¿Ser o no ser? ¿Seguir siendo amigo de alguien a quien una vez amaste o, más bien, no hacerlo? Es una pregunta inevitable que invade nuestra mente tras una ruptura.
A veces ni siquiera somos conscientes de ello y nos planteamos inconscientemente la idea de seguir siendo amigos suyos porque tememos perderlos por completo de nuestra vida.
Cuando el amor "se apaga", de algún modo nos resulta natural pensar en la amistad con la persona con la que antes lo compartíamos todo.
Pero en la mayoría de los casos, esto no es tan buena idea como podría parecer.
Seguir siendo amigo de alguien a quien una vez quisiste significa borrar el pasado que ambos compartís y no querer hacer nada con él que no esté relacionado con "ser amigos" (excepto si sois amigos con derecho a roce).
6 razones por las que no puedes ser "sólo amigo" de alguien a quien una vez amaste
Necesitas tiempo para llorar
La razón número uno por la que no puedes ser sólo amigos con ellos es porque necesitas tiempo para llorar.
No importa si es tu pareja quien ha iniciado la ruptura o tal vez tú, simplemente necesitas tiempo a solas para comprender la situación y curarte adecuadamente.
Y si sigues siendo amigo de ellos, nunca podrás cúrate a ti mismo.
Nunca podrás vivir en paz y armonía contigo mismo porque la decisión de seguir siendo su amigo te perseguirá.
Has intimado
La intimidad es algo que no debemos dar por sentado, porque es una fuerza poderosa que nos conecta con otro ser humano.
Y una vez que estás conectado, es difícil desconectarse. Es difícil olvidar el olor de su pelo, la forma en que besan o abrazan.
Una vez que compartes tu corazón y tu intimidad con alguien, se convierte automáticamente en parte de ti y por eso es casi imposible pasar de repente a la etiqueta de "sólo amigos".
Siempre tendrás algún déjà vus y siempre te recordarán lo que solíais tener los dos.
Serás incapaz de seguir adelante
Si decides seguir siendo su amigo, nunca podrás seguir adelante. Vivirás en el pasado y en el presente al mismo tiempo.
Y cuanto más avances, más retrocederás.
Nunca podrás encontrar tu verdadero yo y borrar tu pasado porque estarás demasiado ocupado pensando en lo que salió mal.
Podría poner celosa a tu nueva pareja
Seguir siendo amigo de tu ex podría afectar mucho a tu nueva pareja potencial.
Podrían ponerse celosos y empezar a cuestionarse si los has superado o no. Y eso influirá en que se comporten de forma posesiva aunque no sean ese tipo de personas.
Nunca estarán 100% seguros de que no cambiarás de opinión y volverás con ellos y eso causará estrés y discusiones innecesarias con tu nueva y potencial pareja.
Estarás en una constante montaña rusa emocional
Si sigues siendo amigo de alguien a quien una vez quisiste, prepárate para estar en una constante montaña rusa emocional.
Tendrás sentimientos encontrados sobre todo.
Sus acciones le recordarán sus momentos felices juntos y le harán cuestionarse la validez de su decisión de tomar caminos separados.
Las emociones son realmente complicadas y nuestro cerebro nunca olvida nada.
Incluso una palabra que él haya pronunciado antes puede desencadenar ciertas emociones en ti y hacer que te sientas perdido y confuso. Es porque tu cerebro no entiende que se ha acabado.
Tu cerebro está programado para disfrutar de las cosas que solías disfrutar antes y por eso tus sentimientos pueden aparecer cuando menos te lo esperas.
Y estarás en un constante laberinto de cuestionarlo todo.
La gente podría hacerse una idea equivocada
Tus amigos y familiares podrían confundirlo con que intentas reunirte con ellos y por eso empezarán a hacerte preguntas innecesarias.
Demostrarles que tus intenciones son exclusivamente amistosas no les tranquilizará.
Y es realmente frustrante cuando necesitas validar cada uno de tus pasos y pensamientos ante ellos.
Para ti, "sólo amigos" puede significar algo completamente diferente a lo que se imaginan y, en este caso, alejarte de tu ex sería una alternativa mucho mejor.