En primer lugar: Gracias.
Antes de que la vida me sorprendiera y te trajera a mí, me sentía miserable. Ni siquiera quería vivir. Estaba harta. Estaba deprimida y rota. El amor me había vencido.
El amor era mi mayor enemigo.
Antes de que llegaras, el hombre que yo creía "el elegido" me utilizó, y cuando terminó, lo único que dejó fueron los pedazos destrozados de mi corazón roto. No le importó. Siguió adelante.
Yo era la que tenía que curarme sola. Fui yo quien tuvo que luchar contra la depresión. Fui yo quien tuvo que encontrar el valor para volver a salir. Él simplemente lo retomó donde lo había dejado.
Y entonces llegaste tú. Me cogiste con cuidado y me devolviste a la vida. No tenías que hacerlo. Habría sido más fácil para ti si no lo hubieras hecho. Pero aún así, querías hacerlo.
Gracias, señor.
Gracias por todas las veces que has estado a mi lado. Incluso cuando te pedí que me dejaras en paz, estuviste ahí. Mantuviste la distancia y me diste espacio, pero seguiste ahí.
Gracias por cada vez que has escalado los muros que construí a mi alrededor.
Gracias por encontrar la manera de llegar a mí.
Gracias por recordarme lo hermosa y digna que soy.
Gracias por respetarme como yo te respeto.
Gracias por amándome cuando sentía que no merecía ser amada.
Desde el día en que llegaste a mi vida, me di cuenta de que había anhelado tu llegada. Me di cuenta de que mi vida de repente tiene sentido. Me di cuenta de que te había echado de menos todo este tiempo.
Tenerte a mi lado me ha dado felicidad y nada más. Ahora, sé con certeza, que voy a ser feliz por el resto de mi vida. Ahora, sé que voy a ser amada incondicionalmente. Ahora sé que necesitaba esto, necesitaba tu amor incondicional desde el principio.
Pensaba que nadie podía entenderme, que estaba sola, hasta que apareciste tú y me convenciste de lo contrario. Antes, imaginaba que estar viviendo una solitaria...una vida triste, pero ahora, no puedo imaginar una vida sin ti.
A mi amor, el que me salvó: gracias por mostrarme que la vida es mucho más que dolor y sufrimiento. Gracias por ayudarme a aprender a quererme. Nunca lo habría conseguido si no me hubieras dado tu amor incondicional.
Gracias por aguantar mis "ideas locas" y mis lados diferentes. Gracias por estar a mi lado cuando estoy en mi peor momento. Gracias por romper todos y cada uno de los ladrillos que pongo cuando empiezo a construir el muro a mi alrededor. Gracias por no dejar que me esconda dentro.
Gracias por amarme con mis defectos y mi pasado. Gracias por compartir la carga de la vida conmigo. Gracias por quererme.