No tienes ni idea de cuánto tiempo ha estado esperando a que esto ocurriera. No tienes ni idea de cuánto tiempo ha esperado para decir estas palabras liberadoras. No tienes ni idea de lo libre que se siente ahora.
Finalmente, ya no te quiere de vuelta.
Durante demasiado tiempo, ha sido incapaz de sacarte de su sistema. Lleva demasiado tiempo recordando tus viejos tiempos y echando de menos tu presencia.
Te echaba mucho de menos. Te echaba de menos como si lo tuyo no fuera doloroso.
Es curioso cómo el corazón puede engañar. Sólo nos recuerda los bonitos recuerdos como si intentara convencernos de que los días malos nunca existieron. Pero ella sabe que sí existieron. Las grietas de su mente, su alma y su corazón se lo recuerdan constantemente.
Pero ya ha aprendido a vivir con ello.
Ha conseguido liberarse de las cadenas de su amor...ese amor tóxico que diste.
Yo digo amor como si supieras lo que es. Un hombre que conoce el amor no le habría hecho tanto daño. Un hombre que conoce el amor no sembraría dolor dondequiera que fuera. No, no conoces el amor, pero lo has interpretado como si lo conocieras muy bien.
Mereces un aplauso por la jugada que has hecho tan bien. Ni por un segundo dudó de tus sentimientos. Ni por un segundo fue capaz de prever la angustia que le esperaba. La enganchaste tan bien que resultó ser una simple marioneta en tus manos.
Pero todo tiene un final y por eso ha llegado el final de tus juegos manipuladores.
Finalmente te está dejando ir.
Por fin se está liberando de la idea de que eres el indicado para ella. No lo eres.
Se deja llevar por la vida. Cree que a partir de ahora las cosas van a ir mejor porque ya ha pasado por lo peor.
Aferrarse significa intentar empujar la vida hacia donde ella quiere, pensando que puede cambiar las circunstancias cuando, en realidad, es incapaz de cambiar nada. Su historia es lo que es. Y nunca va a ser más que eso, haga lo que haga.
Nunca vas a cambiar por mucho que ella te quiera. Nunca vas a amarla de la manera que ella merece ser amada porque todo lo que sabes es cómo lastimar a la gente y ella está harta de sacrificar su cordura sólo porque te ama.
Está dispuesta a aceptarte tal como eres.
Sólo meros pasajeros en la vida de los demás.
Amor infeliz.
Un atormentador y una víctima.
Usted - un hombre inmaduro que quería que la pusieran en un pedestal y la adoraran y ella- una chica que necesitaba tanto amar y que deseaba tanto ser amada que se cegaba por el más mínimo afecto. Una combinación letal, ¿no crees?
Pero como he dicho antes, todo tiene un final y lo decía en serio.
Cuando te fuiste, no fue cuando ustedes dos terminaron. Porque ella no podía dejarlo ir. Deseaba tanto que volvieras. Sabía que no era saludable y sabía que la hacías sentir miserable más de lo que la hacías sentir feliz y, sin embargo, extrañaba tu presencia. Quería que estuvieras cerca de ella por mucho que le doliera. Pero superó sus emociones y dejó de ser tóxica para sí misma.
Ha sustituido todo el veneno que le imprimiste por pura sangre fresca y esta nueva versión de ella ya no quiere tener nada contigo.
Ahora ve claro que, aunque pensaba que le habías aportado mucho amor, todos esos momentos felices fueron sustituidos por el dolor que le has hecho pasar. Ella tuvo que pagar por ellos de alguna manera, de algún modo. Por un momento de felicidad, tuvo que vivir días de miseria. Y esto no se lo desearía ni a su peor enemigo.
Pero no te preocupes, ella es dejó de obsesionarse contigo. Ella ha terminado con amarte. Ha terminado con creer que hay algo malo en ella o que no es lo suficientemente buena cuando eres tú quien está mal de pies a cabeza.
Aunque pensó que este día nunca llegaría... llegó. Ella no quiere que vuelvas. Está lista para dejarte en el pasado y nunca mirar atrás. Porque ahí es donde perteneces.
Au revoir.