Si te encuentras en un periodo de tu vida poco ideal y lo único que parece venirte a la cabeza es la pregunta: "¡¿Qué estoy haciendo con mi vida?!", entonces creo que este artículo puede ser capaz de ayudarle a sobrellevar la situación.
Todos hemos pasado por eso. Nadie es inmune a las malas rachas de la vida.
A veces caemos en la rutina y esta pregunta parece surgir, y a veces ocurren cosas que crean un enorme agujero en nuestra mente y nuestro corazón, dejándonos vulnerables y cuestionándonos todo lo que hemos hecho hasta ahora, así como nuestro futuro.
En primer lugar, déjame decirte que TODO VA A SALIR BIEN.
Ahora, vamos a intentar ayudarte a salir de esta situación más fuerte que nunca.
Cuestionarse qué estás haciendo con tu vida no es fácil, pero es la pregunta más importante que jamás te harás.
Primer paso: Averigua qué cosas no te gustan de tu vida.
A menudo se dice que el primer paso para resolver un problema es admitir que se tiene un problema.
Pues realmente lo es. Puede que no sea fácil sentarse y reflexionar profundamente sobre lo que estás haciendo con tu vida, pero es necesario.
Si no hubiera al menos un pequeño problema, no te lo habrías preguntado.
Aunque es un verdadero reto señalar exactamente qué es lo que falla, ¡hay que hacerlo!
Piensa en cada área de tu vida. ¿Cómo van las cosas en tu relación?
¿Estás anclado en el pasado?? ¿Sientes que podrías hacer más por otras personas en tu vida?
Hay muchas razones para sentirse perdido, y no todas son obvias.
Su desarrollo personal depende de que hagas un examen de conciencia, así que será mejor que encuentres la fuerza para hacerlo.
Intenta hablar con tus amigos o familiares, quizá puedan ayudarte. Sin embargo, tu cerebro estresado no te dará las respuestas que necesitas.
Si no encuentras una razón para sentirte así, prueba a escaparte un tiempo.
Tal vez visitar un lugar tranquilo en el campo, probar la meditación, o tal vez algún tipo de deporte para dejar que su mente se relaje.
Segundo paso: Una vez que sepas qué es lo que va mal, ¡NO ENTRES EN PÁNICO!
Ahora que has descubierto todos los problemas de tu vida, tu primera reacción puede ser el pánico.
No lo hagas. Honestamente, es perfectamente normal sentirse abrumado por todo lo que pasa por tu mente.
Nadie dijo que tomar medidas para cambia tu vida sería fácil, ¡pero sin duda merecerá la pena!
Toma la decisión de aceptar simplemente todo lo que ahora te das cuenta que está mal en la forma en que has estado viviendo tu vida hasta ahora.
Puede ser algo enorme o algo minúsculo, pero hay que estar dispuesto a aceptarlo para poder cambiarlo y seguir adelante.
No te juzgues ni saques conclusiones precipitadas. Dite a ti misma que, pase lo que pase, siempre te querrás.
Todo el mundo pasa por diferentes etapas en su vida y algunas no son tan bonitas como otras. Todo irá bien.
Véase también: "¿Por qué no soy bueno en nada?" Lo eres, y he aquí por qué
Tercer paso: Estás listo para elaborar un plan
¿Qué quieres cambiar? ¿Qué puedes cambiar? ¿Cuáles son tus opciones? Estas son algunas de las preguntas que tendrás que hacerte en este paso.
Entonces siéntate y elabora un plan. Coge literalmente un trozo de papel y un bolígrafo y empieza a escribir. Escribe todo lo que tienes que hacer para llegar a donde quieres.
Si tu objetivo es empezar a ser más comprensivo con tus amigos y familiares, escribe cómo quieres conseguirlo (acordarte de sus cumpleaños, ayudarles cuando estén enfermos, etc.).
Piensa en tu verdadero yo. ¿Quieres ser médico (cualquier carrera es válida)? Haz un plan.
¿Quieres ser más activo socialmente? Haz un plan.
¿Quieres empezar a pasar más tiempo en la naturaleza? Haz un plan.
Es difícil seguir un nuevo camino si no te obligas a hacerlo al principio. ¿Conoces el dicho "finge hasta que lo consigas"? Pues tiene sentido.
