Cuando ves a una chica que ya sabes que es buena persona, piensas que es así todo el tiempo.
Pero eso no es más que una idea equivocada, porque, al fin y al cabo, nadie puede ser tan amable todo el tiempo.
Hay cosas que nos vuelven locos y, cuando eso ocurre, la misma chica con un gran corazón se transforma en una máquina de matar.
Es el tipo de chica que elige sabiamente sus batallas y sabe muy bien que algunas cosas tardan en suceder. Por eso es paciente y nunca tiene prisa por alcanzar sus objetivos.
Sabe que las cosas correctas necesitan el tiempo adecuado para llevarse a cabo, por lo que no se preocupa de los pequeños detalles.
Es una chica que da segundas oportunidades a todo el mundo, pero eso no significa que sea débil. Sólo quiere que todas las personas de su vida tengan la misma oportunidad de demostrar que merecen formar parte de su vida.
Si hay que enfrentarse a alguien, lo hará de la forma menos dolorosa posible. Sabe que algunas discusiones no merecen que pierda los nervios.
Ha pasado por más infiernos de los que jamás conocerás, pero eso la ha hecho ser como es ahora.
Aprendió a enfrentarse a los problemas de la vida, aprendió a dejar marchar a los que no querían que se fuera y sobre todo aprendió a quererse a sí misma. Eso es algo que nadie puede quitarle.
Algunas personas piensan que una chica mala tiene un problema de actitud, pero se equivocan. Simplemente tiene una personalidad que no pueden manejar.
Cree tanto en sí misma que el resto del mundo no puede evitar creer también en ella. Es una jugadora, pero también sabe cuándo es el momento de retirarse.
Cuando esté en una relación, hará todo lo posible para que merezca la pena y, si surgen algunos problemas, intentará hablar de ellos.
No quiere hacer daño a los demás y, sobre todo, no quiere hacer daño a su ser querido.
Si alguna vez te enamoras de una chica así, puedes estar seguro de que realmente tiene buen corazón, pero no dejará que la tomes por tonta.
Así que, hagas lo que hagas, no la subestimes. Hay fuego en ella, detrás de toda esa fachada, y si miras en el fondo verás que es diferente a todas las demás chicas que has conocido.
Algunos dirían que es como el agua: Tan poderosa como para ahogarte, tan suave como para limpiarte y tan profunda como para salvarte.
Y al final, una mujer de verdad necesita ser así. Fuerte y poderoso pero al mismo tiempo amable y honesto.
Así que no te dejes engañar por su actitud de malote, porque ella no quiere ser intimidante .
Sólo quiere que la mires a los ojos y encuentres en ellos el reflejo de su alma. Sé el hombre que es más que suficiente para ella.
Sé su única opción, ¡ahora y siempre!