Reconozcámoslo: nuestra sociedad tiende a menospreciar a las mujeres gorditas y de talla grande por su aspecto físico.
La verdad es que algunos hombres descartarían de entrada salir con una mujer rellenita sólo por su tamaño.
Pero lo que quizá no sepas es que los hombres que salen con mujeres de tallas grandes son los más felices.
Y no, no me lo estoy inventando para que todas las chicas redondas nos sintamos mejor con nosotras mismas.
Esta verdad es un hecho científicamente probado, y quiénes somos nosotros para discutir con la ciencia, ¿verdad?
He aquí 5 razones por las que los hombres acaban siendo los más felices:
Son conscientes de sí mismos
Cuando ves a una mujer de talla grande, puedes suponer que no es consciente de su peso o que haría cualquier cosa por perderlo y adelgazar.
Pero la realidad es muy distinta en la mayoría de los casos, porque la mayoría de las mujeres gorditas son conscientes de su aspecto.
Y lo mejor es que no cambiarían nada al respecto.
Todo esto les da mucho más confianza en sí mismo de lo que podría pensarse. En la mayoría de los casos, las mujeres de tallas grandes están contentas con su aspecto y se sienten bien en su propia piel.
Cuando uno se siente bien consigo mismo, es natural que sea más feliz en general.
Y ya sabes lo que dicen: ¡una esposa feliz, una vida feliz!
Son expresivos con sus sentimientos
El alto nivel de confianza en sí mismas, que es una característica común de las chicas de tallas grandes, también hace que sean expresivas sobre sus sentimientos.
Los estudios demuestran que este tipo de chicas rara vez tiene problemas para decir lo que piensa y mostrarse abierta sobre sus emociones.
Según la ciencia, estas mujeres no suelen ser pasivo-agresivas. En lugar de eso, te dirán exactamente lo que les molesta a la cara.
Y aunque puedas pensar que esto es algo malo, esta cualidad suya en realidad aporta muchas menos discusiones a la relación.
Los problemas no se acumulan. En lugar de eso, los resolvéis uno a uno a medida que van surgiendo, lo que elimina casi por completo el resentimiento.
Tienen una personalidad increíble y un gran sentido del humor
Si has sido gordito mientras crecías, probablemente habrás vivido algunas situaciones en las que otros niños se burlaban de ti. Pero esto solo te hizo más fuerte y resistente.
También te ha aportado un gran sentido del humor. Te has vuelto abierto de mente, y las pequeñas cosas no te insultan y no tienen el mismo impacto en ti que en otras personas.
Además, no siempre podías confiar en tu físico para atraer a los chicos que te gustaban. Esto hizo que trabajaras en que tu personalidad se convirtiera en tu mayor atributo.
En consecuencia, tiene un gran don de gentes y de relaciones sociales, lo que hace que todas sus relaciones sean mucho más fructíferas.
Si eres una chica gordita, te has pasado la mayor parte de tu adolescencia empujándote hacia adelante y luchando contra los estándares de la sociedad y contra la gente que piensa que eres menos valiosa sólo porque no eres delgada.
Esto significa que nunca jugarías con las inseguridades de nadie y que nunca harías sentir a nadie, ni siquiera a tu pareja romántica, que no es lo suficientemente bueno o digno.
Además, has aprendido a quiérete a ti mismo y aceptarte tal y como eres hace siglos, y eso te hace capaz de amar y aceptar a todos los que te rodean.
Son geniales para abrazar
Otro hecho científicamente probado es que todos a los hombres les gusta abrazar.
Y, obviamente, las chicas gorditas y de talla grande son estupendas para abrazar, no hace falta que la ciencia te lo diga.
Estas chicas tienen los abrazos más cálidos y, admitámoslo, a veces es todo lo que un hombre necesita.
Son los mejores cocineros
Dicen que el mejor camino al corazón de un hombre es a través de su estómago y que cocinarles comida es una forma estupenda de ganarse su afecto.
Y aunque no pretendo afirmar que la mujer deba ser la que cocine ni que la falta de habilidades culinarias deba ser un motivo de ruptura, lo cierto es que la buena comida desempeña un papel en toda relación.
Lo cierto es que a las mujeres de tallas grandes les gusta comer. Disfrutan al máximo de cada comida y la convierten en una experiencia única. Así que, naturalmente, se han convertido en las mejores cocineras posibles.
Y nadie se quejaría jamás de tener a su lado a un gran cocinero.