"No dejes que las señales contradictorias te engañen, la indecisión es una decisión." - Desconocido
Todos hemos pasado por eso. Todos hemos tenido a esa persona que siempre estaba indecisa sobre todo. ¿Y saben qué?
¡Necesitas empujarlos fuera de esa valla y fuera de tu vida!
Pasé demasiado tiempo prestando atención a alguien que claramente no la merecía.
Perdí el precioso tiempo de mi vida con alguien a quien no le importaba.
¿Por qué debería hacer todo lo posible por alguien que ni siquiera está seguro de quererme y de querer pasar tiempo conmigo?
¿Quién necesita a una persona indecisa como pareja?
Si estás indeciso sobre tu pedido de comida, está bien, pero si estás indeciso sobre el amor, ¿por qué demonios debería estar seguro de ti?
El amor no es algo con lo que jugar y luego dejarlo cuando te aburres. El amor no es un juguete, a pesar de que la epidemia de jugadores lo hizo parecer.
Los jugadores no son lo que necesitas; no dejes que se metan en tu cabeza.
Sus sentimientos cambian como el tiempo y te dejan confuso, sin saber qué esperar. En un momento están encima de ti.
Al segundo siguiente, se enfrían. Un momento, te dicen te quiero, y luego no te llaman durante días.
No deberías dejar que nadie te trate así.
Jugar con los sentimientos es una forma de manipulación emocional y puedes estar seguro de que cuando hacen eso, no les importas, no importa lo que hayan dicho antes.
Lo peor de todo es la sensación de indecisión constante; nunca pueden decidir nada, ni siquiera decir la cosa más sencilla que podría evitarte pensar demasiado.
Siempre queda algo en el aire, por mucho que intentes comunicarlo.
Es evidente que tienen problemas, pero eso no significa que debas dejar que los suyos se conviertan en los tuyos.
Si ya les han hecho daño antes o incluso si no les gustas de verdad, eso no les da derecho a jugar con tus sentimientos.
La verdad sincera siempre es mejor que la mentira. Porque aunque te haga daño, al menos sabes a qué atenerte.
No eres un psicólogo certificado para resolver las problemas de apegoMientras la persona actúe de forma indecisa, puedes decirle que se las arregle antes de intentar tener una relación.
Y aunque fueras terapeuta, seguiría requiriendo cierto esfuerzo por su parte, que evidentemente nunca hacen.
Así, en lugar de rascarte la cabeza por las decisiones y declaraciones cuestionables de alguien, podrías seguir adelante con tu vida.
Dejar atrás todo este lío te hará sentir muy bien, créeme. Una vez que lo hayas superado, no dejarás que vuelva a ocurrir.
Defenderte es algo de lo que no te arrepentirás.
En todo caso, sabrás lo que no quieres y te harás una mejor idea de lo que sí quieres. Quieres a alguien que esté decidido a quererte.
Alguien que sea sincero y mantenga sus palabras. Alguien que es honesto y quiere lo mismo que tú.
Quieres a alguien que te haga sentir bien y que esté orgulloso de tenerte.
La vida es demasiado corta para desperdiciarla con una persona que no está interesada en amarte plenamente, no está preparada para comprometerse y no puede dedicarte tiempo.
En lugar de eso, deberías decidir dirigir tu atención hacia ti mismo. No esperes a que otro lo haga por ti.
Trátate como a tu mejor amigo. Hazte feliz. Sepa exactamente lo que quiere y vaya a por ello.
Cuando estés segura de lo que vales, no caerás en la tentación de intentar otro juego con un hombre inmaduro; sabrás enseguida si es el adecuado para ti.
Todo este problema pone de relieve la importancia de saber lo que se quiere, en el amor y en la vida.
Saber lo que quieres significa aceptarte tal como eres y ser lo bastante sabio para reconocer tus necesidades y la importancia de satisfacerlas.
Todo el mundo merece sentirse atendido e importante en la vida de su ser querido. En eso consiste el amor.
Si no, es una pérdida de tiempo. Decide hacer lo mejor para ti y déjale marchar.