Es difícil ser honesto con uno mismo cuando las emociones están a flor de piel. Oyes lo que quieres oír. Te das cuenta de las señales de que le gustas aunque no estén realmente ahí.
Haces todo lo posible para convencerte de que le importas. Tal vez es un poco menos de lo que haces, pero todavía hay algunos sentimientos allí.
Pero no hay ninguno, no sentimientos genuinos al menos. Puede que le gustes.
Puede que se deje caer cuando le convenga. Puede que te dé migajas, pero nunca lo hará del todo.
En realidad es sencillo, y no hay que complicar las cosas. Si un hombre te desea, te perseguirá.
Si no lo hace, podría estar viviendo al otro lado de la calle y seguiría encontrando excusas para no verte.
El deseo de perseguir está incorporado en el ADN del hombre. Irá tras la que desea y hará lo imposible por estar a su lado.
Si no lo hace, es que no está interesado en tener una relación real y comprometida.
Es que a veces es muy difícil ser consciente de ello. No sólo porque estés tan enamorada que no lo veas claro, sino porque la mayoría de los hombres quieren algo, pero no lo quieren todo.
Así que >atarte . Te sirven mentiras y conocen todas las palabras adecuadas para que te quedes a su lado.
Te darán lo suficiente para aguantar pero nunca lo suficiente para saber que sus corazones son sólo tuyos.
Tendrá sus días encantadores. Días en los que estarás segura de que le gustas. Entonces le dará la vuelta a la historia.
Se olvidará de mandarte mensajes, a veces incluso durante días. Vendrá cuando le convenga. Se enfadará sin motivo.
Y te sentirás confuso. Se te pasarán un millón de preguntas por la cabeza.
Intentarás llegar al fondo de las cosas. Te cuestionarás e incluso empezarás a pensar que ha sido cosa tuya.
¡Detente! Él no vale la pena. No vale tu tiempo. No vale la pena perseguirlo.
No tiene sentido ir detrás de alguien que siempre tiene un pie fuera de la puerta.
No hay felicidad con un hombre que no está cien por cien seguro de lo que siente por ti.
No seas una mujer que espera su mensaje como si su vida dependiera de ello. No dejes que entre y salga de tu vida a su antojo.
No dejes que te trate como a un felpudo. No te conformes con menos de lo que mereces.
Tus sentimientos no son juguetes con los que él pueda jugar. Tu mente no es algo con lo que él deba jugar.
Tu cuerpo no está a su disposición. No dejes que piense eso ni por un segundo.
Sé una mujer que sabe lo que vale. Ten confianza en ti misma. Sé valiente. Sé independiente.
Toma tu vida y tu felicidad en tus manos.
Nunca permitas que un hombre te haga perder el tiempo. No esperes a que cambie. Nunca lo hará.
Sé la que no mide su valor por el estado de su relación. Sé la que sabe que estar soltera siempre es mejor que aguantar una relación de mierda.
No te niegues el derecho a estar con alguien que pueda darte ese amor a la antigua usanza en el que un hombre te corteja y no se detiene ante nada hasta hacerte suya.
No, esta forma de pensar no es un cuento de hadas. Es verdad, y existe. Es sólo que no lo ves debido a los hombres equivocados que te rodean.
Espera la historia de amor en la que un hombre te demuestre que le gustas. Aquella en la que planifica con antelación. En la que se acuerda de mandarte un mensaje.
En la que encuentra tiempo. En la que te muestra lo importante que eres. En la que te persigue.
No es mucho pedir. Te mereces una verdadera historia de amor con un hombre que se dedique a ti.
Te mereces a alguien que te respete y esté a tu lado en todo momento. Te mereces a alguien que acepte tus defectos y no te los restriegue cada vez que le apetezca.
Te mereces a alguien en quien apoyarte, un hombre que sea tu mayor apoyo y te inspire para hacer grandes cosas.
Te mereces el amor que te hace sentir segura. Te mereces lo auténtico, no algo falso y temporal.
No aguantes >señales mixtas y poco esfuerzo. Usted debe ser su prioridad, no una opción.
Tú debes ser su destino, no un alto en el camino. Recuérdalo y no te dejes engañar por sus excusas.
Ten la seguridad de que el hombre con el que debes acabar te perseguirá. No te complicará las cosas ni hará de tu vida un infierno.
Te demostrará que el amor nunca se fuerza. Siempre fluye de forma natural de su corazón al tuyo, y viceversa una y otra vez.