Como madre trabajadora, a menudo me siento dividida entre tantas funciones y papeles. Quiero decir, primero el trabajo, luego cuando llego a casa los niños necesitan comer, y prepararse para la cama, hay platos, lavandería... una lista interminable de tareas y deberes. ¿Me entiendes?
A veces me pregunto si he caído en una trampa. ¿De verdad pueden las mujeres hacerlo todo? ¿Debemos hacerlo todo?
Las expectativas de la sociedad moderna se lo ponen muy difícil a las mujeres. Como en los roles tradicionales, se espera que seamos esposas, madres, amas de casa y cocineras. Además de todo eso, debemos tener éxito en nuestras carreras. ¿Cómo?
Cuando mi hermana optó por ceñirse a los roles de género tradicionales en su matrimonio, empecé a preguntarme si tenía razón.
En los roles tradicionales, se espera que los hombres sean fuertes y lleven comida a la mesa. Se espera que las mujeres cuiden de los demás, se ocupen de la crianza y proporcionen cuidados emocionales.
Algunas partes de mí no pueden estar totalmente de acuerdo con esto, pero cuando miro a mi hermana, debo admitir... De este modo se da estabilidad y continuidad a la familia. Garantiza un reparto equilibrado del trabajo.
Por eso entiendo por qué mi hermana y muchas otras mujeres encuentran facilidad y comodidad en los roles tradicionales. Vivir de acuerdo con los roles tradicionales de género tiene innumerables ventajas, y voy a compartir algunas de ellas.
1. La hoja de ruta es predecible y no hay ansiedad
Tus días están bien estructurados y son predecibles. Tienes un mapa claro que te ayuda a tomar decisiones sobre tu carrera y tus obligaciones familiares. No te angustia lo desconocido, tu calendario es predecible y familiar.
Por ejemplo, darás prioridad a tu familia sobre el desarrollo de tu carrera, y no perderás tiempo pensando si es una buena decisión o no.
Yo, en cambio, tengo que equilibrar prioridades todo el tiempo y me pongo a pensar demasiado.
2. Todo es sencillo y no hay presión
No se espera que lo hagas todo. La dinámica de la vida moderna, que impone grandes expectativas a las mujeres, no te afecta. Sabes exactamente lo que tienes que hacer. El marido saca la basura y se va a trabajar, tú friegas los platos, cocinas y crías a los niños.
Si te gustan los límites y las expectativas definidas con precisión, prosperarás en los roles femeninos tradicionales. No hay ambigüedad, todo está predefinido y claro.
Sabes lo que se espera de ti, cuáles son tus deberes y responsabilidades. No hay colisiones.
3. Tienes una relación armoniosa
Los matrimonios tradicionales dan más satisfacción porque tanto el marido como la mujer tienen expectativas claras, así que aporta armonía y estabilidad a la relación. La contribución de cada uno se valora y respeta.
Como ambos trabajamos, Siento que no es justo que yo tenga que hacer la mayor parte de las tareas domésticas y participar más en la crianza de los hijos. que mi marido. A veces siento que él no está poniendo de su parte y contribuyendo por igual, y eso me enfada mucho y me produce conflictos.
Mi hermana no tiene esos problemas.
4. Yo haré esto y tú harás aquello
Los roles de género tradicionales implican tendrás el reparto preciso de las tareas familiares. Tú te encargas del cuidado de los niños y de la limpieza, y tu marido de llevar la comida a la mesa.
Como familia, sois muy organizados y eficientes. Sois un equipo, cada uno tiene una responsabilidad diferente, pero todos estáis implicados para que vuestra vida familiar transcurra con normalidad.
5. Tiene menos conflictos
Como todo es suave como la mantequilla, no hay desencadenantes de peleas. Tú conoces tus obligaciones, él las suyas, y no romperás la línea de clara división de deberes y expectativas.
No tienes que pelearte con tu marido por lo que le corresponde a él y lo que te corresponde a ti. ¿He mencionado la toma de decisiones? Es sopa de pato.
6. La estructura le resulta familiar porque forma parte de su patrimonio cultural
Las normas culturales y las expectativas sociales hacen que este camino resulte familiar a las mujeres, ya que se ha hecho de la misma manera durante generaciones. Eres orgullosamente en contacto con el estilo de vida de sus antepasados, y sigues transmitiéndolos a la siguiente generación.