Durante los primeros días o semanas te costará mantenerte en el buen camino, pero trazar un plan y ceñirte a él es crucial para el crecimiento personal que intentas lograr.
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Cuarto paso: Avanzar en la dirección correcta
Esto nos lleva al cuarto paso. Progresar es importante, por grande o pequeño que sea.
Vivir la vida que deseas es gratificante, y cualquier pequeño paso que des supondrá una gran diferencia para ti personalmente.
No te decepciones si algunas de las cosas que haces no están en correlación directa en tu éxito en cambiar tu vida, eso está bien.
Además, no te castigues por ir despacio. Sinceramente, no importa lo rápido que te muevas, siempre que lo hagas en la dirección correcta.
Las decisiones vitales que tomaste en el tercer paso son cruciales: cíñete a ellas y síguelas.
Sé consciente de que puedes cambiar tus objetivos, pero asegúrate de que no los cambias porque otro plan de vida te parezca más fácil de seguir.
La primera menstruación siempre es dura, pero aguanta unas semanas y tu vida empezará a cambiar.
Quinto paso: Consigue una nueva perspectiva: ¡viaja!
"El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en tener nuevos ojos." Marcel Proust dijo esto y ¡maldita sea, tenía razón!
Si estás estancado en la rutina y no consigues disfrutar con nada de lo que haces, tienes que animar un poco las cosas.
Averiguar el propósito de tu vida no es tarea fácil y puede que necesites un nuevo par de ojos para hacerlo.
Eso es lo bonito de viajar. Te hace salir de tu vida cotidiana. Vivir un cierto tipo de vida, en un cierto tipo de país, con un cierto tipo de cultura, hace que un hombre piense de una manera muy específica.
Esta forma de pensar afecta a tu vida y a la forma en que te ves a ti mismo y a la gente que te rodea. Todo lo que piensas pasa por el filtro de estas ideas heredadas sobre cómo debe ser la vida.
Ve a otro lugar y observa cómo viven otras personas. Podría darte una perspectiva diferente y enseñarte nuevas formas de pensar y de hacer las cosas que te ayudarán a avanzar.
Sinceramente, a veces basta con leer un buen libro para evadirse.
Los libros, al igual que los viajes, te dan nuevos ojos y te ayudan a pensar en la vida a un nivel más objetivo, y te ayudan a estar más en contacto con tu alma que nunca.
Sexto paso: Experimente
Piensa detenidamente en lo que no te gusta de tu vida.
En la mayoría de los casos, te darás cuenta de que las cosas que te gustaría cambiar son las que eliges hacer porque las otras opciones mejores están fuera de tu zona de confort.
Esa es probablemente la razón por la que lo hiciste mal en primer lugar: querías sentirte protegido y seguro.
Piensa en las cosas con las que sueñas despierto. Ser alguien -o algo- que te parece imposible ser en tu vida cotidiana.
Esa es la dirección que deberías intentar tomar.
Díselo a ti mismo: Esta es mi pasión, ¡esto es lo que haré con mi vida a partir de ahora!
Nuestra sociedad nos convierte a todos en borregos. Hacemos lo que creemos que la sociedad espera que hagamos.
Nuestros padres quieren que vayamos a cierto tipo de escuelas, quieren que hagamos trabajos bien valorados...
Es así: escuela, carrera, matrimonio, hijos, crisis del cuarto de vida, crisis de la mediana edad, nietos.... LA MUERTE. ¡Oh, no!
Tienes una forma de cambiar esto, aunque creas que no tienes fuerza suficiente para hacer absolutamente todo lo que sueñas.
No tiene por qué ser un cambio completo, una nueva carrera o algo igual de grande. Haz una lista de deseos e intenta hacer todas las cosas que puedas.
Séptimo paso: Intenta dejar las redes sociales
Las redes sociales pueden ser TÓXICAS. Tanto juicio en un solo lugar no puede ser bueno para nadie. Puede hacer que te sientas fatal con tu vida viendo a toda esa gente photoshopeada publicando fotos de sus vidas perfectas.
La verdad es que todo es falso. Todo el mundo elige lo que publica en las redes sociales, y nadie elige el desorden. Nadie saca una foto de su almuerzo quemado, su coche roto o sus facturas sin pagar o ..... Ya me entiendes.
