Cuando el cielo te arrebata a tu ser querido, cada día que pasa sin él es difícil a su manera.
Sin embargo, la época navideña es especialmente dura.
Mientras todo el mundo piensa en este periodo como la mejor época del año, tú luchas con tus pensamientos.
El dolor y los recuerdos te persiguen y, por mucho que lo intentas, no consigues formar parte de la euforia navideña.
Bueno, estoy aquí para decirte que no tienes que forzarte a nada.
De hecho, sus luchas son completamente naturales.
Sin embargo, eso no significa que debas dejar que el dolor te consuma.
Por eso estamos aquí para darte algunos recordatorios importantes para que esta época del año sea lo más fácil posible.
No eres débil por sentirte así
Cada vez que te invade la tristeza, no puedes creer que sigas tan débil como el año pasado.
¿Recuerdas todos los consejos que oíste sobre el tiempo cura todas las heridasPero parece que nada de eso llega a tu cerebro y sigues sintiendo que no te has movido ni un centímetro.
Bueno, déjame decirte que no estás sola en esto y que definitivamente no eres débil.
Cada persona tiene sus propios mecanismos de afrontamiento y formas de manejar la tristeza, así que el hecho de que no veas a tus seres queridos llorando todo el día no significa que no estén pasando exactamente por lo mismo que tú.
No obstante, aunque seas el único que se siente así y aunque parezca que los demás han conseguido llevar mejor el dolor, sigue sin ser motivo para que te sientas mal y te consideres poco fuerte.
Recuerde que cada persona tarda un tiempo diferente en curarse y que no se trata de un proceso lineal.
No dejes que nadie dicte tu ritmo de recuperación.
Así que, por favor, no te castigues por no ser capaz de controlar tus emociones.
Ya tienes bastante con tu pecho y tu mente.
No hace falta que tú también te sientas culpable y te juzgues a ti mismo.
No hay que forzar la felicidad
Es época de vacaciones, las películas de Navidad están en la tele, literalmente todo está en descuento, toda la ciudad está cubierta de luces brillantes, los niños están recibiendo regalos, todo el mundo está decorando el árbol de Navidad...
Un verdadero ambiente idílico, ¿verdad?
Sin embargo, cuando te sientes mal, lo último que quieres es que te presionen para que te sientas feliz sólo porque todo el mundo a tu alrededor tiene espíritu navideño.
Y eso es exactamente lo que se espera de ti: que estés emocionado y entusiasmado todo el tiempo.
Sin embargo, estoy aquí para decirte que no tienes la felicidad a la fuerza, si no es así como te sientes de verdad.
En realidad, no tienes que hacer nada que no quieras.
Si no quieres poner el árbol o incluso celebrar Navidad en absoluto, que nadie opine al respecto.
Si quieres saltarte la fiesta de Nochevieja y te sentirías mucho mejor pasando una noche acogedora envuelto en tu manta y viendo la tele, también es algo que deberías hacer.
En lugar de preocuparte de que te miren como a un bicho raro por no seguir la corriente, haz lo que más convenga a tu salud emocional y mental.
En lugar de cumplir las expectativas de los demás y complacerlos, ponte tú primero y haz que esta época del año sea lo más fácil posible para ti.
Pero tampoco debería sentirse culpable por ser feliz
Cuando estamos en pleno proceso de duelo, a veces nos reprimimos de ser felices por culpa.
Todos los que se han enfrentado a la pérdida de un ser querido sabrán de lo que hablo.
Inconscientemente no te permites seguir viviendo tu vida al máximo sin esta persona presente en este mundo.
Piensas que ser feliz sin ellos sería una especie de traición, así que te sientes culpable por cada respiro que das simplemente porque ellos ya no tienen la oportunidad de hacerlo.
Por ejemplo, dejas de hacer las tradiciones que seguías con tu ser querido que ha fallecido y sientes que te guardaría rencor por vivir tu vida como si nunca hubiera formado parte de ella.
Piensas que no aprecias lo suficiente el recuerdo de esa persona sólo porque te atreves a celebrar las fiestas solo.
Pues déjame decirte que esto es lo peor que te puedes hacer a ti mismo porque de esta manera, no sólo echarás de menos a la persona de la que estamos hablando, también echarás de menos las vacaciones y todo lo relacionado con ellas.
De hecho, es probable que acabes dividido entre tus verdaderos deseos y el subconsciente que te ha estado atormentando.
Además, ten en cuenta que los seres queridos que has perdido se alegrarían de verte feliz; lo último que querrían es verte agobiado por su recuerdo.
Sé sincero con la gente que te rodea
Otra cosa importante que no debes olvidar cuando echas de menos a un ser querido durante las fiestas es ser sincero con todos los que te rodean.
No me malinterpretes: esto no significa que estés obligado a derramar tu alma delante de cada persona que conozcas o que se cruce en tu camino.
Sin embargo, para que tus relaciones se mantengan sanas, debes contar a tus allegados cómo te sientes y presentarles tus planes.
Por ejemplo, si no te apetece asistir a la cena de Navidad o celebrar Nochevieja con tus amigos, házselo saber con tiempo y explica brevemente tus motivos, porque no quieres que se ofendan ni que piensen que les estás evitando.
Además, que hayas perdido a un ser querido no significa que no tengas a mucha gente que se preocupa por ti.
Por supuesto, una persona no puede sustituir a la otra, pero debes recurrir a las que aún están en este mundo cuando pases por momentos difíciles.
Aunque no lo creas, créeme cuando te digo que la gente que te rodea puede ayudarte y te ayudará a aliviar tu dolor: sólo tienes que dejarles y darles acceso.
Mejorarás
Sé que lo último que quieres oír es que alguien te diga que estarás mejor.
Sé que parece una frase vacía y algo que la gente dice para consolarte cuando se les acaban las palabras.
Sin embargo, es realmente la verdad.
No, nunca olvidarás tu amado en el cielopero al final, aprenderás a vivir con el dolor.
Las vacaciones pasarán y, antes de que se dé cuenta, se verá obligado a volver a su rutina diaria y a sus actividades cotidianas.
Hasta que llegue la próxima temporada...