Es predecible y estable. Todo está en orden. Consigues un sentido de pertenencia, identidad y obtienes estabilidad y familiaridad en la estructura de las relaciones.
De este modo, la práctica y la continuidad se transmiten a la siguiente generación. De ese modo, los valores familiares tradicionales se conservan y son respetados por tus hijos.
7. Eres un experto en el cuidado de niños
Te desenvuelves bien en tu puesto y perfeccionar sus habilidades en el servicio doméstico y el cuidado de niños. Ya sabes lo gratificante que es hacer bien tu trabajo.
También es pragmático, ya que Cada miembro de la familia tiene su especialidad. Aporta armonía a la familia.
Sé que siempre he deseado ser una gran cocinera como lo era mi madre, pero simplemente no tengo tiempo para trabajar en mis habilidades culinarias. Mi hermana, en cambio, es una gran chef.
8. Consigues una sensación de unidad y estabilidad
En algunas sociedades, este enfoque obtendrá una fuerte aprobación de la comunidad, ya que comunidades como ésta esperan que las mujeres sigan los caminos tradicionales.
Además de compartir valores y conseguir un sentimiento de unidad con su comunidad tradicional, puede contar con todo el apoyo y la ayuda que necesite de familiares, vecinos y amigos.
Las mujeres modernas no reciben ningún apoyo. Nuestra elección de trabajar y criar a los niños, grita que no necesitamos ayuda. Acordamos arreglárnoslas solos.
9. Estás continuando y honrando la cultura ancestral
Si continúa con las prácticas tradicionales, en realidad preservar una cultura familiar y ser elogiado por honrar a sus antepasados.
Algunas culturas tienden a cultivar roles específicos y a transmitirlos de generación en generación a lo largo de la historia.
10. Crearás una unión solidaria
El vínculo con tu marido no sólo es solidario, sino que se basa en la reciprocidad y el equilibrio. Tus puntos fuertes y débiles le complementan, y viceversa.
Los roles tradicionales del hombre como protector y proveedor, y de la mujer como cuidadora, son naturales. perfecto para crear una familia bien organizada y estable. Cada uno juega según sus puntos fuertes.
11. La familia es su centro de atención
Los planteamientos tradicionales de los roles de género esperan que la mujer se encargue del hogar y del cuidado de los niños. Por eso les permite centrarse plenamente en la casa y los niños.
A mi hermana le resulta útil porque está presente durante los años de formación de sus hijos. Mi atención está dispersa y se dirige a distintos lados a la vez. A veces siento que no estoy realmente involucrado en los momentos presentes.
12. Ustedes dos son financieramente eficientes
Mientras uno se dedica a mantener el hogar, el otro es el sostén de la familia. Esto aporta armonía económica a la familia y tu hogar se vuelve económicamente productivo.
Cuando ambos decidimos trabajar, tenemos que pagar a una niñera o una guardería para que cuide de los niños. Mucha gente cree que es imposible tener carrera e hijos a la vez, pero créeme que sí lo es. Sólo hay que gastar dinero extra y quizá no seamos tan eficientes económicamente como una pareja tradicional.
13. Estás tutelando a tu descendencia para que continúe la tradición
Usted obtiene el la oportunidad de transmitir a sus hijos sus habilidades, valores tradicionales y conocimientos para que puedan continuar su vida como sus padres. Fomentarás en ellos un sentimiento de comunidad y continuidad.
Sin embargo, todo esto parece bonito, pero seguro que vivir de acuerdo con los roles tradicionales de género tiene algunos inconvenientes. Hay que ser consciente de que este estilo de vida obliga a la gente a encasillarse en pequeñas cajas y les presiona para que sigan las expectativas de cómo deben comportarse las mujeres y los hombres.
Para alguien, puede ser profundamente frustrante. Además, los roles tradicionales de género impiden a las mujeres perseguir sus propios intereses y aspiraciones, y comportarse con autenticidad, por lo que puede generar sentimientos de resentimiento.
Así que, mujer, piénsatelo bien antes de decidirte a abrazar los valores y prácticas tradicionales. Puede ser muy satisfactorio, pero no es adecuado para todo el mundo.