Mírame a los ojos y dímelo otra vez. Dime otra vez que no es culpa tuya y que fue una estúpida por dejarte. No, no lo es. No puedes culparla. No tenía otra opción por tu actitud, tus palabras y la forma en que la trataste. Nunca fuiste tú quien merecía tenerla a su lado. No supiste mantenerla a salvo y darle serenidad. Por eso ahora te has quedado solo, junto a la única mujer que siempre estuvo dispuesta a dar todo lo que tenía a ti.
No puedes culparla por darse cuenta finalmente de que le habías estado mintiendo. Le habías estado contando historias que no eran ciertas...sólo porque pensaste que así parecerías un poco más interesante. Pero en realidad eso no era necesario, teniendo en cuenta que ella te quería por ti. Le contabas cuentos y ni una sola vez te tomaste un momento para pensar qué pasaría si ella descubriera que todo era mentira. ¿Mentirle sobre con quién salías? ¿Mentirle sobre tus planes y a dónde ibas? Fue un gran error. Pero la mentira más grande fue cuando le dijiste que estarías ahí para ella, porque no lo estabas.
No puedes culparla por darse cuenta de que ella debe ser una prioridad, no una opción. Por fin tiene los ojos bien abiertos y ve que ella siempre fue sólo una opción para ti. Esto no significa que eligieras a otra mujer en vez de a ella, sino que todo lo demás en tu vida era diez veces más importante que ella. No sabías que el trabajo y tus supuestas obligaciones hacia tus amigos iban a alejarla de ti. Ella ya estaba harta de luchar por tu tiempo y tu esfuerzo. Se hartó de pasar noches llorando porque tú, una vez más, habías cancelado una cita. Ahora se ha ido porque no fuiste capaz de esforzarte lo suficiente para hacer de ella tu prioridad.
No puedes culparla por quererse a sí misma. Ella se ama lo suficiente como para ser capaz de ver cuando otra persona no lo hace. Tú no la amaste lo suficiente. Nunca le demostraste tu amor más allá de las palabras, pero las palabras no significan nada cuando tus acciones no las siguen. Decirle que la querías no era suficiente, cuando al momento siguiente le gritabas diciéndole que no era digna de tu atención. Estas cosas rompen a la gente. Deberías haberlo pensado dos veces antes de hacerlo.
No puedes culparla por dándose cuenta de que se merece algo mejor. Ella merece a alguien que va a tratarla con el mayor respeto y amor que nadie puede. Ella merece que le muestren afecto en cada paso del camino hacia la eternidad y tu no fuiste capaz de hacer eso por ella. Por eso no la mereces. Eres igual que todos esos otros hombres antes que tú, y por mucho que te gustaría que fuera mentira, es la verdad. La lastimaste. Le rompiste el corazón. Hiciste que se fuera.
No puedes culparla por irse. ¿Qué otra opción tenía cuando vuestra relación ya ni siquiera parecía una relación? Se sentía como una tortura y un dolor, sin ningún signo de amor. Se fue y ya no volverá contigo porque ahora sabe que no debe enamorarse de alguien que no la hace sentir especial.
No puedes culparla por seguir adelante. Ahora tiene a alguien nuevo en su vida y es feliz. Aléjate de ella. No fuiste capaz de amarla. No fuiste capaz de tratarla bien. Ella puede seguir adelante y él la tratará bien. Sabe que es maravillosa y que se merece todo el amor que un hombre puede darle. Por eso él es digno de ella, no como tú.