Si has tenido la suerte de encontrar a la chica que te quiere hasta la luna y que haría cualquier cosa por el chico que le gusta, sé lo suficientemente inteligente como para quedártela.
No seas un follamigo más cuyas intenciones son sólo utilizar su amabilidad porque, por muy buena que sea, si cruzas la línea, si ella decide que se acabó, se acabó para siempre.
Puede que no hayas tenido la oportunidad de conocer a alguien como ella, pero eso no te da derecho a maltratarla o a comportarte con ella como lo hiciste con otras chicas.
No supongas que es igual que cualquier otra chica cabeza hueca que te tiraba los tejos. Esta es una de las chicas buenas, esta es de oro. Podrás verlo por la forma en que te trata.
Es creyente. Tiene un corazón tan grande como el espacio y es de las que se entregan por completo al amor. Es una de esas raras chicas que ama y no se reprime en el amor.
Siempre espera días mejores e intenta encontrar algo bueno incluso en las peores situaciones. Se queda con sus seres queridos aunque las cosas se pongan feas. Pero cuando la gente le da la espalda, nunca les suplica que vuelvan.
Es una luchadora. Lucha por todo lo que cree que merece la pena. No descansa ni un segundo hasta que las personas que le importan son felices.
A menudo renuncia a su propia felicidad sólo para ver felices a aquellos a los que quiere. Lucha con todo su cuerpo y hasta el último aliento.
Es una perdonadora. Perdona muy fácilmente. Porque siempre intenta comprender, intenta ponerse en el lugar de los demás y no puede guardar rencor.
Incluso cuando la gente la hiere, incluso cuando le rompen el corazón, ella encuentra una forma de justificar sus actos. Y aunque recuerde lo que pasó, aunque le duela, intenta dejarlo todo en el pasado y seguir adelante.
Pero también sabe cuándo es suficiente. Puede que intente con todo su ser las cosas que quiere en su vida, puede que perdone todos los errores y puede que crea en algo con todo su corazón, pero también puede abandonarlo todo en cuanto vea que no estás en ello tanto como ella.
Es el tipo de chica que ama de todo corazón, pero también es el tipo de chica que no soportará a alguien que no vea su valía.
Nunca se conformará con alguien que no la respete o que no aprecie sus valores y, lo que es más importante, no volverá a recibir a alguien que tuvo la osadía de marcharse.
Si ella es la que lucha por amor, espera no ser la única que lucha. Si tú estás dispuesto a darle la espalda una vez, ella está dispuesta a dártela para siempre.
Que haya sido tan buena contigo no te da permiso para darla por sentada. No puedes tratarla mal.
No puedes darla por sentada o utilizarla y luego dejarla, pensando que encontrarás a alguien mejor que ella.
Y además, no puedes volver y pedir otra oportunidad una vez que te das cuenta de que no hay otra mejor que ella. Porque así es exactamente como resultarán las cosas.
La gente tiende a dar por sentadas las cosas buenas. Y una vez que se acostumbran a las cosas buenas tienden a pensar que se merecen algo mejor y más, por lo que se olvidan de lo que tienen al lado. Pero no permitas nunca que esto te ocurra a ti.
Por muy buena que sea, no es tan estúpida como para volver a acoger a alguien que tuvo la osadía de alejarse de ella.
No es tan ingenua y tiene más amor propio del que eres capaz de imaginar. Nunca permitirá que alguien que una vez se alejó de ella vuelva. Nunca le dará a nadie la oportunidad de hacerle daño dos veces.
Si vas a alejarte y sólo entonces verás su valía, no la mereces. Si sólo vas a ver lo mucho que significa para ti una vez que ya no la tengas, no eres el indicado para ella.
Si te vas, no te molestes en volver. Una vez que te vayas, no vuelvas pidiendo una segunda oportunidad porque no es una chica que da segundas oportunidades.
Se merece a alguien que la aprecie todo el tiempo. Merece ser respetada y merece alguien con quien pueda contar.
Y es consciente de lo que se merece, así que no se conformará con menos. Hazte un favor y valórala mientras tengas la oportunidad.
Y si vas a alejarte, no te molestes en volver. Deja que otro la aprecie y le dé todo lo que se merece. Deja que otra persona digna de su amor ocupe tu lugar.