Dicen que atraes lo que piensas, lo que básicamente significa que eres responsable de las cosas que te ocurren.
Pues yo no estoy de acuerdo. Yo digo que no puedes controlar lo que te rodea.
No puedes controlar todo lo que te pasa y lo que ocurre a tu alrededor. Por mucho que lo intentes, pasarán cosas malas.
Puedes ser la persona más cuidadosa del mundo pero gente tóxica te sorprenderá.
Encontrarán la manera de atraerte a su tela de araña.
Puedes proteger tu corazón con todas tus fuerzas pero, de algún modo, se romperá en pedazos.
Por muy cariñoso y atento que seas, siempre habrá gente que te utilizará.
Personas que no te tratarán como te mereces y personas que te romperán el corazón.
Lo aceptemos o no, la vida no siempre es justa. Hay cosas de las que simplemente no se puede huir.
Sin embargo, aunque no puedas controlar el mundo que te rodea, sí puedes controlar tu forma de reaccionar.
Aunque no puedas controlar el comportamiento de la gente, tienes el poder de controlarte a ti mismo.
En definitiva, todo depende de ti.
Puedes decidir si dejar que una cosa mala arruine toda tu vida, si una persona tóxica arruinará todas tus relaciones potenciales y si una cosa negativa destruirá toda la positividad.
¿Estarás triste por el fracaso de tu relación?
¿O estarás contenta de haberte librado del hombre que obviamente no estaba destinado a ser tuyo?
¿Verás tu desamor como el fin del mundo? ¿O estarás agradecido por las lecciones que te ha enseñado?
¿Estarás destrozado por no haber conseguido ese ascenso que tanto deseabas?
¿O estarás agradecido por tener un trabajo que pone comida en la mesa, que es un privilegio con el que muchos sólo sueñan?
La elección es suya.
Veamos las cosas desde esta perspectiva: si tuvieras 1.440 dólares pero alguien te quitara un dólar, ¿tirarías el resto? Seguro que ni te lo plantearías.
Pues bien, un día tiene 1440 minutos. Por lo tanto, cada vez que permites que un minuto de tristeza y negatividad arruine todo tu día, en realidad estás haciendo lo mencionado anteriormente.
Estás perdiendo el resto de tus minutos. Y, estoy seguro de que estarás de acuerdo en que el tiempo es mucho más valioso que el dinero.
Así que.., Te ruego que cambies tu enfoque.
Dejar de pensar demasiado todo lo malo que ocurre a tu alrededor y concéntrate en lo bueno.
No permitas que un momento de tristeza destruya tu felicidad. No permitas que una lágrima arruine todas tus risas y sonrisas potenciales.
En lugar de centrarte en tus maldiciones, concéntrate en tus bendiciones.
Agradece todas las cosas buenas y las personas positivas que tienes en tu vida en lugar de malgastar tu energía en lo negativo.
Y lo más importante: olvídate del pasado. Sí, puedes y debes aprender de él, pero no puedes cambiarlo.
No tiene ningún sentido guardar rencor. No tiene sentido repetir en tu cabeza situaciones anteriores.
No tiene sentido pensar en todos los "y si...". No tiene sentido estar enfadado y resentido por algunos acontecimientos que salieron como salieron.
La verdad es que ahora no puedes hacer nada al respecto, aparte de permitir que tu pasado arruine tu presente y tu futuro.
Mira a tu alrededor: Seguro que hay muchas cosas por las que deberías estar agradecido.
Hay muchas personas que deberías considerarte afortunado de tener en tu vida.
Concéntrate en estas cosas. Concéntrate en tus bendiciones y en las pequeñas cosas que pueden hacerte feliz.
No me malinterpretes: no intento minimizar el dolor que puedas estar sintiendo.
No intento decirte que no puedes estar enfadado o triste.
Sólo intento recordarte que hay gente ahí fuera a la que le encantaría tener tus días malos.
Personas que están luchando en batallas que ni te imaginas y que lo darían todo por tener tus preocupaciones y penurias.