Ser franco significa ser real y no tener tiempo para quien no lo es. No significa que seas maleducado, ni que seas mezquino.
Sólo significa que te sientes lo suficientemente cómodo contigo mismo como para ser sincero con los que te rodean, con la esperanza de que te devuelvan el favor.
Pero a menudo resulta que hay que andarse con rodeos y tener cuidado de no herir los sentimientos de alguien con tu sinceridad, que en modo alguno pretende insultar a nadie.
Ser sincero no tiene nada de malo. Sólo significa que no tienes tiempo para juegos. Dices las cosas como son. No endulzas nada, y dices las cosas como son. nunca ...con la intención de parecer grosero.
Es la gente la que decide ver esto como algo negativo, cuando deberían estar agradecidos de tener una persona en su vida que siempre les diga la verdad y no les diga cosas bonitas sólo para que se sientan bien consigo mismos.
De todas formas, eso no es amistad si tienes que vigilar lo que dices en todo momento.
Te gustaría que la gente empezara a apreciar tu transparencia, sea cual sea la situación, porque no siempre es fácil ser el único que tiene que decir cosas que los demás piensan pero que tienen demasiado miedo de decir en voz alta.
Desgraciadamente, hay gente en este mundo que no es consciente de la diferencia entre ser franco y ser grosero, así que aquí van algunas luchas con las que estoy seguro que todos los francos nos podemos identificar a diario.
1. La gente te pide consejo sobre cualquier cosa, aunque no sepas nada del tema, porque saben que no te andarás con rodeos.
Pero cuando les das tu opinión sincera, se ofenden si no es de su agrado.
2. Las conversaciones triviales te aburren. Te molesta tanto estar en una situación en la que tienes que hablar de cosas triviales, como el tiempo, la ropa, otras personas... no es así como te gusta pasar el tiempo.
Prefieres hablar de cosas importantes e interesantes, de algo con sustancia. Los cotilleos y cosas así no te interesan.
3. A veces, incluso tus amigos se burlan de ti por tu comportamiento directo, insinuando sutilmente que quizá deberías bajar un poco el tono.
Pero todo lo que estás siendo es honesto...y es tan molesto cómo la gente puede percibirlo como cualquier cosa menos eso. Te niegas a ser falso, y eso es todo.
4. Cuando hay alguien nuevo pasando el rato contigo y tu equipo, normalmente te presentan como alguien que "no muerde'' y, sinceramente, es una falta de respeto.
La gente se hace una idea equivocada de ti desde el principio, y eso no está bien.
5. Te sientes muy incómodo alrededor de personas muy sensibles porque sientes que tienes que tener mucho cuidado a su alrededor.
Y no te gusta tener que andar con pies de plomo con nadie. Así que, es simplemente incómodo.
6. No sabes cuántas veces has tenido que decir a tus amigos y a todo el mundo: "Tranquilo, sólo estoy bromeando".
Siempre se las arreglan para convertir un sentimiento inofensivo y sincero en algo por lo que disculparse.
Pueden ofenderse taaaan fácilmente, y es como si no te conocieran de nada.
7. Como eres la única que siempre dice lo que quiere decir sin endulzarlo, a menudo te ves obligada a ir de compras con tus amigas... ¡y mucho!
Eres el único que no tendrá miedo de decirle a tu amiga que sus pantalones nuevos parecen algo que ha vomitado un gato.
8. Si uno de tus amigos fue un desastre borracho la noche anterior e hizo algo vergonzoso o molesto, nadie dirá nada, sino que te mirará a ti, insinuando que deberías ser tú quien les dijera lo desastre que fueron y les reprendiera.
9. Siempre te emparejan con gente a la que consideran "igual de mala'' por muchas veces que les hayas dicho lo duro que es eso y que los polos opuestos se atraen.
10. Actúas de forma diferente con las personas que te caen bien y con las que te caen mal.
Por lo general, cuando alguien te gusta te muestras muy relajado, sarcástico y totalmente abierto a su alrededor, pero cuando estás en compañía de alguien que no te gusta, te muestras más reservado, callado y con mucho cuidado de no decir algo que pueda ofenderle.
11. La gente suele burlarse y bromear sobre tu maldad, pero no parecen entender la idea de la honestidad.
Siempre hay que lucha con la sensación de ser constantemente incomprendido y de que te presenten a la gente como alguien que en realidad no eres.
Sólo esperas de verdad que la gente pueda empezar a apreciarte por la persona genuina que eres porque si dejaras de ser quien eres, no tendrían a nadie en el grupo de amigos que pudiera decírselo la cruda verdad cuando realmente lo necesitan.
12. Te parece tan innecesario y grosero que tus amigos te llamen la atención delante de gente nueva cuando estás siendo educado.
Parecen olvidar que sólo eres brusco con ellos, y que siempre intentas ser considerado cuando hay gente nueva a tu alrededor.
Nunca eres franco por ser malo. Y te gustaría que la gente lo entendiera ya.
13. Como eres tan sincero con todo, la gente da por sentado que odias muchas cosas, ¡pero eso no podría estar más lejos de la realidad!
No sientes la necesidad de decir que te gusta algo sólo por parecer simpático.
Cuando algo te gusta, no tienes miedo de demostrarlo, y cuando no, lo dejas claro. Si la gente sigue sin entenderlo, es su problema.
14. Uno de tus mayores problemas es cuando algo te gusta de verdad, como el vestido nuevo de tu amiga para la boda de su hermana, o el coche nuevo que se acaba de comprar.
Tienes que ser demasiado entusiasta para que no piensen que estás siendo sarcástico o que lo dices para hacerles sentir bien.
Siempre tienes que tener cuidado, independientemente de lo mucho que te guste algo. Es como un círculo vicioso, y es taaaan agotador.
15. La palabra "contundente" tiene connotaciones tan negativas que prefieres que te llamen "honesto". Porque, sinceramente, ¡eso es exactamente lo que eres!