Deja de creer en las redes sociales y, mejor aún, abandónalas. No formes parte de ellas en absoluto. Puede ser difícil, porque siempre hay una parte de cada ser humano que anhela formar parte de un grupo.
También hay una gran parte de cada ser humano que necesita ver cómo les va la vida a los demás para definir lo bien que le va la suya.
¡No seas ese humano! ¡Por favor! Eso nos lleva al paso número ocho.
Octavo paso: Aprende a dejar de compararte con los demás
Nada bueno sale de esto. No puedes mantener la cordura mental si haces esto constantemente.
Afectará a tu bienestar; romperá tu vínculo contigo mismo; destruirá toda pizca de amor propio y autoestima que tengas.
NADIE ES PERFECTO
No importa lo que pienses. Las cosas que ves desde donde estás nunca son la imagen completa.
Hay mucho más en cada ser humano, y la mayoría son cosas que nunca dejan ver a los demás.
Tus decisiones vitales y la forma en que te ves a ti mismo nunca deben estar relacionadas con compararte con otras personas.
Puede ser muy molesto ver a otra persona haciendo el bien. Puedes creer que son absolutamente perfectos y luego volverte contra ti mismo por no convertirte en quien crees que es esa persona.
Lo más importante es que no es cierto.
Y aunque fuera cierto, sólo podrías hacer una cosa al respecto: ¡cambiar!
Si realmente hay alguien ahí fuera a quien admiras y crees que podría servirte de modelo para hacerte mejorar, adelante, síguele.
Algunas personas son realmente geniales y deberías encontrar inspiración en ellas, pero que sea sólo eso: inspiración. No un ataque desgarrador a tu propia personalidad.
Noveno paso: Recuérdate a ti mismo todo lo bueno que has hecho
Date una palmadita en la espalda. Estás haciendo un buen trabajo.
Tómate tiempo para reflexionar y pensar en todo lo bueno que recuerdes haber hecho. No te centres solo en lo negativo.
También es importante elogiarse de vez en cuando.
Sería estupendo que te acostumbraras a decir o pensar algunas cosas buenas sobre ti mismo cada mañana o cada noche.
Recuerde sus éxitos incluso cuando las cosas vayan mal. Te ayudará a ver que no todo es sombrío.
La vida no puede ser perfecta todo el tiempo. Solo somos humanos y todos cometemos errores.
Pensar en positivo sobre distintos aspectos de tu vida seguramente te beneficiará enormemente.
Y no pienses sólo en esas cosas durante un segundo y luego vuelvas a ser negativo.
No, echa un buen vistazo a todo lo que estás haciendo que es valiente, fuerte, hermoso, empático, humano, emocional y asombroso.
Mereces ser consciente de lo buena persona que eres en realidad.
Décimo paso: Mantente humilde y agradecido
Puede que no todo en tu vida sea como te gustaría. No pasa nada. Agradece todo lo bueno que tienes.
Todo el proceso de búsqueda del alma para ayudar a tu crecimiento personal y mejorar la forma en que vives tu vida no debería centrarse en la negatividad.
Por el contrario, sólo debe servir como plataforma para ayudarte a alcanzar nuevas cotas, sin dejar de agradecer todo lo que ya tienes.
Piensa en la gente que tiene mucho menos. Sé que es un tópico, pero, sinceramente, marca la diferencia.
Agradece también tus problemas, porque, como seguramente verás, a veces son los mayores desencadenantes de
tu éxito.
Ser capaz de encontrar la gratitud en los momentos más difíciles de tu vida te hará más fuerte y te mostrará de qué estás hecho.
Sé humilde y no pienses que nadie puede tenerlo todo. Acepta la vida con todo lo que te trae. Hay muchos altibajos, pero también los hay, y no pasa nada.
Reflexiones finales
Todo el mundo pasa por una fase de "¿Qué hago con mi vida?" al menos una vez en la vida.
Espero que estas sugerencias te hayan ayudado a sentirte mejor y a esforzarte por salir de tu zona de confort, convertir en realidad las cosas con las que sueñas despierto y convertirte en tu verdadero yo.
Lo que estás pasando es difícil, pero pasará.
Encontrar la fuerza ahora para soportarlo todo y dar pasos para ser aún más fuerte y feroz en el proceso es en lo que debes centrarte ahora mismo.
Sinceramente, ¡espero que encuentres el camino hacia la mejor versión de tu vida!