La gente añora lugares en los que nunca ha estado, anhela cosas que otros tienen, teme las cosas que aún no han sucedido... así que, ¿por qué no podrías echar de menos a alguien que no es tuyo?
La idea de no tener a alguien y desearlo es, cuando menos, escabrosa. La gente lo ve sobre todo como un deseo que sufre, pero tiene otra cara.
Querer a alguien que no es tuyo está lleno de preguntas del tipo "y si...". Está tejido con imaginación y es lo que ocupa tu cerebro veinticinco horas al día.
Sí, sólo hay veinticuatro horas al día, pero piensa en la persona a la que echas de menos veinticinco horas al día.
La trampa de no saber qué quiere alguien a quien quieres sólo para ti es la sensación de tener una pieza de un rompecabezas que encaja en más de un sitio.
¿Qué significa su mirada hacia ti en una habitación llena de gente? Tiene la necesidad de tocarte: el pelo, el brazo, ponerte la mano en la cintura cuando intenta pasar a tu lado, para que te fijes en él.
No estás loca, él está haciendo todas estas cosas. Poco sabe él que incluso una pequeña conversación estúpida significa tanto para ti. Todo esto es como una promesa de un futuro juntos, pero nunca hablado en voz alta.
No sabía que cuando envías la más mínima señal de afecto a una persona que tiene una imaginación vívida, al mismo tiempo le estás dando permiso para que te eche de menos.
Cuando se piensa en ello, tiene sentido. ¿Quién puede impedir que una persona sueñe despierta?
Te lo imaginas teniendo ojos sólo para ti. Deseas sentarte a su lado en una cena siendo inteligente y divertida. Piensas en él teniendo ojos sólo para ti, y fantaseas con este amor épico.
Porque hay una parte de ti que aún no has mostrado al mundo. Porque hay mucho más en ti de lo que la gente es capaz de ver.
El lugar más lejano al que llega tu imaginación no es el camino sexual, pero crees que él conseguirá ver tu verdadero yo, el que se merece todo el amor del mundo.
Le echas de menos en oleadas y esta noche te estás ahogando. Lo único que te impide nadar es el miedo a no tener permiso para echarle de menos.
Ese miedo se siente como si tuvieras una piedra atada a las piernas. Echarlo de menos no tiene sentido, pero ¿cuándo ha tenido sentido algo relacionado con los sentimientos?
Tienes derecho a sentir algo por él, aunque sea desordenado. Puedes levantarte por la mañana y quedarte un rato más en la cama soñando despierta con él.
Puedes echar de menos los días que no has pasado con él. Se le permite mirar hacia adelante y anhelar la felicidad que aún no ha experimentado con él.
Puedes esperar con impaciencia tu próximo encuentro y desear la felicidad que conlleva que él te elija a ti. No estás loca por echarle de menos aunque no sea tuyo.
El corazón quiere lo que quiere.