Hay muchos horrores en el mundo en que vivimos. Ni en mis sueños más salvajes pensé que tú serías clasificado como tal. Verás, el trauma que causaste ha impactado mi vida de muchas maneras.
La sombra que proyectas me ha causado una extraña y dolorosa enfermedad que me está matando silenciosamente. Esta enfermedad no puede curarse con medicinas, sino sólo con lágrimas silenciosas.
Intelectualmente, entiendo que esquivé la gran bala. Sin embargo, los fragmentos me han golpeado justo en el corazón. Siento que una parte de mí ha muerto y a mi mente le cuesta superar esta fase de supervivencia con el piloto automático.
La idea de que debería estar agradecida de que esta relación terminara antes de casarme y tener hijos es una gilipollez. Sí, ha sido una lección de vida. Sí, estoy agradecida por no haberme casado con este hombre, por no haber traído niños inocentes a una relación unilateral.
Sin embargo, el trauma que ha causado estar con un tóxico, narcisista manipulador se cierne sobre mi cabeza cada día.
Me siento destripada emocional, mental e incluso espiritualmente. Es mucho más que un simple desamor. En algún momento de esa relación me perdí a mí misma. Me perdí por alguien a quien yo no le importaba una mierda. Ahora, estoy lidiando con el dolor de una relación que salió mal y tratando de descubrirme a mí misma de nuevo.
Esto es más que una simple angustia. Es mucho peor. Es una enfermedad que intentas curar pero que, de algún modo, siempre vuelve para atormentarte. Es una cicatriz que ningún cosmético colocado sobre tu corazón puede cubrir. Los daños están ahí, justo debajo de la superficie, apenas visibles, pero ahí.
Para ser sincera, no tengo ni idea de cómo demonios ha ocurrido todo esto. Supuse que después de un año saliendo contigo, eras alguien en quien podía confiar, después de todo te amaba.
Supuse que eras alguien que de verdad se preocupaba por mi bienestar. No tenía ni idea de que tomarías mis miedos y mayores preocupaciones y los usarías para picar, ya que constantemente tirabas de esos detonantes para conseguir lo que querías. Utilizaste mi mayor miedo, que era la comida, para controlar lo que entraba y salía de mi boca. Casi me hicieron una transfusión de sangre porque permití que me hicieras sentir culpable por comer una hamburguesa en lugar de una ensalada.
Te permití usar mi miedo, tomarlo y darle forma, en una calamidad. Lo peor es que nunca entendí qué me pasaba en primer lugar. Y lo que era aún peor, es que las lágrimas que caían de mi cara lo hacían en silencio.
Silenciosamente hecho donde nadie podía ver. Silenciosamente hecho porque me negué a creer que eras la persona que realmente eras.
Lo que es aún más desgarrador es que los amigos y la familia sospechaban lo que estaba pasando, y mientras ellos estaban dispuestos a defenderme recogiendo mis pertenencias, yo siempre estaba dispuesta a intentar defenderte a ti. Defenderte porque te quería y defenderte porque pensaba que quedaba un ápice de ternura en tu corazón.
Por desgracia, estaba terriblemente equivocado, y Por desgracia, no hay ninguna guía sobre cómo superar el daño que me hiciste pasar. Lo único que parece aliviar mi dolor es llorar y tampoco me avergüenza mencionarlo. Lo único que puedo decirte es que ojalá me hubiera escuchado más a mí misma y hubiera salido antes de esta toxicidad.
Entiendo que tengo una gran montaña que escalar para superar esto. Comprendo que en este viaje de autodescubrimiento una parte de mí tendrá que morir -como un cáncer necesita morir para que el cuerpo sobreviva. Entiendo que es sólo para mejor. Entiendo que es una cuestión de tiempo y entiendo que el nuevo yo será mucho más fuerte que el antiguo yo.
Bien escrito. Mi ex narcisista me descartó por última vez después de que le dije que lo amaba. Han pasado 42 días sin contacto (implementado por mí misma), y el dolor está desapareciendo. Todavía lloro casi todos los días por breves momentos, pero ahora siento una sensación de poder y esperanza. Ya estoy interesada en otra persona y empiezo a sentirme realmente bien conmigo misma. Se alimentaba de mi autoestima. Tuvo que derribarme para que sintiera que ningún hombre me querría, y se aseguró de que quedara claro que ningún hombre querría estar conmigo en algunos de los últimos mensajes que me envió.
Como probablemente ya sepas, el no contacto es la única manera de recuperar tu vida. Tu energía. Tu felicidad. Su sentido de sí mismo. Tu esperanza. Tu luz.
xx