Estas cosas parecen tan tontas cuando pasas por ellas. Cuando acabas de entrar en una relación, no te sueltas enseguida. No te sientes lo bastante cómodo para hacer lo que quieres y actuar como sientes.
No estás seguro de lo que le gusta a tu pareja y lo que no, así que no te arriesgas con tu "comportamiento cotidiano", ya que no quieres echarlo a perder.
Pero cuando la fase de luna de miel se acaba y la relación pasa a un nuevo nivel, ciertas cosas salen a la luz. Empiezas a sentirte más cómodo con tu pareja para hacer cosas que normalmente no harías.
Todas y cada una de estas cosas representan un nuevo hito en vuestra relación. Representan un paso más para ser almas gemelas.
Ni siquiera prestas mucha atención a estos detalles cuando estás en una relación, pero cuando se acaba, echas mucho de menos esas cosas raras y locas.
1. Entrar en el baño sin avisar
Hay una etapa en la relación de casi todo el mundo en la que los límites se hacen cada vez menos visibles. Pero eso es sólo porque te sientes tan a gusto con la persona con la que estás que no te importa.
Recuerda que al principio de vuestra relación, probablemente odiabas ir a su baño, así que esperabas a llegar a casa, pero ahora, no es tan raro que entres y orines mientras él está en la ducha.
O entra mientras te cepillas los dientes y hace sus necesidades como si no estuvieras allí. Sí, es asqueroso y muy raro, pero también es bastante mono.
2. Pedos
Ya sabes de lo que hablo. Todo el mundo se tira pedos y no puedes evitarlo pero tampoco es que te vayas a tirar un pedo delante de tu nuevo novio justo al principio de la relación y él tampoco.
Pero imagínate el escenario, después de conoceros demasiado bien, y, por ejemplo, estáis sentados en el sofá viendo la tele y ese sonido embarazoso y extrañamente familiar surge de la nada.
¿Qué vas a hacer? ¿Te asustas, te indignas o te partes de risa y sigues como si nada?
Por supuesto, te vas a partir de risa. Está tan relajado contigo y te quiere tanto que no se avergüenza de tirarse un pedo delante de ti.
Quizá más adelante te lances a una pequeña competición, ¿quién sabe? La cuestión es que es normal, es divertido y te sientes lo suficientemente cómodo como para no avergonzarte de hacerlo.
3. Comparten sus contraseñas
Ni siquiera te lo pensarás dos veces antes de darle tu contraseña a tu pareja. Confías en él lo suficiente y ya lo compartís todo, así que por qué no también las contraseñas.
Probablemente tú o él sólo la necesitéis para comprobar algo y no para espiaros mutuamente. Eso ya lo has superado y compartir tu contraseña con el amor de tu vida no es más que otro hito superado.
Además, por muy vergonzosa que sea la contraseña, la dirá en voz alta porque no le importa, porque sabe que no le vas a juzgar. Imagínatelo diciéndote que su contraseña de Facebook es XXL3861. Yo personalmente me caería de la silla de la risa.
4. Depilación de cejas
Apuesto a que todo empieza con: "¿Puedes arrancarme este pelo raro que tengo en medio de la frente?" y acaba con unas cejas perfectamente perfiladas.
Una vez que empiezas, no puedes parar. No tendrá ni idea de qué le ha golpeado, pero no podrá hacer que pares. Ah, sí, y probablemente gritará como una niña.
5. Ronquidos
¿Ojos inyectados en sangre en mitad de la noche y patadas para que se despierte y fingir que no has hecho nada? ¿Te suena de algo?
Sí, esto es definitivamente un hito. Una vez no pude dormir porque roncó durante dos horas. No sabía qué hacer. Así que le empujé fuera de la cama con los pies. Cuando se cayó, me hice la dormida.
Volvió a la cama y me dio tiempo a dormirme antes de que empezara a roncar de nuevo. Relaciones, ¡ja!
6. Su madre te llama
Esto puede ser muy raro. Ella no le llama y pregunta por ti, sino que te llama directamente a ti. Te entra el pánico y no sabes qué hacer. Tienes que contestar, porque si no lo haces, sería muy grosero.
Le preguntas qué hacer, sonríe y te dice que contestes. Le preguntas por qué te llama, no tiene ni idea porque realmente no lo sabe. Es un hito extraño que tienes que cruzar.
7. Toma prestada su ropa
Te los da, pero a regañadientes. Eso es porque probablemente sabe que una vez que usas algo suyo, no lo recuperará. Y admitámoslo, es verdad.
8. No te maquillas delante de él
Definitivamente lo notará, pero no de mala manera. Dejará de hacer lo que estaba haciendo y te preguntará si hiciste algo diferente.
Actuarás con total tranquilidad y responderás: "Por supuesto que no", aunque sabes que es la primera vez que te ve sin maquillar. Pensará que eres mona y aún más guapa que antes.
9. Utilizas el mismo desodorante
Tenéis prisa y os preparáis para ir a trabajar al mismo tiempo. Os cepilláis los dientes juntos, tú te peinas y te maquillas, él se afeita y al final , los dos os ponéis desodorante.
Primero tú y luego él, no es para tanto, es súper mono. Sobre todo cuando sabes que a él no le importa andar todo el día oliendo a chica.
10. Baja la tapa del váter
Sí, ya lo has hecho. Va a hacer pis y recuerda que no está solo y, por cortesía hacia ti, baja la tapa del váter. ¡Otro hito importante superado!