No pongas cara de confusión cuando sabes que es culpa tuya. Deja de hacer preguntas sobre dónde está o si es feliz sin ti. No mereces saber cómo está, ni mereces volver a verla; lo único que hiciste fue olvidarte de ella porque la pusiste como una opción en tu lista, sin darle nunca prioridad.
No estuviste ahí cuando te necesitó. Te llamaba y te mandaba mensajes, esperando que fueras a ayudarla cuando estaba enferma, cuando no podía hacer algo por sí misma, pero lo único que hacías era olvidar lo frágil y dulce que era.
Pero tengo noticias para ti-es más fuerte que nunca. Le hiciste ver que no hay nada que ella pudiera haber hecho para cambiarte y por eso se convirtió en su propia heroína. Ahora que ha resurgido de sus cenizas, ¿has venido a reclamarla de nuevo? Creo que no.
La perdiste porque olvidaste amarla. Te olvidaste de amarla como se merecía. No había señales de amor en tu comportamiento, no había señales de amor en la forma en que la mirabas, en la forma en que la tocabas. Fue entonces cuando decidió que lo mejor para ella era marcharse.
La dejabas esperarte toda una noche, llorando y esperando que volvieras a casa, sólo para aparecer por la mañana y decirle que se te había olvidado la hora a la que dijiste que volverías. Le decías que habías olvidado contestar a sus mensajes y que habías olvidado devolverle la llamada.
Este es el momento adecuado para que se olvide de ti.
Olvidará todas esas veces que la dejaste sola con sus pensamientos cuando no podía manejarlos por sí misma. Olvidará todas las veces que te perdonó tus errores y olvidará lo mucho que significaste para ella porque sabe que se merece algo más que ser olvidada.
Recuerda quién es realmente y quién quiere ser. Ninguna de sus partes te quiere cerca. Ella recuerda lo mucho que vale y recuerda que se merece a alguien que quiera estar a su lado, no solo hoy, no solo mañana, sino para siempre.
Te olvidaste de quererla y por eso se ha ido. Te olvidaste de lo que tenías. Olvidaste que tenías un diamante increíble a tu lado. Un diamante que brillaba intensamente, pero estabas tan cegado por su luz que no eras capaz de ver lo hermosa, cariñosa y atenta que era en realidad.
Ahora sólo te queda recordarla. Recuerda todas esas veces que te olvidaste de ella y todas esas razones por las que se ha ido. Recuerda su dulce beso y su suave tacto, recuerda su tierno corazón y su abrazo seguro. Has perdido a alguien que nunca más estará en tu vida, porque olvidaste lo preciosa que era. Has perdido a alguien que estaba dispuesto a luchar por ti.
Siéntate, tus lágrimas seguirán fluyendo mientras sigues recordando que la viste de espaldas mientras te dejaba. Por fin recordaste el color de sus ojos pero parece que no te diste cuenta hasta que se inundaron de lágrimas mientras te estaba diciendo adiós.
Olvidaste cuánto te quería y nunca más podrás sentir su tacto. Echarás de menos su suave aroma y la forma en que te hacía sonreír.
Es una pena que lo recordaras todo cuando ya era demasiado tarde. Ella ya se ha ido.