La gente siempre habla de la perfección como si fuera algo que todos deberíamos ser. Pero si lo miras más de cerca, nada ni nadie en esta vida es realmente perfecto. Todos somos imperfectos y sólo somos humanos. La perfección es un rasgo para criaturas más divinas.
Sin embargo, todos nos esforzamos por alcanzarla. Y es precisamente esa obsesión que tenemos con la perfección lo que hace que el amor sea algo difícil de encontrar. Es como si todo el mundo llevara encima esas listas de comprobación y si no se marcan todas las casillas, fracasamos en el amor.
Búsqueda de la perfección en realidad podría no ser tan malo. Todos deberíamos intentar ser una mejor versión de nosotros mismos. Ser mejores de lo que éramos ayer. Competir con nosotros mismos y esforzarnos por alcanzar lo que consideramos grandeza. Sea lo que sea, nunca debe medirse por los estándares de perfección de otros, sino por los nuestros.
Esa búsqueda de la perfección puede ser realmente perjudicial para nuestra autoestima, nuestra vida amorosa y nuestras expectativas. Por eso todos deberíamos empezar a ser realistas.
Creo que la perfección está en intentarlo, en dar lo mejor de ti. Creo que la perfección es tener un corazón amable y una mente abierta. Creo que todos somos perfectos con nuestras imperfecciones. Creo que todos tenemos a alguien ahí fuera que nos querrá porque, aunque no seamos perfectos, sin duda valemos la pena.
Por eso debemos dar más importancia a la valía que a la perfección. Estas son las cosas que creo que me hacen digno de amor.
1. Soy consciente de mis defectos y siempre estoy trabajando en ellos.
Tener defectos es una cosa, pero reconocerlos y ser capaz de admitir que necesito hacer algunos cambios es mucho más difícil. Me llevó un tiempo llegar a ese estado. Nadie quiere ver sus defectos y mucho menos trabajar en ellos. Tengo suerte porque soy consciente de mis defectos y siempre intento superarlos. Supongo que algunos de ellos me acompañarán toda la vida. Por eso sólo quiero a alguien que sea capaz de lidiar con mis defectos como yo lidiaré con los suyos.
2. Soy más fuerte gracias a mi quebrantamiento.
La vida no siempre me ha tratado con justicia. Me ha golpeado de más formas de lo humanamente soportable. Pero he conseguido Levántate. Conseguí sacar fuerzas de algún lugar profundo de mí misma, aunque no sabía que me quedaban. Conseguí persistir a pesar de mi corazón herido y mi alma rota, y soy mejor persona gracias a ello.
3. Estoy agradecido.
Soy el tipo de persona que disfruta de la vida. De las que se asombran con todo lo que la rodea. Estoy agradecida por mi familia, por el sol de la mañana y las luces nocturnas que iluminan la ciudad. Doy gracias por mi cerebro creativo que trabaja sin parar. Doy gracias por todo el dolor que me ha convertido en lo que soy hoy. Doy gracias por este mundo y por esta vida.
4. No hay nada falso en mí.
Sonrío sinceramente. Lloro cuando estoy solo. Digo lo que pienso. Me siento cómodo en mi propia piel. Tengo sentido del humor. Escucho con atención. Nunca pretendo ser algo que no soy. No fuerzo las relaciones de ningún tipo. Todo lo que hago viene del corazón.
5. Soy genuinamente amable.
Odio la falsa cortesía, así que cuando digo algo amable y educado siempre lo digo de corazón. Si no tengo nada bueno que decir, prefiero no decir nada. Creo que la amabilidad es el mejor regalo que puedo hacer a alguien. Ayudo a quienes lo necesitan, sobre todo a mis amigos.
6. No tengo ningún problema en decir las palabras "lo siento".
A veces mi boca es más rápida que mi cerebro, así que puede que diga cosas que sería mejor no decir. Hago daño a la gente sin querer. Puedo herir los sentimientos de la gente o herir sus egos, pero siempre pedir disculpas. Diré que lo siento y lo diré en serio. No tengo miedo de admitir que me he equivocado y siempre me sentiré mal por ello. Intentaré enmendarlo y haré todo lo posible por aprender de la experiencia para que no vuelva a ocurrir lo mismo.
7. Fallo. Me caigo. Vuelvo a intentarlo.
Soy un poco cabezota, pero eso a veces puede resultar útil. Fracasaré tantas veces como haga falta hasta que consiga hacer algo bien. Mi terquedad me hace persistir. No soy perfecto. No lo soy todo en mi propia lista, y mucho menos en la de los demás, pero lo que se da vale lo que se recibe. Soy un trabajo en progreso y espero que alguien valore eso en mí.
8. No soy perfecta, pero hay belleza en ser yo misma.
No soy la chica de la pasarela o de la portada de la revista con la que todo el mundo quiere estar. Estoy entre bastidores creando maravillas. No encajo en las normas sociales sobre tallas y belleza, pero he aprendido a quererme por mí misma. Soy una mujer que se siente cómoda en su propia piel.
9. Soy una persona completa y polifacética, pero quiero tener a alguien a quien llamar mío.
Me siento bien siendo sólo yo en las cuatro paredes de mi casa. Me gusta pasar tiempo conmigo misma y encontrar nuevas formas de hacerme feliz. No necesito que un hombre sea mi otra mitad. Necesito un compañero de fechorías. Alguien con quien pueda reírme, ser rara y que se sienta cómodo con que nos burlemos el uno del otro. Necesito un compañero de vida. Alguien en quien pueda apoyarme cuando la vida me canse demasiado. Alguien cuyo abrazo sea más poderoso que nada en este mundo. Alguien que me escuche. Alguien con quien compartir momentos felices. Alguien que sea digno con todas sus imperfecciones, como yo lo soy con las mías.