A veces estamos más enganchados a la sensación de estar enamorado que en una persona. Ocurre más a menudo de lo que se cree.
Así que caemos en la trampa y solemos acabar volviendo con nuestro ex, aunque no sea a él a quien realmente echamos de menos. Echamos de menos el sentimiento que él podía provocar en nosotras.
Echamos de menos el calor de otra persona. Echamos de menos esa sensación de pertenencia. Echamos de menos nuestra mano en su mano. Echamos de menos la presión de nuestros labios sobre los suyos. Echamos de menos los abrazos que se llevan todos nuestros problemas.
Echamos de menos reír y compartir historias. Echamos de menos la intimidad. Ansiamos esa sensación de estar enamorados. Es tan adictivo que a veces olvidamos que tenemos sentido común.
Así que acabamos pensando que nunca podríamos sentir este tipo de amor hacia otro hombre. Alejamos a todo el mundo.
No permitimos que nadie más se acerque siquiera porque estamos obsesionados con nuestro ex. Pero es eso, pura obsesión.
Algún tipo de ilusión que hicimos en nuestras cabezas que nos hace pensar que es amor. Para hacernos creer que le echamos de menos.
Olvidamos que existe un razón por la que se convirtió en un ex en primer lugar.
Independientemente de si fue él quien se fue o fuimos nosotros los que nos alejamos, no fue por nada. Algo estaba muy mal en esa relación para que se rompiera.
Pero engañamos a nuestra mente y sólo pensamos en las cosas buenas, en las cosas románticas que echamos de menos. Queremos tanto que vuelva que hasta sentimos lo desesperados que estamos.
No nos damos cuenta de que no es el adecuado para nosotros, de que estamos cometiendo el mismo error una y otra vez.
La verdad es que la misma persona que te rompió el corazón no puede ser la que te lo repare. Él no es único. No es especial.
Y no es el único que puede hacerte sentir así. Hay millones como él. Lo que necesitas es alguien mejor.
Porque hay alguien mejor ahí fuera. Sólo tienes que ser paciente. Tienes que hacer que tu tiempo merezca la pena. Tienes que crearte amor.
Tienes que darte cuenta de que el amor que tanto anhelas lo tienes tú mismo.
Lo tienes con tu familia y tus amigos. Lo tienes en las cosas que te inspiran. Tienes que darte cuenta de que eso es lo que te faltaba cuando estabas con él: amor propio.
No echas de menos a la persona, echas de menos los sentimientos que tenías cuando estabas con ella. Echas de menos la seguridad, el amor y la pasión que tenías. No hagas a esa persona más valiosa de lo que nunca fue.
No vuelvas con quien te hizo daño sólo porque echas de menos la sensación de estar enamorado. No te das cuenta de que todos los sentimientos se crearon dentro de ti y que eres la única que puede controlarlos.
Echas de menos el amor que tenías. Tenía como en el tiempo pasado perfecto. Es algo que terminó.
Algo que ya no puede puede ser. Así que, aunque lo recuperaras, nunca sería lo mismo. Lo que te falta son las partes de tus recuerdos pasados. Es hora de crear otros nuevos.
¡Girlllllll tan cierto, gracias, que me ayudó mucho!