Puede que este año no haya sido tu amigo. Ha sido más bien el enemigo que te ha hecho tropezar y caer tantas veces.
Este año fue el novio malo que te rompió el corazón, un jefe horrible que no supo ver tu valía, ese compañero de trabajo celoso ...un amigo que te apuñaló por la espalda, toda la gente que se aprovechó de tu bondad...
La buena noticia es que sigues en pie a pesar de todo, a pesar de todos los que siguen hundiéndote. Eres mucho más fuerte de lo que crees.
Sé que has sido golpeado y quemado por este año y que sientes que estás al final de tus fuerzas.
Sé que estás emocionalmente agotada y físicamente exhausta, pero tienes que creer, creer siempre que la felicidad te está esperando a la vuelta de la esquina.
Recuerda que cuando estás abajo no hay otro sitio al que ir que hacia arriba.
Cuando pasas tanto tiempo privado de suerte, es hora de que esa suerte vuelva a aparecer en tu vida.
Ya es hora de que las cosas empiecen a mejorar para ti, y no hay por qué esperar hasta principios del año que viene.
El último mes del año puede ser el que lo cambie todo.
Diciembre puede ser tu giro argumental, el giro inesperado a mejor si decides que sea así.
Sí, todo está en tus manos, pero si quieres que las cosas cambien tienes que invitar al cambio a tu vida.
Hay que dejar de repetir los mismos viejos escenarios, esperando que el resultado sea diferente.
Empieza por decir adiós a tu relación venenosa.
Ya sea pasado o presente, exclusivo o casi, si no se siente querido y apreciado, déjelo ir.
Te mereces más que las falsas promesas, las bajas inversiones y el comportamiento de mierda de alguien.
Necesitas algo más que mirar una pantalla vacía. Mereces algo más que esperar que las cosas cambien y vuelvan a ir bien.
Haz grande tu propia vida.
Deshazte de las dudas y no habrá nada que no puedas hacer. Deshazte de la gente que te dice que no vales y descubre tu propia valía.
Sé tú quien convierta todos los "no puedo" en "puedo" y triunfe contra todo pronóstico. Cree en ti mismo. Quiérete. Si tú no lo haces, ¿quién lo hará?
Eres el dueño de tu destino, no lo dudes ni un segundo.
Tienes el poder de ser dueño de tu vida. Sólo tú tienes la última palabra sobre cómo quieres que te traten. Tú tienes la última palabra sobre quién se queda y quién se va de tu vida.
No insistas en tus errores. Perdónate por no haber sabido hacerlo mejor en ese momento. Aprende de ellos, crece y déjalos en el pasado, donde deben estar.
Deshazte de la idea de que tienes que tener toda tu vida resuelta-nadie tiene la vida resuelta.
Todos seguimos el juego, nos adaptamos a los cambios y aprendemos sobre la marcha. Todos actuamos como si supiéramos lo que queremos y el camino para conseguirlo.
No compares tu vida con la de los demás. No pienses que son felices todo el tiempo. Una vida perfecta sólo es posible en Instagram. La realidad es otra cosa.
La verdad es que todos estamos perdidos a veces. Todos pasamos por todo el espectro de emociones humanas, desde el dolor hasta la felicidad, y eso está bien.
Así es como funcionan las cosas. Eso es lo que nos hace humanos.
No temas al futuro-míralo como un reto.
Aprovecha al máximo tu presente. Se trata de aceptar lo desconocido con una mentalidad positiva y manejar lo que no puedes cambiar con lo mejor de tus capacidades.
Dios no puede ayudarte si tú no te ayudas primero, así que empieza.
Levántate ahora mismo, y haz algo por ti . Haz lo que te haga feliz. Lo que haga que tu corazón duela un poco menos.
Imprégnate del espíritu navideño. Reza. Come. Ama. Baila. Ríe. Haz cosas que hagan sonreír a tu corazón.
Trabaja en ti mismo para ti mismo. Cuídate. Recuerda que tú también eres importante. Dedícate a ti mismo el tiempo y el esfuerzo que tan desinteresadamente dedicas a los demás.
Te mereces tiempo para ti. Mereces relajarte, desconectar y mimarte de vez en cuando.
Te debes a ti mismo ser la mejor versión de ti mismo.
Haz que este diciembre sea increíble. Conviértelo en un mes en el que decidas tomar las riendas de la situación y escribir el giro argumental que más te satisfaga.
