Crecemos aprendiendo cómo no abandonarPero a veces es necesario abandonar para tener éxito. A algunos se nos da muy bien saber cuándo dejar de fumar, mientras que a otros les cuesta "despegarse". No es fácil saber cuándo abandonar.
Tendemos a estancarnos en las cosas mucho después de que sea obvio que lo que estamos haciendo no funciona o que no es bueno para nosotros. Lo importante es que nos entrenemos para dejarlo a tiempo.
Afortunadamente, la vida nos brinda muchas oportunidades para hacerlo. He aquí algunas cosas que todos deberíamos dejar de hacer.
1. Intentar complacer a todo el mundo
Complacer a todo el mundo es literalmente imposible, simplemente porque la gente es difícil de complacer. Puede que a algunos no les guste cómo trabajas, que no les caigas bien o que ni siquiera tengan un motivo concreto que puedan señalar.
La mayoría de la gente no es muy lógica y complacerla sólo te dejará vacío y agotado. Todos sentimos la necesidad de ser aceptados y queridos, así que complacemos a la gente para ganarnos su amor y su confianza.
Pero lo que tenemos que entender es que otras personas no comparten nuestras esperanzas y sueños, otras personas no sienten como nosotros sentimos, no piensan como nosotros pensamos y siempre va a haber diferencias entre nosotros.
Renunciar a cualquier parte de lo que somos para complacer a alguien, ya sean nuestros sueños, planes o cualquier otra cosa sin importancia, es algo que deberíamos dejar de hacer inmediatamente.
2. Miedo al cambio
El cambio puede asustar, ya sea un cambio que simplemente te sucede o un cambio que tienes que hacer tú mismo. Pero para avanzar, tenemos que aceptar los cambios.
De nada sirve quedarse en el mismo punto de la vida, abatido y deprimido, cuando sabes que sólo puedes escapar de él si das ese paso hacia lo desconocido, ya sea dejar a tu pareja, renunciar a tu trabajo o mudarte a otro país.
Se trata de un cambio en el que tú estás al mando, y la mayoría de nosotros nos quedamos en el mismo sitio porque el miedo nos paraliza. Poner fin a tu miedo eligiendo quedarte justo donde estás y haciendo exactamente lo que has estado haciendo, puede proporcionarte un alivio temporal.
Ya no tendrás que preocuparte por los "y si...".
Ya no tienes que temer ese futuro grande, aterrador y desconocido. Pero si nunca inicias el cambio, especialmente un cambio que en el fondo de tu corazón sabes que necesitas hacer, nunca sabrás lo que podría haber sido.
3. Vivir en el pasado
Hay una diferencia entre pensar en el pasado y vivir en él. A veces vivimos en el pasado porque nos resulta familiar: sabemos lo que pasó, no hay sorpresas.
Cuando el pasado fue realmente bueno, puedes vivir en él porque sólo recordarlo te produce sentimientos de bienestar y felicidad.
Vivir en el pasado es un problema porque te roba la oportunidad de disfrutar del presente. Vivir en el pasado te permite evitar enfrentarte a los problemas del presente.
Absorbe todo lo que puedas del día de hoy: las vistas, los sonidos, los olores, las emociones, los triunfos y las penas.
Sueña a lo grande. Fíjate metas y planes para el futuro. Trabajar duro hoy es siempre el primer paso para hacer realidad tus sueños mañana.
4. menospreciarse a sí mismo
Nadie suele tener éxito la primera vez que intenta algo. Que cometas un error aquí o allá, o que no consigas un objetivo en el plazo que te habías marcado, no significa que seas un fracasado.
Fíjate en todo lo que has conseguido y deja de ser tan dura contigo misma. Y aunque últimamente no hayas tenido mucha suerte en el departamento de citas, eso no significa que siempre vaya a ser así.
Sólo tienes que conocer a la persona adecuada y, por desgracia, a veces eso no es algo que puedas controlar.
Lo único que puedes hacer es mantener la cabeza alta y estar dispuesto a conocer gente nueva. El resto vendrá solo.
Todos hacemos tonterías a veces, pero que hayas cometido un error no significa que seas tonto. Insultarte a ti mismo solo hará que te sientas peor.
Date un respiro y recuerda que un error no te define como un fracasado.
Sólo recuerda preguntarte lo siguiente: ¿Serías amigo de alguien que te hablara como te hablas a ti mismo?
5. Pensar demasiado
La mayoría de nosotros somos víctimas de cierto grado de exceso de pensamiento: sopesamos cada una de las opciones antes de tomar una decisión, nos centramos en los pequeños detalles de una situación e ignoramos el panorama general. En muchos casos, el exceso de pensamiento está causado por una única emoción: el miedo.
Cuando te centras en todas las cosas negativas que podrían ocurrir, es fácil paralizarse. La próxima vez que sientas que empiezas a entrar en esa espiral, detente.
Visualiza todas las cosas que pueden salir bien y mantén esos pensamientos presentes y al frente.
Nadie puede predecir el futuro; todo lo que tenemos es el ahora. Si pasas el momento presente preocupándote por el futuro, te estás robando tu tiempo ahora.
Dedicar tiempo al futuro no es productivo. Dedica ese tiempo a cosas que te den alegría.