Mi pasado está lleno de momentos en los que pensé que no lo conseguiría.
Momentos en los que estaba convencida de que nada ni nadie podría salvarme y de que estaba condenada al fracaso.
Momentos en los que sentí que había llegado a mi punto de ruptura y en los que no tenía esperanzas de un mañana mejor.
Sin embargo, de alguna manera, siempre salía de ella. De algún modo, siempre me las arreglaba para encontrar un camino y hallar la luz en la oscuridad.
En cuanto pensaba que había tocado fondo, alguna fuerza divina me sacaba a la superficie, sin dejar que me ahogara.
Ahora sé que siempre fue Dios. Fue Él quien siguió enviándome sus bendiciones y quien nunca permitió que llegara a un punto en el que no hubiera vuelta atrás.
Después de muchos obstáculos y desafíos, me di cuenta de que Dios siempre tenía y tendrá un camino, aunque yo no lo tenga.
Dios siempre nos da la fuerza que necesitamos cuando menos lo esperamos y siempre nos arregla las cosas.
Así que he dejado de preocuparme. Sí, yo, la reina de pensando demasiadoFinalmente me di cuenta de que hay cosas que están más allá de mi comprensión y de mi alcance. Cosas en las que no tengo ningún impacto.
A veces, sólo puedo rezar a Dios para que me dé lo que es mejor para mí, aunque yo no lo sepa.
Para guiarme por la vida y mostrarme el camino, aunque yo no lo vea.
Alguien podría llamarme débil, pero sí, soy yo admitiendo que no puedo hacerlo sola.
Que necesito Su guía y que necesito que me lleve de la mano en los días buenos y malos.
Así que.., querido Dios, cuento contigo. No sé lo que me deparará el mañana, no sé lo que me espera, pero tengo esperanza porque sé una cosa: que Tú nunca me defraudarás.
No sé qué tipo de personas se cruzarán en mi camino, pero cuento contigo en que todas tendrán un propósito en mi vida.
Que serán los adecuados para mí y, si por casualidad se equivocan, que al menos me ayudarán a aprender todas las lecciones correctas.
No sé qué obstáculos tendré que superar, pero cuento contigo para que me des la fuerza para caminar sobre ellos con confianza y con el poder interior que necesito.
Que me ayudarán a crecer y a convertirme en la mejor versión posible de mí mismo.
Querido Dios, cuento contigo porque sé que tienes un plan para mí y para toda criatura viviente de este mundo.
Porque sé que Tú nunca me enviarás más de lo que pueda manejar y que siempre me echarás una mano para sacarme de todas las dificultades de la vida.
Cuento contigo porque sé que nada es casual y que Tú tienes una causa mayor para todo.
Sé que Tú haces todo por mi mayor bien y porque Tú sabes más que yo.
Cuento contigo porque Lo haces todo en el momento justo. Cuento con que Tú me envíes las personas y las cosas que necesito y no sólo las que quiero.
Voy a dejar de pensar en el futuro y a poner mi destino en tus manos. No me importará no saber lo que me depara el futuro porque estoy preparado para que mi vida cambie. Estoy listo para un nuevo y mejor capítulo.
Querido Dios, cuento con tus bendiciones, con tus milagros y con tu misericordia.
Cuento con que Tú pondrás todas las probabilidades a mi favor. Que me harás más sabio y, lo que es más importante, más feliz.