Las relaciones se desmoronan demasiadas veces y los matrimonios se desmoronan simplemente porque usted y su pareja no entienden lo que ser una persona muy sensible es así. Él, si no es una PSH, te juzgará por tus emociones y es entonces cuando todo empieza a desvanecerse en el aire.
Por eso es muy importante que te comuniques con tu pareja sobre tus deseos y necesidades como PSH y que habléis de todo lo que puede ocurrir en vuestra relación. Ser una mujer altamente sensible afecta a tu relación de muchas maneras que tú y tu pareja debéis conocer.
1. Asume la culpa
Realmente no importa si estuviste o no involucrado en una pelea con tu pareja ese día, pero por alguna razón él está enojado y tú piensas que es tu culpa. Incluso si fue algo que pasó en el trabajo, no puedes evitar cargar con toda la culpa.. Además, cuando él hizo algo mal, empiezas a culparte a ti misma. Incluso cuando sabes que no te mereces sus gritos y sus duras palabras, sigues pensando que es culpa tuya que esté tan enfadado.
2. Lo sabes todo
Ser una HSP significa que recuerdas todo porque podría ser útil algún día. Conoces todos y cada uno de los detalles de su infancia que te ha contado, aunque sólo haya sido una vez, y todo te parece importante. Él puede pensar que es espeluznante, pero no lo es. Es sólo una señal de que te importa.
3. Eres demasiado indulgente
Sueles ser muy indulgente y cariñoso con los demás, pero rara vez te perdonas a ti mismo un error que hayas cometido. También miras a tu pareja y piensas en todas esas veces que hiciste algo que le molestó y, sin darte cuenta, te deprimes porque, sencillamente, no eres capaz de superarlo -mientras tú perdónale todo lo que te hizo.
4. Te cierras cuando las cosas se ponen difíciles
No es que no quieras hablar las cosas. Es que te da miedo mirar a tu pareja porque vas a llorar y no te va a salir nada de la boca. Por eso te encierras y te vas hasta que vuelves a sentirte mejor. Afecta a tu relación porque a veces tu pareja quiere hablar las cosas enseguida, pero tú necesitas tiempo para recuperarte antes de enfrentarte a él.
5. Dejas que se aproveche de ti
Parece que le haces favores y que sólo te pide cosas que realmente necesita de ti, pero ¿realmente necesitas hacerlo todo por él? Simplemente no conoces la magia de decir "no" a tu pareja. Por eso se aprovecha de ti: porque puede. Cada vez que se te ocurre decir "no", te sientes culpable y mal por no ayudarle, y corres a hacerlo. Eso hace que te sientas agotada y rota la mayor parte del tiempo.
6. Tienes miedo a la intimidad, pero la anhelas
Tienes miedo de acercarte demasiado a alguien porque puede hacerte daño. Has tenido suficientes personas en tu vida que te rompieron en pedacitos y nunca intentaron ayudarte a sanar. Tienes miedo a la intimidad y es razonable si tenemos en cuenta por lo que has pasado en tu vida. El único problema aquí es que anhelas intimidad aunque le tengas miedo. Tu pareja está confundida. Te enfadas si no te muestra afecto, pero también huyes cuando te lo muestra. Decídete.
7. Es difícil tomar decisiones
En una relación, a veces tienes que tomar las riendas y tomar una decisión. Pero como eres una persona muy sensible, esas decisiones te dan mucho miedo y no sabes cómo afrontarlas. Simplemente temes que a tu pareja no le guste tu forma de pensar o que llegue a odiar tu idea. Relájate: el mundo no se va a destruir si tomas una decisión. Y aunque no le guste, ¿qué más da?