A veces, puedes dar lo mejor de ti, pero no obtendrás nada a cambio.
A veces, por mucho que quieres a alguien, no lo tendrás. A veces, la vida no es justa.
Las cartas son así: el destino ha elegido; no puedes hacer nada al respecto.
A veces, es mejor dejarlo estar y seguir adelante con tu vida. Por ti... por ellos... por todos.
Cuando el amor es correcto, sabes que es correcto.
No hay dudas. No hay celos. No hay inmadurez. Cuando sabes que algo es correcto, lo es.
Nada puede convencerte de lo contrario. Al final, el instinto nunca se equivoca.
Darás todo lo que tienes por ese amor que te espera, sin ninguna duda en tu mente ni en tu corazón de que algún día podría hacerte daño. ¿Alguna vez has estado tan seguro de algo?
Y no estoy hablando de negarse a sí mismo, cerrar los ojos a las señales de alarma y mentirse a sí mismo diciendo que lo que está haciendo es sólo temporal.
Hablo de amor puro: impecable, seguro y sencillamente hermoso.
Las relaciones no son tan difíciles.
No me malinterpretes, las relaciones son un reto. Os pelearéis como perros y gatos, pero el truco está en que os besaréis, os reconciliaréis y olvidaréis como si nada hubiera pasado.
No se trata de no pelear en una relación. Se trata de ser capaz de perdonar, de encontrar la fuerza para escuchar a la otra persona y, lo más importante, de comprenderla.
Si la relación entre vosotros dos es más agotadora que satisfactoria y divertida, siento decírtelo, pero nunca tendrás a ese hombre para ti sola.
Tal vez sientas que lo tienes ahora, pero esa relación no va a durar, y se va a hundir en llamas con un gran y doloroso boom.
Respétate lo suficiente como para ahorrarte el dolor inevitable.
Sabes que nunca termina de otra manera. Un hombre que no es para ti nunca se convertirá en un hombre para ti. No habrá ningún cambio repentino de corazones, una realización o iluminación dentro de su mente.
Si así será, sucederá, pero no como tú quieres. Las probabilidades no estarán a tu favor porque no estaba previsto desde el principio.
Algunas personas nunca serán tuyas, por mucho que lo desees.
Puedes perder el tiempo, puedes darte falsas esperanzas, pero esa pequeña burbuja perfecta que te has creado estallará.
Guarda tus segundas oportunidades para alguien que realmente las merezca.
¿Por qué malgastar su energía y su confianza con alguien que no es digno? Es algo muy peligroso.
¿Sabe por qué? La confianza no es una fuente inagotable. Llegará un momento en que cortarás el suministro.
El problema es que si malgastas tu confianza y tus segundas oportunidades en la persona que no se lo merecía, cortarás el grifo a quien realmente se lo merecía.
Piénsalo: como ahora tienes miedo de enfrentarte a la verdad, estás destruyendo una relación que ni siquiera ha empezado.
Estás demoliendo tu futuro, y ni siquiera has hecho las paces con tu presente.
Establezca bien sus prioridades
Si te apartas del puesto número 1 de tu lista de prioridades, ten en cuenta que estás cometiendo un gran error, que nunca podrás enmendar.
Una vez que la confianza desaparece por completo, es casi imposible recuperarla.
Teniendo esto en cuenta, piensa en ti mismo. No seas tu peor enemigo.
Quererte a ti mismo es la única manera de evitar las dificultades y el dolor que estás causando al faltarte al respeto.