Sé que pensabas que esta chica no lo tenía. Que no era lo suficientemente valiente.
Que nunca tendría el valor de hacer lo correcto.
Sé que estabas convencido de que siempre te querría más de lo que podía quererse a sí misma. Que siempre serías su prioridad, sin importar lo que hicieras.
Admitámoslo: podrías apostar tu vida a que esa chica permanecería siempre a tu lado.
Que nunca te diría su último adiós, y que todas sus amenazas de dejarte eran vacías.
Para ser sincera, no dejaba de advertirte de que un día de estos la obligarías a dejar de preocuparse por ti.
Que uno de tus movimientos será la gota que colme el vaso y te mande al infierno.
Entonces, ¿por qué te sorprendes tanto ahora que ha cumplido sus promesas?
¿Por qué te cuesta creer que esta chica te ha abandonado y que no piensa volver?
Sí, asumiste que podías tenerla cuando quisieras y tratarla como quisieras.
Que podías volver arrastrándote a su vida cuando te apeteciera y que ella estaría allí donde la dejaste, esperándote pacientemente.
Que nunca se cansaría de las segundas oportunidades. Que nunca se cansaría de excusas vacías y falsas promesas.
Sé que pensabas que no podías hacer nada para que esta chica deje de quererte.
Que podías seguir rompiéndote el corazón todo el tiempo que quisieras y que nada la alejaría de ti.
Supongo que te equivocaste porque se fue, ¿no?
Se marchó y te dejó preguntándote qué había pasado. ¿Qué cambió en ella? ¿Qué le dio fuerzas para dejar tu lamentable culo en el pasado?
¿Cómo se atrevió a romperte el corazón? ¿Cómo tuvo la decencia de darte a probar de tu propia medicina?
¿Cuándo se volvió tan despiadada? ¿Dónde ha ido a parar la chica bondadosa e indulgente que tanto te quería?
Bueno, déjame decirte lo que pasó-que pasaste. Mataste a la chica que solía ser cuando aplastaste su corazón mil veces seguidas.
Destruiste a esa chica cuando la dañaste sin remedio. Y tú eres el que creó la fuerte mujer en la que se ha convertido.
Tú eres quien le enseñó a cuidar sólo de sí misma.
La que le enseñó a no anteponer nunca las necesidades de nadie a las suyas propias y la que le demostró que los que más se quieren a sí mismos van viento en popa por la vida.
Durante años, no dejaste de demostrarle que era tonta por creer en el amor incondicional y que era estúpida por esperar que los demás fueran como ella.
Que debía cuidarse y pensar en su propio bien.
No dejabas de convencerla de que todos sus esfuerzos por hacerte un hombre mejor eran en vano. Que la gente no cambia y que ella nunca conseguiría salvarte.
Así que, después de tantos años, por fin te ha abandonado. No, no te sorprendas porque fuiste tú quien la obligó a hacerlo.
Después de todo, fuiste tú quien siguió enseñándole el arte de las salidas.
La que le enseñó a abandonar a alguien, sin pensar en las consecuencias.
Cómo alejarse sin mirar atrás y cómo dejar atrás todo su equipaje emocional.
Y lo que es más importante, le enseñaste a salir completamente ileso de una situación.
Tu amor tóxico le enseñó a irse, y te estará eternamente agradecida por ello.
Por lo tanto, supongo que el estudiante mejor que el maestro. Esta chica ganarte en tu propio juegoy eso es algo por lo que deberías felicitarla.
Además, a fin de cuentas, eres tú quien ha perdido mucho más.
La verdad es que eres lo peor que le ha pasado, pero al mismo tiempo le has traído algo bueno.
La ayudaste a aprender estas valiosas lecciones de vida que nunca olvidará, y la ayudaste a descubrir la fuerza interior que nunca sospechó tener.