuya mente es un completo caos.
Una persona que piensa demasiado no puede controlar sus pensamientos. No puede guardarlos en cajones dentro de su mente. Sólo puede intentar atraparlos mientras flotan en un desorden total y absoluto.
Su mente les engaña. Un segundo están tranquilos y serenos, pero en cuanto ocurre algo, una situación nueva o imprevisible, empiezan a pensar más de la cuenta.
Qué pasa si esto, qué pasa si lo otro, cómo haré esto o lo otro. No pueden dejar de hacerse preguntas y de preocuparse por el resultado.
Son personas que van de una en una. Procesarán las decisiones hasta estar seguros al cien por cien de que han tomado la correcta.
Y cuando acaban, empiezan a darle vueltas a otra cosa. Es agotador vivir así, con un signo de interrogación sobre la cabeza todo el tiempo.
Cuando quieres a alguien que piensa demasiado, tienes que ser paciente con él. Hay que saber calmarle y evitar que se asuste aún más. Hay que saber comprenderle.
Tienes que demostrarles que estás a su lado siempre que te necesiten. Las palabras no significan nada para ellos. Sólo son frases vacías que salen de tu boca.
Sólo pueden hacer que piensen más de la cuenta. ¿Realmente quieres decir lo que has dicho? ¿Y si lo dices por decir? ¿Y cuando las cosas se pongan realmente serias, vas a hacer lo que dijiste que harías?
Tienes que saber cómo evitar que se ahoguen en un mar de preguntas cuando se enfrentan a una situación difícil. Hay que saber sacudirles y devolverles a la realidad.
Tienes que saber demostrarles que siempre hay una solución para cada problema y que vais a resolverlo juntos.
Tienes que ser comprensivo. Tienes que darte cuenta de que, aunque tú pienses que todo está bien, ellos piensan que todo es terrible.
Necesitas entender por qué te han inundado con preguntas de la nada. Necesitas saber que sus cambios de humor no son intencionados. Necesitas saber que su miedo es verdadero y honesto.
No pueden ignorar sus pensamientos. No pueden desconectarse y pasar por la vida con el piloto automático. No pueden controlar su mente y simplemente decidir deshacerse de todos los pensamientos que están hurgando en su cerebro y les mantienen despiertos por la noche.
Tienes que demostrarles lo mucho que les quieres incluso en los momentos en que se odian a sí mismos y se pierden en su mente.
Necesita muéstreles empatía y hazles saber que no vas a ir a ninguna parte.
Tienes que mostrarles que eres vulnerable que hay cosas que también te asustan a ti. Tienes que demostrarles que no están solos. Tienes que hacerles saber que no pasa nada por contarte lo que les asusta y preocupa.
Tienes que repetirles continuamente que les quieres, aunque sea cien veces al día. Cada "te quiero" que les dices les hace estar más tranquilos y relajados. Puede que para ti no signifique tanto, pero para ellos lo es todo.
Tienes que ser sincero. Tienes que decirles cómo te sientes. Tienes que saber decirles lo que pasa dentro de tu corazón y de tu mente, porque si no lo haces pensarán en ello todo el tiempo, llevando su mente al punto de desmoronándose.
Tienes que mostrar siempre tus sentimientos y exponerlos abiertamente, nunca ocultarlos, porque ellos lo percibirán y se obsesionarán con por qué les ocultas algo.
Se les pasarán por la cabeza millones de situaciones, desde las peores hasta las más llevaderas. Pero todas ellas les provocarán ansiedad y miedo.
Tienes que saber cómo calmarles y ahuyentar su ansiedad. Hay que saber mostrarle lo buena persona que es. Hay que saber destacar sus cualidades y sus lados buenos. Hay que saber mostrarles la verdad y sacarles de su mente desordenada y ansiosa.
Tienes que saber que lo cuestionan todo, incluso a ti. Tienes que estar preparado para todas las situaciones.
Podríais estar pasando una tarde tranquila y relajada y, de repente, te bombardean con preguntas que llevan tiempo rondando por su cabeza y que ya no pueden quedarse ahí.
Lo sé, amar a alguien que piensa demasiado es muy difícil. ¿Pero no son difíciles todas las relaciones? ¿No es difícil el amor? Cuanto más grande es, más difícil se hace. Cuanto más crecen tus sentimientos, más hay en juego. Un pensador exagerado puede volverte loco.
A veces no puedes soportarlo más pero un overthinker nunca te abandonarán. Serán leales y su amor es algo que nunca antes habrás experimentado.
Saben lo mucho que haces por ellos. Saben que es difícil mantener a alguien en el suelo.
Saben que es casi imposible sacárselas de la cabeza y calmarlas cuando todas las preguntas empiezan a rondar por su mente.
Te amarán hasta el final, por muy raro que seas o por muchos defectos que tengas. Te amarán sin importar lo que hayas dejado atrás en el pasado.
Te querrán porque saben que son un puñado y tu amor es tan fuerte que cada vez que te has hartado, te da un empujón para no rendirte con ellos. A no renunciar a vosotros dos.