Nadie la culparía si supiera por lo que ha pasado.
Nadie diría que es rara o que tiene miedo al compromiso. Nadie hablaría a sus espaldas si supiera lo que él le hizo.
Deberías saber que tiene mucho miedo, no, más que eso: está... aterrorizada de amor. No la culpes por eso porque no es culpa suya.
No es culpa suya que nunca viera lo que es el amor verdadero. No es culpa suya haber conocido a un imbécil que se aprovechó de ella.
Ella no tiene la culpa de que él la diera por sentada porque era demasiado egoísta y sólo quería complacerse a sí mismo. Fingió que la amaba porque quería tenerla solo para él.
Era demasiado cobarde para admitir que tenía miedo de estar solo. Así que la utilizó y la rechazó cuando ya no la necesitaba.
La rechazó y la dejó de lado como si nunca hubiera significado nada para él.
Aunque ella le dio todo de sí misma, aunque invirtió en su relación y la alimentó porque creía que duraría para siempre, él le dio la espalda, dejándola rota y solo.
La torturó distanciándose poco a poco. Nunca fue lo bastante hombre para reconocer sus errores. No tuvo el valor de decirle que ya no la quería.
Lo único que sabía hacer era apartarla poco a poco de su vida sin explicación alguna.
Nunca tuvo la cierre que se merecía. Nunca tuvo la oportunidad de seguir adelante pacíficamente.
La destruyó actuando como si se preocupara por ella. Cada vez que ella estaba herida y necesitaba que él estuviera a su lado, él nunca estaba.
Cuando ella se ahogaba en lágrimas, él tenía algo más importante que hacer. Nunca tuvo ningún apoyo. Tenía que pasar por todo ella sola.
Y lo más triste es que ella se acostumbró. La hirió porque no la respetaba. Las únicas palabras que significaban algo eran las suyas.
Ella nunca tenía la oportunidad de decir lo que pensaba e incluso cuando lo hacía, él no la escuchaba. Fingía que sí, pero sus palabras se convertían en murmullos que no significaban nada.
Se atrevió a darle largas como a una tonta y luego dejarla, al final, vagando como un cachorro perdido por las calles, confundida y sola.
Por eso nunca baja la guardia.
Tiene miedo de ser vulnerable porque cada vez que se abría a él, él se apartaba y la hería aún más.
Cada vez que ella intentaba acercarse a él y compartir su dolor, él le demostraba que no podía importarle menos. Ahora ella ha cerrado su corazón y sellado las puertas para que nadie pueda entrar jamás.
Tiene miedo de dar el primer paso porque está muerta de miedo. Cuando ve a alguien que le gusta, se echa atrás porque no quiere que la historia se repita.
Ni siquiera quiere darle la oportunidad de demostrarle que no la tratará como la trataron en el pasado.
Se alejará, sabiendo que podría perder su oportunidad de ser feliz, pero su miedo es mucho mayor que su valentía para dar el paso.
Tiene miedo de las despedidas sin una palabra porque él nunca le dio un cierre. Nunca le dio una verdadera razón de por qué le hizo esto.
Nunca le dio una verdadera razón de por qué dejó de amarla. En realidad, ella no está segura de que la amara.
Teme que la gente cambie de opinión por su pasado. Al principio, juró por su vida que la amaba. Quería darle el mundo.
Le hizo creer que era la persona más bella del mundo y luego se lo arrebató todo, así, sin previo aviso.
Teme que alguien llegue a conocerla mejor y la rechace porque no le gusta lo que ve.
No quiere cambiar por nadie porque sabe que está perfectamente bien tal y como es.
Ella sabe se merece algo mejorpero tiene miedo de aceptarlo.
Y por último, está cansada de que la gente intente cambiarla y por eso los mantiene fuera de su alcance.
Quiere ser fiel a sí misma y si a alguien no le gusta, no es su problema.
Parece segura de sí misma y fuerte, pero en realidad se está desmoronando por dentro. Cada día, cuando se levanta, se pone la sonrisa como se pone la ropa. Todo es falso.
No le apetece sonreír, pero tiene que hacerlo, de lo contrario, el miedo se la comería viva.